___(t/n) ___(t/a) una chica común y corriente con 20 años de edad, que estudia en la universidad y trabajaba al mismo tiempo para poder sustentarse y vivir. Ella es una chica que sueña todo el tiempo despierta y el poco tiempo libre que le queda se...
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Me desperté sobresaltada, sentía que mi cuerpo ardía y mi cabeza iba a explotar. Me senté intentando encontrar algo de estabilidad, cerré los ojos mientras puse una mano en mi boca y la otra la tenía en mi pecho. Sentía que un camión me había pasado por encima, que mi cuerpo estaba cortado, pero había algo más que me atormentaba...era el tener mi corazón destrozado.
Abrí los ojos otra vez y poco a poco empece a ser mas consciente de mi entorno, mis muebles, mi computadora, mi taza de té.
-¿Regrese?- me enderece y vi mi departamento- estoy...en casa- susurré- ¿será un sueño?- no quería quedarme con la duda, así que fui a la cocina y busque un cuchillo medianamente afilado, lo pase por mi palma sin dudarlo y me queje levemente sintiendo como salía sangre del corte provocado. Me quede unos momentos mirando mi herida, pero no sentía nada de relevancia
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-Estoy...de vuelta- mis lágrimas comenzaron a salir y mi pecho se sentía oprimido. Jamás sentí tanto dolor en mi vida, pero no hablaba del físico, sino del emocional. Me deje caer de rodillas mientras veía mi herida, todavía tenía la esperanza de que fuera un sueño y comenzara a curarme. Pero jamás paso- porque...porque...- susurraba una y otra vez.
No quería levantarme, quería quedarme acostada en el suelo por siempre, mi vida había dado un giro inesperado. De tener compañeros y amigos, a encontrar el amor de mi vida y sentir que encontré mi lugar...el destino me lo saco como si un adulto le sacara un dulce a un bebe.
El destino fue cruel conmigo, no tuvo consideración a la hora de traerme de vuelta. No sabia como continuaría, sentía como mi vida se escurría entre mis dedos, la sangre se desbordaba por mi herida, se iba mi vida y mis sueños...se diluían en el suelo al igual que el líquido rojo.
No quería dilatar más esta esperanza totalmente inútil, así que me desinfecte mi herida para envolverla con unas vendas. Acomode un poco la sala y vi que mi computadora estaba prendida, en cualquier otro momento hubiera agarrado el aparato y hubiera empezado a escribir algo que se me ocurriera. Pero...directamente la cerré y lave los platos.
Luego de dejar todo en orden me deje caer a mi cama, no sabía si era de día o de noche, no quería ser consciente de nada. Pero mi cuerpo estaba cansado, lo único que quería en este momento era llorar, llorar por todo lo perdido. Llorar, porque no sé si todo lo que pase fue una realidad o un sueño. Llorar porque...sentía que me arrancaron mi otra mitad.
