___(t/n) ___(t/a) una chica común y corriente con 20 años de edad, que estudia en la universidad y trabajaba al mismo tiempo para poder sustentarse y vivir. Ella es una chica que sueña todo el tiempo despierta y el poco tiempo libre que le queda se...
Habían pasado dos meses desde que comenzamos a convivir cómo novios con _(t/n), las cosas entre los pilare se habían arreglado totalmente. Todos supieron la dura vida que llevo la peli_(t/c), fue tanta la empatía que tuvieron que todos le pidieron disculpas por no haber confiado en ella. Los únicos que seguían manteniendo distancia con ella eran Sanemi y Obanai, pero sabía en el fondo que ellos ya la habían aceptado.
Los dos nos encontrábamos cenando en mi finca, ella había hecho de cocinar. Sus platillos eran algo fuera de lo común para mí, pero sin duda cocinaba delicioso. No podía evitar gritar que estaba delicioso por cada bocado que degustaba, al principio pensé que podría molestarle mis expresiones y la forma de ser que tenía. Pero fue todo lo contrario, me acepto y se adapto al ritmo que llevaba.
Ella también tenía su rutina y su forma de ser, se levantaba temprano y hacia limpieza en la casa, desayunaba, se iba con los chicos a entrenar...tenía prácticamente una rutina hecha. Esa era otra característica que tenía, era muy práctica y rutinaria.
Y gracias a esta convivencia nos fuimos conociendo mutuamente, dormíamos juntos en las noches, desayunábamos juntos, estábamos todo el tiempo que podíamos gozando de nuestra compañía mutua. Aunque me mandaban a misiones pequeñas, no tardaba más de un día en volver y ella siempre me recibía con los brazos abiertos.
Senjuro también la adoraba, se había encariñado con ella debido a que lo alentó a que siguiera sus sueños, lo que realmente quería. El hecho de no ser un sucesor del pilar de la flama no lo convertía en alguien no digno, eso fue lo que ella le enseño a mi hermano, a ganar más confianza en sí mismo.
Mi padre...es algo totalmente inédito, ella no lo había vuelto a ver desde que nos protegió esa vez de su exabrupto, aunque un día mi padre se apareció en mi casa. Yo no estaba debido a la misión que me habían encomendado, pero _(t/n) lo recibió con cortesía y le hizo ver que no estaba arrepentida por lo que hizo, que no le agradaba el ver como un padre ejemplar y tan amable como él pudo haber caído en la derrota por tanta tristeza. Ella lo escuchó y lo consoló debido al dolor que tenía tras la muerte de mi madre y todo el peso que conllevó ser el pilar de la flama.
Las cosas mejoraban, todo parecía ir perfecto y no podía estar más feliz por ello. Incluso...me había planteado la idea de...casarme con ella...pero sabía que era muy pronto para eso. Ella misma me dijo una vez cuando se lo planteé de manera casual.
"Me encantaría casarme contigo, pero más adelante, mientras tanto quiero que los dos logremos nuestros objetivos, que crezcamos juntos y cuando los dos estemos listos sabremos que llego el momento"
No podía evitar sonreír ante esas palabras, sabía que ella era la mujer de mi vida, que estábamos destinados a estar juntos. Pero...a su vez no podía evitar sentir preocupación por algunos instantes.
-_(t/n)- estaba en la cocina terminando de cocinar la cena, desde hacia varias noches que ella cocinaba siempre. Así que me había ofrecido a hacerla yo. Ella había aprovechado para poder bañarse, pero la comida ya estaba lista, así que fui a buscarla-¡_(t/n)!- entre a su cuarto y no estaba, así que me fui al cuarto de baño. La había llamado otra vez, pero no me respondió. Entonces empece a preocuparme, entre al baño y fue cuando encontré la escena más bella que vi en mi vida.
Ella se estaba tirando un balde de agua caliente sobre el cuerpo, el agua deslizaba por su piel tersa y le hacia quedar brillosa. Tenía los ojos cerrados mientras se mojaba el pelo, se pasaba los jabones por su cuerpo y no pude evitar pensar que me encantaría ser yo quien estuviera así con ella.
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Sin hacer ruido entre al cuarto con ella y me saque la ropa, me acerque por la espalda y finalmente la abrace. _(t/n) se sobresalto, no entendía lo que pasaba, pero al sentir que era yo se quedo totalmente quieta.
-Q...que ha haces Rengoku- susurró, yo me apegaba mas a su cuerpo. Nunca había sentido una cercanía semejante, desde hace un tiempo que me imaginaba lo que sería poder sentir su piel, su aroma, todo su ser- ¿Su..sucede al algo?- su cuerpo temblaba y sentía como se le puso la piel de gallina.
-Te buscaba, pero al no encontrarte vine aca- puse mi mentón en su hombro mientras la sujetaba con más firmeza de la cintura- realmente...eres hermosa- lleve mi nariz a su cuello para poder oler el aroma a rosas que tenía debido al jabón. Ella corrió el cuello inconscientemente y sus manos se fueron sobre las mías, me estaba dando permiso para poder tocarla. Nos quedamos un rato entre el vapor y el calor del baño, pero luego de un rato el ambiente empezó a ponerse frío.
Sin dudarlo la cargue al estilo princesa hasta llevarla a nuestro cuarto, no había nadie a nuestro alrededor. Solo éramos ella y yo, solo nosotros en todo el mundo.
Llegamos a la habitación y la deje delicadamente sobre el futón, la luz de la luna entraba por una pequeña abertura que daba a un jardín trasero y el resto todo era oscuridad. No podía pedir una imagen más mágica, tan sentida, tan...lujuriosa. Me acerque despacio a su rostro mientras me ponía encima de ella, solo nosotros y nadie más.
-Te amo- susurró despacio, pero ese tono y el rostro que tenía hizo que todo mi ser temblara de emoción. Me acerque a ella hasta hacer que nuestros alientos se chocaran, tenía un dulce aroma a rosas y a menta, esa fragancia va a quedar por siempre grabado en mi memoria.
-Yo también te amo _(t/n)- dije por último para poder finalmente besarla.
No importaba el tiempo, no importaba el cómo llegamos, toda nuestra historia o lo que nos depara el futuro, esta noche...esta noche de luna llena solo éramos ella y yo. Nuestro amor que se consumaba como una hoguera en medio de una tormenta helada.
El amor...que finalmente se encendía para iluminar toda la oscuridad de nuestro alrededor.
