Capítulo 4

1.7K 210 10
                                    

Su padre le había dicho que se arreglará lo mejor que pudiera, al inició no comprendía porqué, siempre había sido un poco ingenuo al momento de captar las cosas. Pero después de subir al auto y escuchar hacia donde se dirigían, lo supo.

- Hoy lo conoceré, verdad? - Pregunto un poco tímido, le constaba un poco dirigirle la palabra a su padre. Después de que prácticamente lo amenazará, su relación, de por sí no tan buena, había empeorado.

- Así es, necesitamos que esto parezca una relación real y para ello las personas tienen que verlos juntos.

- No soy un payaso que va a dar un espectáculo papá, no creo esto necesario.

- Yo diré lo que es necesario y lo que no, así que por favor no hagas comentarios tontos y solo obedece lo que digo, sé un buen Omega por una vez en tu vida.

Pete estaba cansado de que siempre utilizarán su casta para mandarlo. Si, era un omega, pero eso no lo hacía menos persona. No porque un alfa viniera y lo mandará él tendría que obedecer como perrito faldero.

Pero en estos momentos su abuela era más importante y su tratamiento acababa en unas semanas y después necesitaba su terapia en el extranjero, así que no le quedaba de otra que obedecer si quería que los costos fueran cubiertos.

Fijo su vista a la ventana y guardo silencio por el resto del camino.

Cuando llegaron al restaurante su padre bajo del auto primero y después el salió detrás. Cuando ingresaron un niño venía corriendo hacia donde se encontraban y choco con el señor Saengtham haciendo que este perdiera el equilibrio y por poco callera.

- Quítese abuelo - dijo el pequeño.

Pete no pudo ocultar su risa y soltó una pequeña carcajada.

- Niño insolente, y tú de que ríes? - pregunto Saengtham a su hijo.

- De nada - respondió aún con una pequeña sonrisa en su rostro.

Su padre solo lo miro con mal gesto unos segundos para después dar sus nombres a la recepcionista quien los dirigió a una mesa en dónde se encontraban dos alfas.

- Lamentamos la demora -dijo su padre.

- No sé preocupen, por favor tomen asiento - contesto el alfa mayor - Vegas muestra un poco de cortesía.

El alfa más joven, Vegas según había escuchado, se levantó de su asiento. Vestía un elegante traje que se ajustaba perfectamente a su figura, su cabello estaba peinado hacia un lado pero de forma descuidada lo que le daba un aspecto bastante juvenil, su piel era clara y lisa, el color negro de su traje y la camisa vino que portaba, contrastaba muy bien con ella.

Y su aroma. Por qué rayos olía tan bien? El olor varonil, amaderado y con ese toque picante le recordaba la comida sureña que tanto le gustaba. Su lobo quiso ocultar su nariz en el cuello de esa persona y seguir oliendo ese exquisito aroma.







*Es algo corto, pero espero poder actualizar mañana.

Amor ObligadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora