La primera semana había pasado y día tras día Adora y Catra se llevaban mejor. Respecto al trabajo, el primer informe había sido recepcionado con felicitaciones por parte de Hordak y junto a la morena, el plan de Adora y su tour de buceo había sido todo un éxito y los hoteles ya estaban en medio de las gestiones para llevarlo a cabo. Ambas habían demostrado lo que valían, por lo que el mismo Hordak había insistido para que se tomaran sábado y domingo solo para descansar.
Todo iba tan bien que la mente de Catra no recordaba ni a su madrasta, ni a Hordeano, ni a los extraños saltos en el tiempo.
Por alguna razón, la felina estaba viendo las cosas desde una óptica diferente, y es que nunca se había sentido tan acogida como en aquel viaje de trabajo, la compañía de su colega simplemente cambiaba su humor, tanto así que incluso se había despertado para acompañarla a ver un amanecer. Y no solo veía las cosas con otra óptica, sino también a las personas...
Ambas chicas sentían el peso del trabajo duro sobre sus hombros, sin embargo, bajaron temprano ese sábado a desayunar para aprovechar el día, con lo que no contaban era que al parecer todos los huéspedes del hotel habían pensado lo mismo y no se veía ninguna mesa disponible.
-¿Quizás podemos venir en un rato, no crees?
-No te recomiendo hacer eso, a esta hora está el chef que prepara los waffles. -Interrumpió de pronto una voz; la mirada de Catra siguió el sonido y vio al lado de Adora a una chica morena, vestida de azul y con el cabello blanco. - Soy Netossa.
- Yo soy Adora, ella es Catra. - Respondió animada la rubia.
- Con mi novia Spinny estamos en una mesa para cuatro, pero solo somos dos, estoy segura de que no le molestará que se sienten con nosotras, si así lo quieren. - dijo amistosa la chica de azul.
- ¿Te animas Cat?
- Me convenció desde que dijo waffles...
Tras tomar todo lo que estaban dispuestas a comer, las dos morenas y la rubia de dirigieron a una mesa, en ella, una muchacha joven de pelo rosa las miraba esperando...
- Me recuerda a Glimmer. - dijo Adora sonriendo.
Catra, por su parte, se sonrojó, y recordó haber mirado a ambas chicas darse un beso en la playa, aunque por su puesto, Adora no las había reconocido.
Una vez sentadas en la mesa, Spinerella se apresuró a saludar. Tenía un aire dulce, casi maternal, lo cual hizo de un momento posiblemente incómodo de lo más acogedor. Tras devorar la comida y hacer comentarios a favor del maravilloso hotel en el que estaban hospedadas, comenzaron las verdaderas preguntas.
- Netossa mencionó que son novias, realmente hacen una linda pareja - comentó Adora mientras terminaba de beber su té.
- Así es. A un día de nuestro décimo aniversario. - Netossa tomó la mano de Spinerella y esta por su parte besó de manera fugaz su labios. - Aunque aun se siente como el primer día...
- Fue un precioso día - comentó la pelirosada mientras los ojos de Adora brillaban de manera inusual.
- Me considero completamente intrigada. - soltó la rubia y Spinerella inició con su historia.
- Verás, Net era mi compañera en el colegio, creo que habíamos sido compañeras toda la vida y nunca nos vimos hasta el último año en un curso electivo al que casi nadie iba. A penas la vi entrar quedé completamente embobada con ella... - Catra no pudo evitar ver las tiernas miradas que ambas novias se intercambiaban en medio del relato. - ... la miré durante toda la clase sin poder quitar mis ojos de ella, tanto así que no presté atención a nada de lo que dijo el profesor. Al finalizar la clase, salí al pasillo y esperé a que saliera solo para verla una vez más, y aunque esperé y esperé, todos ya habían abandonado excepto ella. Así que en mis nervios y ansiedad entré y allí estaba ella, revisando unas cosas en su bolso, cuando detrás de mí sonó la puerta para delatar mi presencia. Quedé pálida al ver sus ojos café posarse en mí.
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Tempus Fugit - Catradora AU
FanfictionCatra experimenta una rara situación, no sabe si lo soñó, si es real o si tiene daño cerebral. Algo no parece andar bien, pues es imposible que esté volviendo a vivir días que ya habían pasado. El tiempo le da segundas y terceras oportunidades, sobr...