Todos quedamos en silencio en cuanto la vimos llorar.
—Sabine... —titubeó Sophie.
—¿Qué le pasó? —preguntó Chris.
Jaime se acercó a su novia para consolarla.
—La encontraron muerta en la mansión —soltó.
Todo pareció hacerse más lento. Esas palabras me hicieron regresar en el tiempo a cuando me habían dicho que mi padre y mi madre habían muerto. Dejé de escuchar al ruidoso mundo citadino y comencé a escuchar los fuertes latidos de mi corazón sonar como tambores africanos.
—No lo puedo creer —musité. Sentí que iba a desmayarme allí mismo, en medio de un bar inglés. ¿En serio estaba pasando todo eso o era una extraña pesadilla?
—Tranquila, Jean —dijo Chris, socorriéndome. Agarró mi brazo y se aferró a él para que no cayera.
Esa mujer era como mi segunda madre. Sabine había impulsado mi carrera, había confiado en mi talento y en que tendría un futuro prometedor. A pesar de que nunca me decía halagos, siempre notaba lo orgullosa que estaba de mi progreso.
—¿Es en serio? —pregunté.
Miré el rostro de Chris. Estaba al borde de las lágrimas también a pesar que no la conocía lo suficiente. Habían charlado solo un par de veces, pero a ella se le notaba que le caía bien. Era un hombre empático y sensible.
—Se veía tan tranquila hoy —dijo Chris—. ¿Quién iba a imaginar que esto pasaría?
Sus palabras solo incrementaron mi angustia.
—No lo puedo creer —repitió Sophie. Seguía llorando desconsoladamente en brazos de Jaime, que no sabía cómo actuar. ¿Qué se debía hacer para aliviar el dolor de la muerte?
—Debemos irnos —dijo Jaime—. Sophie no se siente bien. ¿Puedo ir con ustedes?
—Claro, Jaime —dijo Chris.
Fuimos al auto de Chris y regresamos a la mansión, pero ya se habían llevado el cuerpo. La policía nos dijo que murió por causas naturales, pero que no se confirmaría hasta que lo diga el forense. No había testigos en la casa. No había nada.
Uno era consciente de que la muerte existía, que rondaba alrededor de todos, esperando su momento. Yo siempre conviví con la muerte de cerca. Se había llevado a mis padres hace un par de años. Se había llevado a mi abuelo cuando había cumplido mis diez años. Aún con eso, nunca logré acostumbrarme a tenerla cerca y nunca lo iba a hacer.
Sabine se fue. No dejó ningún mensaje y nadie oyó sus últimas palabras. Había muerto sola, viendo televisión en el sofá, bebiendo un vino caro. En mi cumpleaños.
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El Modelo Británico (Romance)
Teen FictionJean tiene mala fama. Chris es un sex-simbol. A pesar de su mala fama, Jean Swinch, aspira a ser una modelo mundialmente conocida. Tras firmar un contrato con una famosa marca de perfumes, deberá viajar a Londres, pero, a pesar de que era una...