El Modelo Británico (Romance)

17 - 💄¿Me quiere en serio?💄

La vida está llena de matices. No todo es blanco o negro, porque, la mayor parte del tiempo, todo estaba gris. Sabine acababa de cumplir los cincuenta y tres años cuando murió. Había cumplido todas sus metas, sus sueños. Había dirigido una agencia de modelaje ella sola hasta llegar a ser una de las más prestigiosas de Australia. La vida está llena de grises, como los colores del cielo Londinense, como los colores de un funeral.

Un par de días después de lo sucedido, fue difícil convivir con la idea de su muerte. Sophie ni siquiera quería salir de su cuarto. Jaime venía a visitarla, pero ella terminaba echándolo. Chris ni siquiera llamó. Cuando le escribía siempre contestaba horas después y con una excusa nueva para no volver a la casa. ¿A caso no quería verme?

Pero lo que importaba en ese momento era Sabine.

—¿Toda esa gente conoce a Sabine? —pregunté.

Varias personas iban llegando al funeral que se llevaba a cabo en una muy conocida casa de paz. Muchos trajeron sus mejores trajes y sus vestidos negros de marca.

—Muchos vienen por el evento de después —respondió Sophie. Ella estaba vestida de negro también, con un traje muy parecido al estilo que siempre llevaba la jefa.

En el centro del salón había un féretro de pintura negra brillante, con la tapa cerrada sobre dos mesitas ornamentadas, con tornillos brillantes. La decoración era sutil y nada exagerado. Había unas sillas puestas en filas puestas para los invitados en dos grandes columnas y un par de mesas a los costados con bocadillos. Sabine no había hecho ninguna petición en ningún tipo de documento de sobre cómo debía ser su funeral. Nadie siquiera sabía si prefería ser cremada.

—¿Freddy te escribió? —dije. Le había contado lo de la muerte de Sabine, pero no supo qué decir.

—No podrá venir —contestó ella—. No puede pagar el viaje, pero me pidió que te diga que no estás sola.

Sonreí a pesar de todo.

Sophie ya no lloraba, pues había pasado todo el proceso de luto desde que la habían llamado para contarle lo sucedido. Se veía tranquila y, de alguna cierta forma melancólica, feliz. Había asimilado todo.

Jaime entró al salón y se acercó a nosotras. Se había puesto un traje sencillo y parecía desanimado. Los últimos días ese chico me había impresionado, porque parecía estar realmente interesado en Sophie. Solo estaban saliendo, pero en serio se notaba que tomaba la relación como prioridad.

—¿Están bien, chicas? —preguntó con amabilidad.

—Estoy bien —dije.

—Y yo —confirmó Sophie—. Aunque estoy algo ansiosa porque aún no sé cómo va ir la presentación.

—No deberías estar pensando en eso —contestó él—. Los editores hicieron un buen trabajo y Jeanette y Chris actuaron bien. No hay nada de qué preocuparse.

—Perdón por lo de la otra noche —susurró Sophie, agachando la mirada al suelo.

—No tienes porqué disculparte —dijo Jaime—. Estás pasando por mucho y yo voy a estar contigo. Quiero estar contigo. Sé que Sabine era muy importante para ti.

Desearía que me dijeran cosas así.

Ella le tomó la mano. Me pareció algo muy tierno, pues mi amiga era una mujer muy romántica y siempre salía con patanes, pero, en ese momento, había encontrado al indicado. Un hombre que en serio la apoyaba y la quería sin importarle que a veces estuviera de mal humor.

Mi teléfono sonó.

—Seguro es Chris —dijo Sophie.

—¿Aún no vino? —preguntó Jaime.

—Creí que iba a venir contigo —dije.

Él negó con la cabeza.

Revisé mi teléfono. Tres mensajes de Chris me habían llegado por mensaje directo.

Chris: Hola, hermosa. ;)

Chris: No podré ir al evento hoy.

Chris: Cuéntame si salí lindo en el comercial.

Miré a Sophie y a Jaime. Estaban charlando, compartiendo miradas de complicidad.

—Discúlpenme, ya vuelvo. —Me di la vuelta y fui a la calle para poder tener algo de privacidad mientras le escribía.

Yo: Chris, el funeral. ¿No vas a venir ni siquiera a acompañarme un rato?

Yo: Me siento sola.

Esperé casi un minuto hasta que me respondió.

Chris: Lo siento, lo olvidé. L

Chris: Me llamaron de CoolMen.

Chris: Van a hacerme una entrevista. Quizá sea primera plana en la revista. J

Me sentí indignada. Estaba molesta, pero no quería mandarle un audio diciendo que estaba decepcionada porque no había venido al funeral aunque se lo había pedido.

Yo: ok.

Yo: Nos vemos mañana.

Volví al salón junto a Sophie y Jaime. Volvió a sonar mi teléfono en cuanto me acerqué a mi amiga. Revisé.

Chris: Te quiero.

Lo dejé en visto. Decía te quiero todas las noches, pero eran noches en las que no estaba conmigo aunque vivía cerca. Decía te quiero por las tardes, pero solo cuando iba a dejarme plantada. Decía te quiero, pero justo antes de pedirme nudes aunque podía venir hasta la mansión para hacer más que eso. ¿Cómo íbamos a tener una relación si no tenía tiempo para dedicarme?

—¿Estás bien? —me preguntó Jaime.

—Te noto mal —dijo Sophie.

Yo quería un abrazo, pero no quería pedirlo.

—Chris no va a venir —dije.

—Amiga... —Ella me abrazó.

En el fondo sabía que esto iba a pasar, pero no lo quería ver porque..., porque #hormonas. Estaba segura que lo que sentía por él era meramente atracción física y me volvía loca y me alborotaba el corazón. Si yo fuera hombre, tendría erecciones con solo verlo. Pero no todo debía basarse en eso.