Me llegó un mensaje de Sabine, la directora de Model Magnum, la agencia que me representaba, diciéndome que acabaron de firmar un nuevo contrato con una de las más grandes perfumerías de Londres y como la presentación de la última colección fue un éxito, yo volvería a representar a Vitore como modelo principal.
No sabía cómo reaccionar a eso, porque, sin pecar de pretenciosa, me lo esperaba. Enseguida me llegó otro mensaje donde decía que nos tendríamos que mudar allí por una temporada hasta finalizar el lanzamiento del nuevo producto. Ir a Londres. Dejar todo por cumplir mi sueño.
«Mañana a las 9 P.M en el aeropuerto —decía el mensaje—. No llegues tarde.»
Se lo expliqué a mi hermana.
—Sin duda es una excelente oportunidad —dijo Luisa, volteándose con cara de no poder creerlo.
—Viajar de Australia a Londres sería un largo viaje —dije— y lo que más me asusta es el tiempo que iba a permanecer lejos de todos los que conozco.
—Piensa en el dinero —dijo ella.
—Creí que no eras materialista y todo eso.
—Hay que pagar la renta, hermanita —dijo.
—Te voy a extrañar —musité.
—Mira el lado bueno —trató de animarme—. El departamento estará más ordenado.
—¿Ya quieres que me vaya? —dije ofendida.
Ella se rio.
Ya quería ver el rostro de Freddy cuando se enterase de la oportunidad. Seguro se olvidaría por unos instantes lo que había hecho en la cena de anoche. Aquello sí que fue un drama a lo Anna Karenina.
Ya de camino al aeropuerto Sophie, que me vino a buscar al departamento, me contó que el que me recomendó como modelo fue el mismo con quien tuve la famosa noche apasionada que me hizo tendencia en twitter. Al fin y al cabo no estaban del todo errados.
—Él tenía novia —mencionó Sophie con los ojos al frente y una mano en el volante.
—¿Lo dices en serio? —le pregunté. Afuera había mucho tránsito—. Ahora tiene un poco más de sentido tanto drama por un beso.
—Sospecho que fue como una disculpa —dijo ella, mirando el retrovisor—, por sobrepasarse contigo.
—De todas las cosas malas que ya hice —dije, pensativa—, al fin una tiene buen resultado.
—¿Sabine te dijo algo sobre eso? —preguntó Sophie—. A veces es una mujer temperamental.
—Afortunadamente no —dije—. Freddy es el que recibe los golpes por mí. En serio lo amo. Seguro me odia por ser una irresponsable.
—Fredd es un hombre entregado, Jean. Vio potencial en ti y por eso se volvió tu representante. Lo hizo a pesar de los riesgos.
Ya en el aeropuerto, me despedí de Freddy, que no iba a viajar con nosotras porque dijo que también es representante de mi hermana, y que tenían que hacerle publicidad a su nuevo libro. Me alegré por ella y su proyecto, pero también supe que lo iba a necesitar y no estaría conmigo. Me despedí de él con un largo abrazo, como lo hice de Luisa.
Enuna hora ya estábamos en el aire. Ver todo el estado de Melburne desde arriba era impresionante. Era la primera vez que tenía un viaje tan largo, lo cual me emocionó mucho. Luego de 14 horas durmiendo recostada por Sophie, por fin llegamos. Bajamos medio mareadas junto con Sabine, quien se había bajado de primera clase, y el equipo de sus trajeados abogados y sexis diseñadoras. No podría creer lo que estaba a punto de empezar.
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El Modelo Británico (Romance)
Novela JuvenilJean tiene mala fama. Chris es un sex-simbol. A pesar de su mala fama, Jean Swinch, aspira a ser una modelo mundialmente conocida. Tras firmar un contrato con una famosa marca de perfumes, deberá viajar a Londres, pero, a pesar de que era una...