17.- Los amigos no hacen eso, Daniel.

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Este se lo dedico a @Nathaliaaa5 por estar ahí, al pendiente de la historia ❤️ ajskajsja muchas gracias por tus votos bonita  tq✨  

Ahora... el capítulo jaksja 

◈◈◈

一 ¡Pero mira que bonito juguete, lo quiero! 一pido.

Y hago una mueca apenas escucho lo que he terminado de decir. Sí, claro que he sonado muy infantil.

Mierda, me estoy viendo como una cría, lo sé y aún así no puedo evitarlo. De alguna forma me siento libre cuando lo hago.

Daniel me mira completamente divertido, como si le agradara que fuera así, infantil.

Trae con él el carrito de las compras mientras se apoya en la barra para empujar y sostiene su cabeza sobre una mano.

一 ¿Estás bien? 一 es lo único que pregunta casi mordiéndose el labio.

Está aguantando una carcajada. Lo sé.

En este tiempo que lo he llegado a conocer siento que he empezado a reconocer algunas de sus expresiones o, quizás es normal que una persona se muerda el labio para evitar reír.

Esos bonitos y carnosos labios...

En el tiempo que llevamos en el supermercado hemos vuelto a hablar con naturalidad, casi como si no me hubiera dolido nuestra charla de hace unas horas. Y está bien, me gusta que el ambiente entre nosotros esté tranquilo.

Niego repetidas veces volviendo a centrar mi vista en el peluche que tengo entre mis manos.

Es un lindo panda regordete, tiene puesta una sudadera color rosa y una rama de bambú dibujada en el centro.

Está demasiado lindo...

一 Que bonito puchero 一 la voz baja de Daniel me hace desviar la atención del panda para mirarlo de nuevo.

¿Por qué siempre que lo miro está sonriendo? ¿seré tan chistosa?

Hago una mueca ante el pensamiento, sin embargo, esta se va apenas recuerdo lo que dijo.

一 ¿Es lindo mi puchero o la linda soy yo? 一 interrogo.

一 El puchero es lindo porque lo haces tú 一 dice antes de pasar por mi lado y empezar a caminar.

Como que a alguien se le olvida lo de amigos.

Cállate.

Ya.

Joder, esta especie de juego que nos traemos me va a volver loca.

Carraspeo, dejando el panda a un lado para comenzar a seguirlo.

Estamos en un supermercado comprando... juguetes.

Sí, juguetes.

¿No se les podía ocurrir otra pendejada?

No.

一 ¿Me recuerdas por qué venimos a comprar juguetes? 一 hablo una vez que llego a su costado.

一 Es con fines de investigación 一 dice, levantando la mirada casi como si fuera alguien superior.

Y... lo recuerdo.

Claro que lo recuerdo.

Ahora tenemos un club para saber si los juguetes tienen vida.

Ya me arrepiento de no haber treído conmigo al panda.

La idea del club es absurda, pero me encanta que lo sea. Eso mismo hace que comience a sentir en mi pecho una extraña calidez mientras andamos por los pasillos del lugar.

Marrón en el ArcoírisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora