20.- Chiles rellenos.

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Elios se despierta debido a la falta de movimiento.

Su cara somnolienta se asoma entre los sillones delanteros pasando la mirada de Daniel a la mía varias veces.

一¿Ya llegamos? 一dice aún sin los ojos bien abiertos.

Daniel y yo nos miramos, exactamente sin saber qué decir.

Ay, mi pobre amigo.

¿Cómo le digo que seguimos perdidos? y peor aún, ¿cómo le digo que nos quedamos varados en medio de la nada?

一Escúchame pero no te alteres.

Elios fija sus ojos en mí aún adormilado y casi estoy segura de que intenta enfocarme.

一¿No estamos en San Francisco ya? 一pregunta antes de bostezar.

一No.

一¿Por qué?

一Porque no hay gasolina.

一Pues échenle gasolina 一habla, como si fuera obvio.

Respiro ondo mientras ruedo los ojos y, apretando un poco las manos en mis piernas suelto un suspiro para comenzar a hablar.

一¿Te acuerdas que nos habíamos perdido? 一asiente一 pues resulta que no hemos salido a la carretera principal y...ya nos quedamos sin reserva.

Ahora sí abre los ojos con ganas. De hecho, casi amenazan con que se les salgan.

Daniel sigue callado, mirando hacia el frente. Seguro intentando pensar algo. No ha apartado la mano del volante, pero usa la otra para masajearse las sienes.

一¡¿Dices que... estamos aquí,con la posibilidad de morir y que nadie nos encuentre?!

一Yo no dije eso.

一¡¿Y dices que tendremos que recurrir al canibalismo para salvarnos?!

一¿Qué? 一intento no reír, pero su cara de espanto no colabora.

一Desa, no quiero morir, aún no conquisto a la chica que me gusta.

一Eli...

一¡Y peor aún, todavía no soy tío!

Mi amigo se lanza hacia los asientos traseros y apoya su espalda en el respaldo de estos.

一 Diosito, cuando te dije que quería morir no lo decía en serio 一murmura mirando hacia el techo.

一Elios, no vamos a morir 一le digo.

一¡Pero estamos en medio de la nada, a oscuras, con naturaleza salvaje y sin... comida! 一hace una pausa como si se acabara de dar cuenta de algo y da un ligero brinquito一 ¡espera, comida! ¡Daniel abre la cajuela!

Daniel hace lo que pide mi amigo.

Este igual parece recordar u ocurrírsele algo y se baja junto con Elios para checar no sé qué en la parte de atrás. Me giro sobre los asientos, pero la cajuela tapa mi visión y lo único que hago es escucharlos.

一No, que mala suerte 一se queja mi amigo一 no vuelvo a traerte con nosotros, Danielito.

一Míralo como experiencia de vida 一intenta defenderse.

一 Experiencia de vida mi culo.

Intento no reír.

一Ya, baja eso 一dice Daniel con un tono de voz levemente hastiado.

一¿Y si no quiero?

一Elios...

一Tengo las manos llenas.

Marrón en el ArcoírisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora