Capítulo 16

285 33 7
                                    



JUNGKOOK


La fiebre es alucinante. La habitación tiene una extraña cualidad muy inquietante y tengo frío y calor al mismo tiempo.

Solo hay una cosa aquí que se está comportando justo del modo en que necesito y ese es Jimin. Cada vez que abro los ojos, está ahí. Incluso aunque estoy preocupado por su salud, su carrera y cualquier otra maldita cosa. No puedo negar que me reconforta. Porque todo lo que me está pasando es muy desorientador.

—¿Cómo llegué aquí? —pregunto repentinamente.

Levanta la mirada del teléfono.

—Mmm, en ambulancia, estoy bastante seguro. Tu hombre, Danton, me llamó a la pista de hielo, pero no escuché todos los detalles. —Se aclara la garganta—. Creo que dijo algo sobre una ambulancia.

Pensé en eso mientras las paredes brillaban extrañamente. ¿Y luego? Un gran oso pardo aplastó su cuerpo contra la ventana de cristal. Estoy mirando cuando suena el teléfono en la pared y una voz estalla:

—¡Hombre! ¡En qué problema te metiste, J-Bomb!

Mi sinapsis funciona a cámara lenta, pero la risa de Jimin es la que me lo aclara. Taehyung ha llegado. ¡Joder! Trato de alejar despreocupadamente mi mano de la de Jimin, pero me la sujeta con fuerza.

—¿Jimin? —farfullo.

—¿Sí?

—¿Se ha descubierto nuestra tapadera?

—Bueno...

La histeria de Taehyung hace vibrar la pared.

—¿Se descubrió su tapadera? ¿Un oso es católico? ¿El papa caga en el bosque? Vi sus rostros en las noticias de las diez. Bonita fotografía de anuario, J-Bomb.
Jimin salta de la silla y camina hacia la ventana. Estoy bastante seguro de que está haciendo un gesto de cortarle el cuello.

—¿Qué? —cuestiona Taehyung encogiéndose de hombros—. Va a ver la televisión, un periódico o un teléfono antes de mañana, ¿cierto?

De algún modo esta nueva información ayuda a aclararme la mente. Si estamos en las noticias eso significa que todo el mundo se está dando un festín con Jimin como un buffet de cotilleos.

—Lo siento mucho —digo.

Jimin se gira.

—No. Esto no es culpa tuya. Ni siquiera un poco.

Sé que es verdad. Pero apostaré a que esto es un verdadero inconveniente. No me extraña que haya estado curioseando en el teléfono cuando piensa que no estoy mirando.

—¿Qué dice Frank?

Jimin se encoge de hombros.

—Se está encargando de ello. No tienes que preocuparte. —Aun así Jimin no aparenta ni de cerca estar tan calmado como sus palabras.

—Estás atrapado aquí conmigo. Deben estar enfadados por eso. Probablemente hay camiones de prensa frente al estadio.

—Hay camiones de prensa frente al hospital —interviene Taehyung alegremente.

Ambos le miramos.

—¿En serio? —pregunta Jimin.

—¡Sí! Tuve que atravesarlos. Les traje sus pijamas. —Levanta una bolsa de lona—. El supervisor me dejó entrar en el apartamento. No sabía qué cepillo de dientes era de quién, así que simplemente lo traje todo.

US (HIM 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora