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Ignacio

Aún en la cama estiro mi mano con pereza a tomar el celular que suena repetidamente volviéndose un fastidio. Puedo ver la notificación del calendario anunciar...

—Hoy es Navidad.—con esa voz características cuando apenas abres los ojos. Suspiró mirando el techo.

Me siento en la cama y aparto las sabanas para salir caminando hasta el baño. Pongo mis manos en el lavamanos y me miró en el espejo. Entro en la ducha y siento el agua caliente recorrer mi cuerpo relajando cada músculo. Una corriente recorrer cada rincón de mi cuando la recuerdo. Alzó mi cabeza y las gotas de agua caen sobre mi rostro.

***

Abro la puerta mientras adjunto el reloj en mi muñeca. Me detengo al escuchar el llanto de mi sobrina a lo lejos y se escucha muy enojada. Sigo el recorrido hasta su habitación, mientras la escucho calmarse. Encuentro la puerta un poco abierta, así que la abro por completo sigiloso.

—¿Está bien?—murmuro preguntando a la niñera que la mece en sus brazos.

—Si señor. Pude calmarla.—sonrojada apenas me mira y noto su timidez.

La bebé comienza a llorar otra vez y me acerco. Apretar sus puños volviendo sus nudillos blancos.

—¿Qué le pasa?

—Puede que se haya quedado con hambre.

—Dale de comer.

—Recien tomo su biberón.

—Entonces dale más.—ella trata de calmarla meciendola pero no logra ningún avance—Has algo útil para que deje de gritar. Llévala con mi madre, sé que se calmará.

—Está desayunando, no creo que...

—Siempre está encantada de tenerla. Sígueme.

Salimos de la habitación y va tras de mi. Bajamos las escaleras y el llanto de la bebé llama la atención de los guardias y sirvientas que tenemos cerca. Al llegar al comedor mi madre y mi padre están conversando y tomados de la mano mientras toman su desayuno.

—Mamá, aquí te traigo a tu nieta.—camino hasta mi asiento mientras la niñera llega hasta mi madre.

Extiende sus brazos haciendo puchero y es increíble, al instante se calma y solo sollosa leve. Mi padre extiende su dedo a tocar su mano y la agarra con fuerza. Ese gesto llamó mi atención, no sabía que se aferraba de esa manera tan pequeña.

—¿Hoy cenarás con nosotros en la noche?

—Tengo trabajo hoy pero espero llegar pronto. Sé que a mamá eso le es muy importante.

—Es la primera navidad de mi nieta, tenemos que tirarnos muchas fotos tengo pensado hacer un álbum de fotos enorme.

—Definitivamente el espíritu de abuela ya se apoderó de ti.

—No te burles de tu madre—ella se apena y sonríe.

—Déjala Ignacio. Tu madre es muy familiar, no puede evitarlo.

—Si ya me se la historia cursi de ustedes. Mi hermana hizo que nos la contarán miles de veces.

Sonríen cabizbajos por un segundo la bebé bosteza y mi madre se derrite. Es increíble el parecido que tiene a Chris, cabello dorado y ojos del mismo color.

—Nos iremos de viaje hasta después de año nuevo.—dice mi madre.

—Nos llevaremos a la niña—le sigue mi padre.

El Señor Gorikz [MBE] (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora