Casi está al ponerse el sol. El auto llega en medio del bosque y un hombre se acerca a abrir la puerta. El bastón se asoma, luego sale del auto y acomoda sus espejuelos un poco más arriba.
Camina a paso lento con ayuda de su bastón y se adentra en la pequeña casa de madera, sigue hasta las escaleras que descienden bajo tierra. Se queda justo en la puerta, mirándola. Ella tiene sus ojos cerrados, con una mordaza en su boca y amarrada contra la silla de hierro.
—Dejanos a solas.—su voz gastada y temblorosa por los años. Se dirige al hombre tras de él mientras camina unos pocos pasos.
Se cierra la puerta rechinando.
Estando todo en silencio se le acerca a paso lento. Es una joven de cabello largo color borgoña, sus ojos claros y cuerpo sensual muy llamativo, labios gruesos y provocadores.
Cuando jala de la mordaza ella mueve su boca aliviando el dolor e incomodidad de hace un momento. Lo mira mordiendo su labio, y humedeciéndolos.
—Sé que fuistes una de las que tuvo que ver con el robó.—habla directo al asunto.
—Señor, ¿qué pruebas tiene de eso? Acaso...¿me conoce realmente?—su tono es gentil y sensual.
El anciano solo la observa sosteniendose fuerte del bastón entre sus piernas semiabiertas. Sabe que quiere provocarle. Este va a reír pero se retracta del asco que le da. Levantando el bastón del suelo saca la espada escondida dentro. La mujer lo detalla como camina hasta una silla situada a un lado para arrastrarla y colocarla frente a ella. Está vez no cobraba. Gira la silla posicionandola revés, se sienta con sus pies abiertos y pone sus brazos en el espaldar cruzados. Hace sonar su garganta repetidamente.
Ella se sorprende de ver sus movimientos para nada de un anciano común. También truena su cuello
—No intentes seducirme.
—¿Tu vo...?¿Quién eres?—abre sus ojos.
Es cuando se da cuenta que él habla con su verdadero tono, mucho más joven. Una voz ronca y fría.
—Olvida quién soy, decías que...¿con qué pruebas? Pues, tengo suficientes pruebas. Trabajabas en la mansión del señor Igor, eras una de las sirvientas. ¿Pensaste que luego de operarte y cambiar tu nombre no te encontría?
—¿Pero usted no es...no eres el señor IGorio?—aterrada.
—Te equivocas, si soy él, pero a la vez no.
—¿Cómo se que no estás simplemente jugando?
—¿Esto te parece un juego? Hablas o terminamos rápido con esto.—alza la espada apuntando sin importancia a su cuello.
—¡Yo no tuve que ver, era esa sirvienta estúpida que le gustaba mandar a las demás!—tiembla levemente—Su cara daba asco, era horrible cuando te miraba de cerca.
—¿Quién era ella?—fruce el ceño mostrando curiosidad.
—No sé su nombre, nunca estuve cerca de ella lo suficiente. Siempre me aparté a causa de sus insultos. Nunca...
Él suspira interrumpiendola y pone su frente sobre sus brazos.
—Habla en frases cortas, esto me roba tiempo.—alza su cabeza, sus ojos verdes quedan por encima de sus lentes, ella queda flechada, pero él continúa—¿Por qué te hicistes las operaciones y cambiaste a de nombre? ¿Piensas que soy estúpido? ¿De dónde sacastes todo ese dinero?
Ella mira a un lado y aprieta sus labios formando una línea fina.
—Nacistes en el norte, tus estudios fueron en una escuela pública y no fuistes a la universidad, padres divorciados cuando tenías 3 años...
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El Señor Gorikz [MBE] (Borrador)
RomanceIgnacio Gorikz, es el CEO más joven siendo el dueño del rascacielos más alto del mundo y el segundo hijo de la familia más empoderada del país. Su aspecto es atractivo pero su rostro nadie lo conoce a pesar de que los medios se encaprichan en descub...