EL AROMA DE LOS SUEÑOS

26. Pero no dudes nunca de mi amor

Duda que sean fuego las estrellas
duda que el sol se mueva
duda que la verdad sea mentira
pero no dudes nunca de mi amor.

- W. Shakespeare, Hamlet, II, 2

CORA

Mi libreta de dibujo no es más grande que mi mano. La mayoría de páginas están garabateadas: dibujos a boli o con un color cualquiera, reflexiones propias o citas de autores que me inspiraron en algún momento. 

El arte es para consolar a aquellos que están rotos por la vida - Van Gogh.

Encuentro una página casi en blanco, sólo hay una pequeña luna morada en una esquina. Tengo un boli bic azul y un lápiz de madera rosa. Hace un par de días que mi mente se ha vuelto a activar, la necesidad de dibujar es algo que me sale de dentro, como si se encendiera una bombillita y activara la capacidad de plasmar una imagen inventada sobre el papel. Últimamente imagino manos. Dos manos que no se pueden tocar.

Todo lo que puedas imaginar es real - Pablo Picasso.

- Fíjate - Pol se acerca y contengo la risa al verle con delantal -, Cora vuelve a dibujar. ¿Has reabierto el cuaderno de los pensamientos locos?

- Sólo tú opinas que sean locos - veo a su hermana arrodillada entre varias macetas y un saco de abono - Ona, ¿crees que estoy loca?

- "Como una cabra, pero te diré un secreto: Las mejores personas lo están." - contesta citando a la Alicia del país de las maravillas.

- Perdónala - susurra Pol -, está obsesionada con las pelis de Tim Burton.

- ¡Te he oído! - Ona se queja y nos reímos los tres.

El timbre de entrada suena y Beatriz cruza el jardín para abrir. Sonríe al conocer a Darek y Avi, le hemos hablado sobre ellos al llegar y estaba tan contenta de que tuviéramos otros amigos que ha insistido en invitarles a merendar.

- Hola, diablilla - irónico, siendo él el demonio, ruedo los ojos -, se te ve bastante cómoda.

Estoy en la hamaca de tela que cuelga entre dos árboles, a veces vengo y me paso toda la tarde relajada aquí, no sólo porque es cómoda sino porque sienta bien rodearse de familia.

- Habéis tardado, ¡me muero de hambre! - quejarse es gratis y a mí las cosas gratis me encantan.

- ¡Tú siempre tienes hambre! - interviene Pol sacando una jarra de zumo - ¿Cómo tienes tan poca vergüenza?

Nos sentamos en la mesa exterior y me fijo en Ona, parece muerta de vergüenza y, para colmo, Darek se ha sentado a su lado. Me dispongo a decirle que me cambie el sitio cuando le hace una pregunta a la pequeña.

- ¿Has plantado tú sola todo ese huerto? - señala el rincón de las plantas.

- Sí, hace tiempo que no compramos tomates porque comemos de los míos - contesta.

- ¿En serio? - Darek parece realmente impresionado, no sé si es de verdad o lo hace por agradar a la niña - Mantener plantas vivas y preocuparse de su crecimiento es un trabajo difícil y constante, deberías estar orgullosa. ¿Puedo probar uno de tus tomates?

- ¡Claro! - Ona se levanta emocionada y corre a la cocina.

Todos miramos a Darek como si acabara de pasar un fantasma por detrás. Y no es para menos, no es usual que la hermana de Pol se ilusione por algo o corra feliz, es muy reservada y, mentalmente, demasiado mayor para tener ocho años.