Capitulo 5

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Agh, ¿por qué su cabeza dolía?, ¿por qué su ropa se sentía incomoda y su almohada húmeda? quería seguir durmiendo y unas voces discutiendo no lo dejaban.

Se sentó con toda la flojera del mundo y pudo ver como Sirius intentaba zafarse del agarre de Narcissa mientras que Alessa hacía lo mismo pero con Lucius, sin poder evitarlo, comenzó a reir, jamás se habría imaginado al matrimonio Malfoy intentando que dos adolescentes se mataran, al menos no sin magia.

La pelea se detuvo y las miradas se posaron en él inmediatamente, –¡Severus!– exclamaron varias voces al mismo tiempo.

–Que bueno que despiertas, tengo algunas observaciones sobre los parches y la poción– sonó la voz de Helbert, un viejo beta que estaba fascinado con su creación y sus efectos.

–Spleen, no creo que sea– intentó decir Malfoy.

–No, no, quiero oír esas observaciones– interrumpió Sev.

–La buena noticia es que: ya se por qué falló la poción. La mala es que por ordenes de Lord Malfoy: retiré tus parches temporalmente– ¡¿que Lucius qué?!.

–Se ve que estás impactado pero hay una respuesta para eso, por una sobredosis de la poción, tus glándulas corrían riesgo, por lo que las retiré pero lo positivo es que se pueden usar de forma segura con un lapso de descanso, ¿no es genial?– preguntó con una enorme sonrisa.

–¿De cuanto tiempo estamos hablando?– preguntó nervioso.

–Al menos un una semana o dos–

–¡Eso es mucho tiempo!–

–Un día a la vez, joven Snape. Mira el lado positivo, ya llevas un día– ¿eh?.

–¿Cómo que llevo un día?–

–Estuviste inconsciente desde ayer en la madrugada, tu celo hizo que tu temperatura se elevara mucho– respondió Cissy suavemente.

–¿Falté a clases ayer?... esperen ¿qué hora es?– preguntó alarmado.

–No te preocupes, ericito; tomé apuntes para ti de todas las clases– sonó la voz coqueta de Zabini seguida de un gruñido de Black.

–Está transcurriendo la última clase del día– respondió el Gryffindor.

Con que por eso no estaban Regulus y Barty, –¿Quién está tomando los apuntes de Transformaciones– preguntó a Alessa.

–Oscar, le tuve que pagar pero... lo está haciendo decente y pero no te preocupes, después lo transcribo y te lo paso– respondió sin preocupación y guiñándole un ojo al final.

–¡Yo también le podría pasar los apuntes!– exclamó Sirius.

–¿Sabes escribir?– preguntó la morena con """genuina""" confusión, obteniendo otro gruñido.

–Basta. Alessa, ¿podrías traerme mi libreta de pociones, mi libro y algo para escribir?–

–¿Qué? ¿por qué ella?– preguntó el alfa con algo de indignación.

–Porque ella no husmeará entre mis cosas– la chica ya había estado en su habitación cuando... ajá, el punto es que la chica no robaría alguna de sus prendas.

–¿Me crees capaz de eso?– preguntó mientras se hacía el ofendido.

Le hizo una mueca de "si, lo creo" y el león le puso cara de perrito regañado. –Sirius, sería mejor que vayas a clase, nosotros cuidaremos de Severus– indicó cordialmente la Malfoy mientras lo echaba de la enfermería.

La italiana prometió volver pronto y se fue, dejándolo solo con el matrimonio y el doctor que al parecer no duraría mucho porque ya estaba guardando sus cosas. –Bueno, tan solo descansa hasta que te sientas mucho mejor y lleva un registro de cualquier cosa, nos vemos en una semana– se despidió mientras se dirigía a la chimenea y se iba.

El pelinegro suspiró y se acostó de nuevo por completo, todo era un desastre, tendría una semana apestando a omega y todos lo verían con curiosidad, algunos incluso podrían molestarlo o aún peor... intentar coquetearle.

Aunque por fin esas personas chismosas saciarán su ansia por saber "¿por qué la heredera Zabini a veces le coquetea?" o la constante sobreprotección de dos Black, Lord Malfoy y el hijo del director del departamento de Seguridad Mágica.

Sintió una mano sobre la suya y al voltear, se encontró con unos amables ojos grises, –Si quieres puedo marcarte con mi aroma en lo que vas a comer– ofreció.

–No, no soy muy fan de oler a alguien más... ¿el medimago les dijo por qué falló la poción?–

–Al parecer eres compatible hormonalmente con Black– respondió Lucius con algo de molestia.

–¿O sea que fallará cada vez que encuentre a alguien hormonalmente compatible conmigo?– ¿por qué de todas las personas tenía que ser Black? ¡incluso Alessa habría sido mejor!.

–Hay una solución pero... bueno, ya la negaste– mencionó Cissy con algo de lastima.

–¿Cuál?–

–La razón por la que creaste la poción desde un inicio– ¡oh, claro! la """maravillosa""" idea de ser marcado por un/a alfa.

Soltó un gruñido de desesperación mientras se tapaba la cara y pudo sentir el ligero espesor del aroma del par de alfas, así que decidió cambiar de tema –Por otro lado... ya seleccioné los ingredientes con los que voy a iniciar la prueba #1– mencionó mientras liberaba su rostro.

–¿O sea que pronto podré probarlas?– preguntó la Malfoy con ilusión.

–No se los efectos colaterales así que... quizás sea mejor iniciar con pruebas de sangre– probar en animales le daba algo de cosa así que trataba de hacer pruebas de otra manera.

–¡Genial! enviaré a Spleen con algunos mililitros de mi sangre– aceptó la alfa emocionada, mientras su pareja la tomaba de la mano.

Pero no podía culparlos por estar emocionados, incluso él ansiaba cuidar a un pequeño Lucius o una pequeña Cissy aunque esos dos no lucían muy diferentes físicamente. Alessa volvió con sus cosas, se las entregó y se fue al comedor por algo de comida "para ambos", aunque seguramente Regulus y Barty lo harían.






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