Capitulo 18

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Una semana había pasado desde el suceso, una semana en la que Sirius había estado furioso con cualquier cosa que se moviera, una semana en la que Regulus/Barty/Lucius y Narcissa habían armado un plan perfecto para deshacerse de la italiana por unos días.

Severus estaba recostado sobre una cama ajena, sintiendo como un par de manos ajenas recorrían sus piernas mientras que unos labios atacaban su cuello sin piedad, haciendo que el omega se retorciera sobre las cobijas mientras mordía su labio inferior, en búsqueda de no soltar algún ruido indecente a parte de sus respiraciones agitadas.

La alfa separó su rostro de su cuello y desde la perspectiva del más bajo, solo podía ver el pelo desordenado de Alessa, unos ojos repletos de deseo y sus labios hinchados. La alfa subió un poco para juntar sus labios cuando un par de toques sonaron en su puerta.

-¿Quién es?- preguntó la chica en voz alta.

-Tua madre- respondió una voz desconocida en italiano.

-Carajo- murmuró la chica.

-Si te ven, nos casaremos en un mes- advirtió con la mirada fija en la puerta.

Severus la había estado pasando genial con Alessa esa semana pero definitivamente no se quería casar con ella... al menos no dentro de un mes. El mestizo se quitó a la sangre pura de encima y corrió sigilosamente hacia el baño, viendo al final como la chica se arreglaba con magia.

Desde el baño pudo oír como la puerta se abría y un trío de voces en italiano se escuchaban, discutiendo sobre algo que el pelinegro desconocía por completo.

La puerta se cerró de golpe al cabo de un largo par de minutos y desde el cubículo pudo oler como la alfa estaba enojada. Unos pasos pesados se escucharon hacia su dirección y la puerta del baño fue abruptamente abierta, dando paso a una Alessa buscando consuelo.

La italiana lo tomó de la cintura y lo jaló hacia ella, hundiendo su nariz sobre su glándula izquierda, suspiró y dijo -Ella quiere que vaya a Italia por un par de días por un "asunto familiar"-.

-Mmmmm quizás alguien en tu familia enfermó- propuso mientras masajeaba el cuero cabelludo de la contraria.

-No lo sé, pero igualmente estoy obligaba a ir-

-Tranquila, si sucede algo puedes escribirme- ofreció Severus amablemente.

-Te escribiré así no haya pasado nada malo- murmuró dócil.

-¿En cuanto tiempo te tienes que ir?-

-En 20 minutos-

El más bajo abrió los ojos de par en par y habló -¿Y qué haces aquí? empieza a hacer tu maleta-.

La más alta se quejó y se enderezó para convocar un elfo para que empacara su ropa, mientras que ella volvía felizmente a los brazos de su omega.

Severus bufó en desacuerdo de usar al elfo para eso pero igualmente aceptó a la alfa restregandose contra sus parches. -¿Te los puedes quitar un momento?- preguntó tímida, algo sumamente raro en ella.

El más bajo dudó pero aceptó, a fin de cuentas, el laboratorio de pociones no estaba lejos de su sala. -Tu madre no te dirán nada- preguntó en búsqueda de una excusa.

-Pfff si al caso y papá querrá saber si ya tengo un pretendiente pero a madre no le interesa-

Snape se le quedó viendo en silencio en búsqueda de sacar más información y Zabini cedió -Mi madre es una alfa Italiana, mi papá es un omega Inglés. Solo que crecí en Italia y papá quiso mandarme a Hogwarts porque aquí estudió el- al parecer la chica quería repetir la historia de amor entre sus padres, que lindo.

-¿Entonces estás planeando que tengamos una pequeña alfa?- preguntó con ironía mientras veía fijamente a los ojos de la contraria.

-No me niego a la posibilidad, aunque también podríamos tener un pequeño omega o quizás uno de cada uno- respondió con cariño y frotó sus narices.

-Creí que solo querías uno-

-Acepto hasta 1 de cada uno pero no te aseguro que salgan a la primera, quizás nos lleve algunos intentos- dijo pícaramente y algo en su cerebro le lanzó en la cara un pequeño cachorro de ojos grises, haciéndolo entrar en pánico.

-Guardate tus propuestas indecentes para otro momento, ahora te tienes que ir- señaló su maleta ya hecha sobre su cama.

La alfa suspiró y despegó uno de sus parches para frotar sus glándulas y mezclar su aroma. Severus sintió mariposas en el estómago e inclinó la cabeza hacia un lado para darle un mejor acceso.

Alessa levantó la cabeza y le dio un beso casto, -Te mandaré una carta en cuanto llegue- y con eso, lo soltó y se dirigió hacia su maleta para tomarla.

Se dirigió a la puerta, se dió media vuelta para lanzarle un beso y salir por fin de la habitación.








🌸✨: Sabían que las "mariposas" en el estómago en realidad son ansiedad estomacal?? xD busquenlo

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