Parches para el aroma

Capitulo 16

Alessa lo estaba siguiendo a pesar de que ya le había gritado que no quería verla, ni a ella, ni a nadie. En algún punto se chocó con un árbol a la orilla del lago negro y se pegó a la corteza mientras se dejaba caer lentamente.

–Severus ¿qué sucedió?– preguntó la italiana mientras trataba de recuperar el aliento.

–¡No quiero ver a nadie, tan solo déjame en paz!– le volvió a gritar mientras se cubría con fuerza el rostro; sentía sus ojos picar y una fuerte presión en el pecho, ¡ese maldito infeliz le había mentido!.

La alfa se sentó a su lado y lo abrazó, la chica no tenía idea de cuál era el problema pero ahí estaba, ensuciando su uniforme con tierra y liberando algunas de sus feromonas para calmarlo.

Permanecieron en silencio un par de segundos hasta que Severus no pudo más con el dolor y comenzó a llorar en voz alta, impotente por no poder parar el sentimiento, impotente porque no podía reprimir el sentimiento. Desde niño siempre había odiado mostrar tanto sus emociones, así que ese sentimiento mezclado con un corazón roto, lo hacían sentirse humillado.

El omega se hizo un ovillo mientras intentaba reprimir sus hipidos, cosa que no dejó pasar su amiga, ésta se quitó la capa y lo cubrió con la tela, haciendo que Severus quedará rodeado con su aroma.

Sev se aferró a la capa, dejando que su nariz se llenará con el aroma, un aroma intenso que se quedaba impregnado como una peste, un aroma que le recordaba que siempre habría alguien a su lado, a pesar de que le mintiera de forma tan descarada.

–Dejalo salir, aquí estoy– pronunció dulcemente la morena.

Continuó llorando hasta que una brisa fresca chocó con ellos, avisando sobre una lluvia segura; Severus subió el rostro y se encontró con el perfil de Alessa, una piel tostada con facciones simétricas, labios gruesos y ojos avellanados de color verde olivo, con un cabello chino de un café oscuro; si tuvieran un cachorro... Severus desearía que se pareciera a Alessa más que a él.

La chica volteó la cabeza al notar que la miraba, la contraria tomó su rostro entre sus manos y comenzó a limpiar las lágrimas sobre sus mejillas, dándole el deleite de sentir el calor de su suave piel.

–Hay que regresar, no quiero que te resfríes– murmuró con una mirada cálida, obteniendo una negativa del más bajo.

–Puedes quedarte en mi cuarto si no quieres hablar con nadie más, estoy segura de que será el último lugar donde te van a buscar–

Severus se quedó pensativo pero otra ráfaga los azotó, ambos suspiraron y se pararon, ya en dirección a la escuela. El más bajo no consideraba que hiciera tanto frío pero quizás era porque se había rehusado a soltar la capa de la contraria.

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Muchas personas ya le habían preguntado por su obsesión hacia Snape y su respuesta siempre variaba dependiendo de su humor, había veces en las que les respondía de mala manera con un "cierra el hocico y métete en tus asuntos" o en los días buenos que respondía con algo más sutil como "me gusta X cosa de él".

La mayoría de sus amigas le repetían hasta el cansancio que dejara esa estupidez de querer hacerlo la madre de sus cachorros pero... oh, espera, era verdad; no quería que Severus le diera un cachorro para después dejarlo en paz y seguir con su plan de vida, claro que no.

Al inicio sí pero actualmente no, quería hacerlo oficialmente "Lord Zabini", había modificado su plan de vida por él, así que eso significaba que no lo dejaría en paz y ya, significaba que estaba dispuesta a obtener a quien quería de cualquier modo.

¿La razón? simple; siempre había amado las cosas exóticas o fuera del alcance común, así que cuando se enteró que uno de sus compañeros era un omega, se interesó ligeramente en él. Un omega que era mejor que ella en pociones, un omega protegido por miembros de la élite Inglesa, un omega que tenía una lengua afilada contra cualquiera, un omega difícil de ganarse, un omega con un pasado desconocido.

En Italia se acostumbra que antes de cualquier matrimonio, los padres o tutores legales, investigaban las raíces y a la familia de quien sería su próxima/o yerno/nuera, así que ella no iba a romper esa tradición. Investigó arduamente durante meses y dió con la familia paterna de Severus.

Visitó el barrio y la casa, una imagen horrorosa pero que al mismo tiempo le daba una idea de que nervio tocar para que su ericito bajara las murallas. Investigó sobre su familia materna y grande fue su sorpresa al descubrir que era prácticamente el último de los Prince, aún tenía abuelos que se negaban a reconocerlo como su descendiente pero ya ella se desharía de esos viejos decrépitos para darle a su omega el título que merecía de nacimiento.

Siguió escalando la investigación sobre la familia Prince y fue extasiante cuando descubrió un antepasado sumamente importante en el linaje del pelinegro descendiente de una Dinastía Romana muy antigua, cosa que hizo que su deseo se transformara en obsesión. Ya no quería simplemente al omega de lindos rasgos e increíble inteligencia, ahora quería al feroz omega que descendía de emperadores romanos.

Así que en ese momento no podía hacer más que sonreír mientras jugaba con los lacios mechones de su omega, cada día estaba más cerca de obtener su objetivo y Black no lo iba a impedir con "la fuerza del amor y la amistad".

Ya se había deshecho de Evans y ese día había dado el primer golpe para deshacerse de Black, así que se podría decir que todo marchaba correctamente.

🌸✨: Se que parece que me saqué lo de la dinastía romana del ql PERO no, bueno, no tanto, investiguen en la wiki de HP sobre la etimología del nombre de Severus xd