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Por la mañana, Ha-ri despertó en los brazos de Felix, sin ningún rastro de Hyunjin. Trató de salir de los brazos del pecoso con éxito y salió de la habitación en busca del mayor. Lo encontró en la cocina haciendo el desayuno mientras cantaba una canción.
— Buenos días, princesa. ¿Quieres desayunar? — Preguntó mientras la abrazaba de lado.
— Buenos días, Jinnie. Y sí, por favor. Extraño tu comida — Pidió con una sonrisa.
— Eso es porque ya te olvidaste de nosotros, grosera — Dijo con una mueca, haciéndola reír.
— ¿Qué hora es? — Preguntó mientras lo miraba alejarse para ir a despertar a Felix.
— Las ocho — Gritó ya lejos. Ha-ri asintió para si misma, tendría tiempo para ir a casa y tomar su bolso con su ropa para el viaje. No había hablado con nadie, y tampoco nadie le había hablado, ya que según todos, estaba con Minho.
Felix llegó junto a Hyunjin, y así los tres se dispusieron a desayunar, como en los viejos tiempos. Luego al acabar, dejaron que Ha-ri se duchara y le prestaron ropa de Emily, la hermana de Felix. Le quedaba algo apretada, ya que el cuerpo de Emily era más pequeño que el de Ha-ri, pero le servía.
A las 10 salieron rumbo a la casa de Ha-ri, y al dejarla, Soohyun y Yeji miraron por la ventana como un pelinegro y un rubio la abrazaban y se despedían de ella.
— ¿Por qué viniste con Hyunjin y Felix? — Preguntó su hermano cuando Ha-ri entró a la casa.
— Ah, me los encontré cuando venía de la casa de Minho — Trató de hacer su mejor sonrisa, no quería que ellos se enteraran de lo que pasó y comenzaran a odiar a Minho. — Hace tiempo que no los veía, así que fuimos a tomar un café y me trajeron hasta aquí. Ahora si me disculpan, tengo que ir a cambiarme para irme. Chris pasará en quince minutos — Y así como entró, se fue. Soohyun le restó importancia, pero Yeji sabía que la menor mentía en algo, no sabía en qué, pero lo hacía.
Empacó algunas cosas que sabía que a Ha-ri y a sus amigos les gustarían, ya que eran sus postres especiales, y siguiendo su instinto maternal y de hermana mayor, esta vez no empacó los postres de Minho y Ha-ri juntos, sino que separados. No supo porque lo hizo hasta que lo vio, pero lo dejó así y subió a la habitación de la menor.
Esta se encontraba lista para irse, terminando de peinar su cabello y poner algún accesorio bonito en peinado, el cuál eran dos trenzas a los lados de su cara, y luego todo su cabello suelto. Colocó unos broches de mariposa y luego se giró para encontrarse con Yeji.
— Siento que estás mintiendo, pero cuando vuelvas de tu viaje hablaremos — Ha-ri tragó en seco y la abrazó, siendo apretada por la contraria, transmitiéndole paz. — En ese bolso están algunos postres para tus amigos, cada caja tiene el nombre de cada uno. Y no sé porque, pero tus mentiras tienen algo que ver con Minho, así que empaqué tu postres separado del suyo — Se separó del abrazo y Ha-ri la miró sorprendida. — ¿Qué? Te conozco desde que eras una bebé.
