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Ha-ri miraba con ternura al castaño que estaba a metros suyos

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Ha-ri miraba con ternura al castaño que estaba a metros suyos. Minho miraba con ilusión todas las figuras y pósters de sus animes favoritos, que eran muchos por cierto.

— Amor, ¿me compras una figurita de Sailor Moon? — Ha-ri rió con ternura cuando el mayor comenzó a dar saltitos mientras sus ojos brillaban y le pedía una figura de Serena Tsukino. Minho era fan de Sailor Moon, eso estaba claro.

Por lo general son los hombres los que les compran regalos y detalles a sus novias, pero con ellos era al contrario. Ha-ri sabía que la situación económica de Minho no le permitía esos lujos de comprar cosas que a él le gustaran, ya que solo tenía para pagar la universidad y comprar comida.

Todo ese dinero de todos los trabajos que tuvo en sus años pasados eran los que lo mantenían a flote con los pagos de universidad, comida, luz, agua, y servicio de cable e internet. Ya que renunció a todos sus trabajos cuando conoció a Ha-ri y esta prácticamente lo obligara a renunciar a todos.

Minho odiaba que Ha-ri le pagara absolutamente todo, y siempre la desobedecía y conseguía un nuevo trabajo, pero dejó de hacerlo cuando su cuerpo tuvo un colapso debido al estrés y tanto trabajo acumulado. Desde entonces le prometió a Ha-ri nunca volver a trabajar hasta acabar la universidad, y mientras tanto, ella pagaría todo lo que él necesitara.

Soohyun al enterarse de la situación del mayor, y su futuro cuñado, decidió darle una tarjeta de crédito a Minho, para que pudiera pagar sus gastos, comida y ropa. Minho se negó ante ellos, pero ante las tres miradas fulminantes de Ha-ri, Soohyun y Yeji, no tuvo más opción que aceptar. Desde entonces, iba con algunos de los tres a comprar ropa y cosas que necesitara, igual que comida y diferentes cosas necesarias. No quería abusar de lo que le daban, por ende, jamás compró algo que a él le gustara con ese dinero, pues solo lo usaba para cosas importantes.

Con el paso del tiempo, se acostumbró a pedirle cosas a Ha-ri, y ella se las compraba ya que Minho pocas veces le pedía algo. Ahora que eran novios, ella esperaba que Minho se abriera más a pedirle cosas, ya que ella no tenía ningún problema de comprarle cosas que a él le gustaran con tal de verlo feliz.

— Vamos a comprarla. Hoy es tu día, así que piden lo que quieras — Minho la miró sonriente y besó cortamente sus labios, para tomarla de la mano y llevarla hacia el puesto donde estaba la figura que él quería.

Durante tres horas dieron vueltas y vueltas, y Minho tuvo la confianza de pedirle lo que él quisiera. Al final salieron de la Expo con 20 pósters, cinco figuritas, y accesorios de sus animes favoritos. Y claro, entre esas cosas también iban cosas de Ha-ri, ya que al pasar tiempo con él, su gusto por el anime se le contagió.

— ¿Podemos jugar con las espadas en la noche? — Preguntó mientras iba de la mano con el mayor. Él rió y asintió.

— ¿Harás de Mikasa o algo así? — Su tono burlón hizo que su novia le diera un codazo en el estómago, dejándolo sin aire.

🤍┆𝙄 𝙇𝙊𝙑𝙀 𝙐  ─── 𝘓𝘦𝘦 𝘒𝘯𝘰𝘸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora