Capítulo 2: ¿Qué puedo hacer por ti?

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Diez años después; Sector Möbius

Seis de la tarde en punto.

Una nave estaba bajando al campo de llegada de la base. Está fue recibida por el pabellón B por el líder Zector, un cocodrilo verde, de la nave bajó el hijo del comandante, Zhadow, con veinticuatro años de edad. Su padre le había creado un título para que rl azabache fuera reconocido, el sub-comandante Zhadow the hedgehog.

El moreno bajó de la nave junto con algunos soldados del pabellón D, incluida la líder de aquel equipo, Zouge, una murciélaga la cual era una mujer bastante cercana al sub-comandante.

—Zector. —Mencionó Zhadow llegando enfrente de él con los soldados detrás suyo. —¿Y mi padre?

—El comandante Zeckard está en una reunión ahora mismo, pero le informamos de su llegada. —Respondió el de mayor altura a lo que el ónix asintió. —Fue un viaje muy largo, lo mejor es que vaya a descansar.

—No, así estoy bien, quiero ver a mi padre para informarle los cambios que hubieron en la reunión con la comandante Zally. —Dijo y fue ingresando a la base.

Zector se iba a retirar pero fue detenido por el azabache a último momento.

—¿Y Zonic? Creí que el iba a estar aquí.

—Zonic esta entrenando al pabellón A, ya sabe, se toma su papel de líder muy en serio. —Rió mientras que el otro sólo asintió.

Zhadow se metió a la base, Zouge se fue a los cuarteles de los soldados para tomar un descanso con su pabellón.

En aquel gran campo de césped verde, estaba un erizo joven azul de veinte años recién cumplidos, éste estaba entrenando contra tres soldados el solo

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En aquel gran campo de césped verde, estaba un erizo joven azul de veinte años recién cumplidos, éste estaba entrenando contra tres soldados el solo. Mientras esquivaba los golpes de los contrarios y también usándolos a su favor.

Aquellos jóvenes aún era novatos, por lo cual, el se encargó de enseñarles diferentes técnicas y uso de armas para una misión que venía en camino. Cuando logró hacer que todos ellos cayeran rendidos sobre el suelo, observó como desde lejos venía Zector.
Los soldados se levantaron para estar firmes a la llegada del líder del pabellón B.

—Vayan a comer algo muchachos. —Indicó el cocodrilo a los que los tres soldados lo obedecieron al instante.

—¿Qué pasa Zector? —Zonic se dio la vuelta mientras tomaba de una botella de agua.

—Zhadow ha regresado. —Informó a lo que el otro ni se inmutó sobre la noticia. —Me preguntó por tí.

—¿Así? —preguntó levantando una ceja. —Lo veré después, tengo mucho trabajo el día de hoy y mañana habrá una reunión, ¿Tienes idea para que sea?

—No lo sé, pero el comandante Zeckard se veía muy disgustado.

—Los tratos con la zona Hexágon no fueron muy gratas, el comandante Zavok ha estado inquietando a todos con sus decisiones. —Respondió mientras estiraba sus dos brazos. —¿Sólo para esto viniste?

—Hey, no sabía que estabas de mal temperamento hoy. —Frunció el ceño a lo que el erizo no contestó. —No vemos a Zhadow hace tres semanas, ¿No te da curiosidad que clases de armamento trajo?

—Sí, pero esperemos que traiga buenas noticias, recuerda que la comandante Zally no es nada fácil. —Contestó mientras se dirigía a la base. —Te veo después, encárgate de entrar a tu pabellón, los veo holgazanear todo el tiempo, hasta los soldados de Zespio entrenan más que los tuyos.

—¡No seas así Zonic! —gritó avergonzado, pero para eso el azulado ya estaba lejos.

Habían pasado largos años, y muchas cosas cambiaron, Zeckard lo mantuvo muy vigilado para que no haga nada en contra suya, y no tuvo mejor opción que hacer que entrene con su hijo, Zhadow. No era secreto que seguía odiando a Zeckard por lo ocurrido, pero el de vetas rojas se mostró bastante diferente, durante todo ese tiempo forjaron una hermandad.

Siendo Zhadow el único que lograba escucharlo.

Obligaron a Zonic a protegerse con una fuerte coraza que nadie lograba romper, había entrenado sin descanso, logró ser de los mejores del sector Möbius, y tenía sus propios planes. Su confianza sólo abarcaba a personas que podía contar con dedos de una sola mano.

Zhadow fue un buen apoyo por años, eran fieles amigos, incluso sentían fuerte admiración por el otro.

Como le hubiese gustado que las cosas se queden así.

Cuando Zonic llegó a su habitación dentro de la base para tomar un baño, encontró un ramo de rosas sobre su mesa, no había sorpresa en ello, no era la primera vez que recibía uno y, sabía perfectamente quién se las enviaba.

Cuando se acercó para cambiar las anteriores flores por estas nuevas, encontró una nota con el ramo, la cual no le tomó tiempo de leer.

¿Qué puedo hacer por tí?
Dime Zonic, haría lo que fuera para que al menos poses tus ojos en mí, sólo ordenalo y ahí estaré para tí.

Cuando terminó de leer, sólo levantó sus cejas y respirando profundamente. Tomó la nota y la deposito en el cesto de basura mientras que su mirada se fijaba en las rosas, al menos Zhadow sabía que eran sus favoritas.

Luego volvió a observar la nota, la letra perfecta del azabache ocupó su vista, para luego leer la primera frase, lo pensó unos segundos pero luego negó y se retiró de la sala para irse al baño.

No puedes hacer nada por mí Zhadow, tengo una meta en mi vida y no puedo incluirte, a menos que quiera perder este cariño de amigos que te tengo.

Continuará

Blood Love: ZhadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora