Había recolectado lo suficiente, creo, por lo que salí del aquel lugar subterráneo con la debida cautela para que no se percataran de mi presencia. A pesar de no haber investigado a fondo cada rincón del lugar, las fotos y videos de mi celular que había tomado iban a ser pruebas suficientes para mostrar que la mafia se iba preparando para algo grande. Una batalla, guerra... ni quería pensar en ello. Las dos opciones no me gustaban.
Le escribí a Jiro que había terminado por hoy y que me dirigía hacia la superficie. Cuando llegué, salí de la misma forma en el restaurante: con cautela y cuidado, para al final no encontrarme con la presencia de la heroína que se suponía que estaba monitoreando que sucedía al alrededor.
—¿Jiro? —pregunté al aire, viendo por todos los lados del callejón.
—Estoy aquí. —La azabache saltó desde el techo de un tejado para caer sobre un contenedor de basura que amortiguó la gran caída.
Se aproximó a mí y me dio un abrazo.
—Que bien que no te pasó nada... —dijo apoyando su cabeza en mi hombro.
—Ey, que no se te olvide quien soy. No voy a caer tan fácil ante unos maleantes como esos —respondí con orgullo, correspondiendo al abrazo.
Sin embargo, la chica se separó al cabo de unos segundos. Me miró a los ojos con cierta decepción y tiberio.
—¿Qué ocurre? —me pareció extraño que actuara de esa forma.
—¿Cuándo me ibas a decir lo que te pasó exactamente hace unos días? —interpeló con firmeza, cruzada de brazos.
—¿Eh? —me puse nervioso, y al final me di cuenta a qué se refería—. Dios, ¿te topaste con ella o...?
Jiro puso los ojos en blanco.
Me puse a pensar en algo obvio: estaba claro que en algún momento se iba enterar, y no se lo iba a poder ocultar por mucho tiempo. Lo peor es que, anteriormente, no había pensado en una forma de responderle por si una situación como esta se mostraba.
—Seré directo, ¿ok? —le dije, a lo que Jiro me miró expectante—. Lo siento. Sé que debí decírtelo en el momento en el que me reencontré con ustedes después del ataque, pero... Mierda, simplemente estaba nervioso y con algo de miedo de cómo reaccionarías si te dijera que una mujer sexy me acogió en su casa y me cuidó.
—Delsin, tal vez pudiste ponerte a pensar cómo realmente iba a reaccionar. Me vale un rábano si una mujer te raptó, solo me importa si de verdad no te hizo daño como ella dijo.
—Tranquila, Jiro, no me hizo daño, y no tengo ningún rasguño o golpe que me contradiga.
La contraria suspiró, mirando su celular en el proceso. Ya era hora de almorzar, lo que significaba que una de las academias iban a remplazar a la U.A para que tomaran su descanso. Habían estado toda la mañana haciendo su labor en el operativo.
—¿Les digo a los demás que ya encontraste a los de la mafia? —me preguntó dándome la espalda, pero girando su cabeza.
Pensé a fondo por unos segundos. Ya era más obvio que se preparaban para algo que se avecinaba, algo que muy probable ellos empezarían o la liga de villanos, no lo tenía claro, pero supe que por ahora debía aclararme la mente resolviendo todas mis dudas acerca de la situación, por lo que, primero, iría a hablar con Hanan.
—Dame un tiempo, ¿vale? Luego te confirmo —le respondí esbozando una sonrisa.
Jiro asintió con lentitud. Comprendí que aún se sentía afectada por lo que acabábamos de conversar.
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In Another World | Delsin Rowe
Ciencia Ficción«Fue una lucha simple, no duro mas de 5 minutos, haciendo ver a Delsin como un completo inútil. Con un poco de esfuerzo, hizo que se arrodillara para luego decirle: "Fue un gusto haberte asesinado"». «Eso fue lo que dijo el temido Bioterrorista ante...