Cap 22/ Las enseñanzas de Endeavor

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Delsin

El video y el papel combinados eran un manjar si me refería a desplazamiento aéreo. Podía llegar a volar a alturas considerablemente altas y a una velocidad increíble. Desde que los fusioné, obtuve una gran diferencia de velocidad en comparación con mis tres compañeros quienes hacían todo lo posible para seguirme la corriente. Incluso dejaba atrás a Endeavor, pero al final terminaba colocándome a la par de él ya que siempre daba las indicaciones, además de que servía como guía. Yo apenas conocía su territorio.

Al haber disminuido la velocidad, pudimos juntarnos todos otra vez.

—¿No te coordinas con tus compañeros? —cuestionó el peliverde, mientras saltaba por los edificios con su Don.

—Hawks dividió nuestras funciones en Kyushu, pero un héroe debe ser capaz de hacerlo todo solo —contestó el héroe flameante.

Sin tener que mirarlo, le habló al rubio.

—Bakugo, querías saber qué te falta, ¿no? Te mueves rápido, es verdad. No está nada mal para un novato, pero ahora sabes que a mí no podrás superarme.

Mientras él decía eso, yo tampoco perdía la vista del frente. Miraba con detenimiento todo lo que transitaba en las calles por si ocurría algo fuera de lo normal. Cualquier cosa que despertara una mala premonición en mí, debía ser capaz de hacerla desaparecer o arreglarla de la manera más conveniente posible. 

Miré de soslayo a una calle la cual parecía estar sin ningún problema de no ser por un camión que iba a paso apresurado y en descontrol en dirección a una mujer que pasaba por el paso peatonal. No dudé ni un instante y me aproximé a la escena desde lo alto.

Cuando me encontraba a unos escasos centímetros, empecé a razonar sobre si salvar primero a la mujer llevándola a un lugar seguro, o detener primero el camión. Los dos eran opciones viables, pero me di cuenta que si salvaba a la mujer el camión seguiría su rumbo e incluso podía llegar a lastimar a más transeúntes...

«Mierda, como dijo Endeavor, debo de usar más la intuición que la razón», pensé, dándome cuenta de lo que estaba sucediendo. Debía enfocarme en tener una reacción rápida y segura.

Para acabar con el problema de una buena vez, supe que era mejor encargarme de las dos cosas. Me dirigí hacia la fémina, la tomé con un brazo y nos posicioné a un lado seguro donde el camión no podía atropellarnos, para luego usar la cadena del brazo desocupado y crear mi espada de video combinada con origamis.

Incrusté la gran espada combinada en el transporte pesado. Hice fuerza para detenerlo y casi al instante logré que frenara su andar de golpe, evitando que cause algún problema a los transeúntes del alrededor. Había resuelto el problema, en mi opinión, de manera efectiva, pero sentía que Endeavor tenía otra cosa que decir acerca de lo ocurrido.

—¿Todo bien? —le pregunté a la mujer, a lo que esta asintió con lentitud. Seguía en shock.

—Sí —contestó.

Cuando el pelirrojo aterrizó, caminó lentamente hacia el camión y se colocó al frente de este. Tocó la parte frontal con la palma de su mano mientras dirigía su mirada hacia mí.

—Reacción casi inmediata y efectiva, pero innecesaria. Bastaba con ponerte delante del camión y frenarlo con tus manos. La mujer no hubiera salido ilesa de todos modos, y el vehículo no habría seguido avanzando imprudentemente —mencionó, serio—. Tampoco sabías lo que el camión tenía en su interior.

Endeavor levantó la tela que cubría lo que llevaba el transporte, encontrándose con varias bolsas de cemento. Algunas de ellas, junto al metal del camión, se vieron afectadas por el repentino freno que hice con mi espada de video. 

In Another World | Delsin RoweDonde viven las historias. Descúbrelo ahora