Cap 17/ Apoyo mutuo

256 17 12
                                    

Delsin

No importaba cuánto tiempo pasaba mientras acabábamos con los villanos que querían entrar, mi mente no dejaba de lado a Izuku y Bakugo, quienes, según el testimonio de mis demás compañeros, se encontraban luchando contra Kaito en alguna parte de las extensas instalaciones que nos rodeaban. Por fortuna, noté algo: los soldados de la mafia cada vez eran menos y ya no se veían aglomeraciones como anteriormente mis ojos podían captar. Eso solo significaba una cosa. Agradecí internamente a Hanan por haber cumplido lo que le dije. Poco a poco la situación iba pasando a nuestro favor, solo debíamos seguir así para que se revirtiera por completo.

—Perdónenme, chicos, pero tengo que ir a ver a Deku y Bakugo. Necesito saber cómo van las cosas con ellos —capté las miradas de los que me rodeaban—. Están luchando contra ese animal del líder. No puedo dejar que más gente salga lastimada.

Iida se posicionó a mi costado y luego volteó a ver a los demás. Muchos se encontraban estables a pesar de estar cansados. Algunos que estaban sentados para ganar algo de aliento se reincorporaron al instante, mirando fijamente al presidente de la clase A. Sonreí junto al de lentes. Mis compañeros no iban a dejar que los desgraciados se salgan con la suya, y así debía ser siempre. Además, los soldados ya no eran tantos como antes, por lo que podían arreglárselas sin mi presencia.

Yo Shindo se colocó al frente, viendo el panorama.

—Ya estoy como nuevo —dijo tocando sus muñecas y sacudiendo levemente su cabeza—. No importa cuántos vengan a partir de ahora, ¡estaré listo para mandarlos a Saturno! —aseguró con un tono desafiante. Luego dirigió su mirada hacia mí—. Nos ocuparemos de ellos, Patrón.

—Repórtame cualquier cosa que suceda, ¿entendido? —me habló Iida, tocando mi hombro.

—Entendido —miré por última vez a mis compañeros. Me vieron y sonrieron. Eso era la señal de que ya debía partir—. ¡Acaben con todos los que quedan! ¡Buena suerte!

Dicho eso, me adentré a las instalaciones. Abrí la puerta doble que se encontraba frente a mí, encontrándome con un extenso pasillo con luces que llevaban a otra puerta. Corrí lo más rápido hacia ella y pasé. Esta vez mis ojos presenciaron una gran sala vacía que conectaba con más pasillos. Me dejé llevar por mi sentido auditivo y cerré los ojos. Esperé a escuchar un sonido para que me guiara hacia algún lugar, pero no oía nada.

—Mierda, Ichiro, ¿de verdad es tan grande este lugar para no poder escuchar una gran y difícil pelea? Maldita sea... —se me empezó a acabar la paciencia y decidí echarlo a la suerte, yéndome por el pasillo que se encontraba más cerca a mí.

Me convertí en trozos pequeños de papel y me desplacé a gran velocidad. En las pocas veces que me comuniqué con Yamamoto en sus cortos descansos, las cuales todas fueron mediante llamadas o videollamadas, le pregunté como era las instalaciones por dentro.

"No, Delsin, no te miento. Sí que es extenso. De no ser porque estuve dos malditas horas intentando aprenderme los planos de las instalaciones no sabría ni donde estaría parado".

—Lamento no creerte antes. Espero que hayas evacuado el lugar, Ichiro —dije preocupado.

Luego de andar y pasar en frente de varios salones de laboratorios, pude escuchar algunos sonidos provenientes de una pared. Me acerqué y apoyé mi oído en la acromática estructura sólida con el fin de captar el ruido con más detalle. Segundos pasaron y noté como aquel ruido se hacía más perceptible y se acercaba a mi posición. Por instinto me alejé con el papel y en el momento exacto la pared se vino abajo. Un montón de humo apareció y, junto a él, salieron dos personas en llamas que iban quemando todo a su paso.

In Another World | Delsin RoweDonde viven las historias. Descúbrelo ahora