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Se miraba en el espejo, él se sentía bien con su cuerpo, estaba algo pasado de peso, pero no sentía que se viera mal, aunque la opinión de su esposo era más importante, ya que a él tenía que impresionarlo, no quería ser como esas parejas que cuando se casan cambian y se dejan, él quería ser el centro de atención de su marido.
Suspiro una última vez y se colocó la ropa, un pantalón algo ancho y una camiseta manga larga, bajó a la cocina donde su amor estaba tomando su desayuno, busco una tasa para servir un café.
-¿Qué haces? -
-Un café, quieres que te prepare uno- kai se levantó y quito la tasa - pero...-lo vio tomar algo del mueble, lleno la tasa de agua del grifo y le echo unas gotas de color, algo extraño- que es eso? -
-Son gotas para adelgazar - Jimin lo miro.
-Amor no crees que estás exagerando un poco con ese tema-
-Exagerar? - el menor asintió- ya te viste - se miró - te vistes igual que un indigente y eso es porque toda tu ropa linda ya no te queda-
-Eso no... No es verdad, es solo que esta es más cómoda para mi trabajo - se excusó.
-Eres el dueño?- asintió- deberías ir decente, no como un pordiosero, por eso no te recomiendo con nuestras amistades que crees que dirán cuando te vean así-
-Es mi trabajo, amor...-
-Es un capricho Jimin, tenías un trabajo, esa mierda es solo un capricho- el menor mordió su labio.
-Es mi sueño -
-Sueño es ser alguien de éxito, hasta el conserje de mi oficina se preocupa más por su apariencia que tú, y eres mi esposo- Kai respiro un par de veces y se acercó al menor- amor, sabes que te lo digo por tu bien- lo abrazo.
-Lo sé, y puede que tengas razón - el mayor sonrió.
-Cuando no la tengo -
Al llegar todos notaron el semblante triste de su jefe, sin mencionar que se había presentado de traje cuando obviamente ahí quedaría lleno de harina y crema.
-Se ve muy bien hoy-
-Gracias Moonbyul- sonrió.
-Si, pero no cree que es algo muy fino para usar en una cocina, no durara mucho así de pulcro-
-Lo sé, y tranquila que traje ropa de cambio- la chica sonrió- me cambio y voy si?- asintió.
Sintió las campanillas de la puerta sonar y salió a mirar, viéndose otra vez en esos ojos pardos, Yoongi trago en seco, sin duda el rubio era toda una belleza más ahora metido en ese traje rojo que resaltaba todas las curvas, sobre todo ese lindo trasero que se cargaba.
-Hola- saludo el rubio, pero Yoongi parecía no reaccionar, su vista se paseaba en el cuerpo ajeno- hey, todo bien?-
-He? - Jimin sintió que se lo comían con la mirada, y aunque se cohibía un poco sentirse así de deseado le subían ese poco ego que tenía- más que bien diría yo, creo que a dios se le están escapando los ángeles- el menor sonrió- o los diablitos no sé, con todo respeto señor, se ve increíble-
-Gracias- sonreía nervioso, pero no incómodo- que te trae por aquí? -
-No sé, pero que bueno que vine - y ahora fue una risa, misma que a Yoongi le sonó a música, tenía una linda risa.
Que va todo en el rubio era lindo.
-Eres gracioso- dijo gentil.
~Y tu una belleza de hombre~si no lo dijo, pero lo pensó.
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~Un Amor, No Tan Dulce~
FanfictionSe casó con el sueño de un felices por siempre, pero a poco andar se dio cuenta que su amado esposo era todo menos un príncipe azul. El Solo fue a buscar un pedido, sin imaginar que cupido lo flecharia, de aquella forma tan letal. Podrá Jimin darce...