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Era un lugar hermoso, lleno de música y gente que reía y brindaba, sentía la mano de Yoongi tomar fuerte la suya guiándolo por entre las mesas, había pensado en mil lugares donde llevar a su rubio, pero se decidió por uno más alegre.
-Hola buenas que van a ordenar? -
Jimin miraba la cantidad de comida sobre la mesa, sin duda kai jamás lo habría dejado tan siquiera oler todo eso, pero Yoongi estaba feliz dándole en la boca de cada plato animandolo a comer.
-Este está rico prueba - abrió la boca y si lo estaba, trago y Yoongi vio como unas lágrimas caían por el rostro de su casi algo - que pasa Jimin? -se preocupó, bien sabía que la relación de Jimin con la comida no era muy buena - perdón es mucha verdad? - negó.
-Hace mucho que no me sentía así de feliz- lloraba, pero de alegría- gracias- se levantó de su lugar y llegó junto al rubio, se agachó un poco y roso sus labios, sabían salados, pero no le importó, quería besarlo y no se quedaría con las ganas.
-A ti por aceptar- dejo un pico en sus labios y volvió a su lugar, comieron hasta quedar satisfechos, la música de a poco se hacía más animada, muchas personas salieron a bailar, y obvio Yoongi quería animar a su rubio- ven - lo tomo de la mano y lo saco hasta la pista de baile.
Era ridículo, bailaba como tonto solo para verlo reír, la misión de Yoongi era verlo feliz, y lo estaba logrando, bailaron por un rato, la gente los miraba y sonreía, se notaba el amor en ellos, la forma de mirarse y aquellos roces sutiles los delataban.
Faltaba para la una de la madrugada, cuando llegaron a la casa del rubio, ya era hora de dejarlo descansar.
-De verdad muchas gracias por todo lo pasé increíble, hace mucho no me reía tanto...- toda palabra murió en los labios de Yoongi, serían sus últimos momentos juntos por este día, no quería perderlos hablando.
Le comió la boca en un beso hambriento, se palpaba el deseo en ambos, las manos del mayor se movían inquietas entre la cintura y llegando casi a tocar el trasero del rubio, quien suspiraba cada vez que sentía aquel tacto en esa zona,
No comprendía por qué con él las cosas escalaban tan rápido, solo hace unas horas le había dicho te amo y ahora, ahora era capaz de darle hasta la vida, si el rubio se lo pedía, estaba enamorado, no había duda, y claro que lucharía por estar con él, porque ya no imaginaba un futuro sin el rubio a su lado.
-Yo...Yoonie...- Jimin podía sentir el bulto, aquel en aquella parte del cuerpo del mayor y aunque las ganas estaban, aún no se sentía listo para dar ese paso, más por respeto a Yoongi que por otra cosa, aún estaba legalmente casado, y si iba a hacerlo con él, quería que fuera una vez libre de aquel matrimonio.
-Perdón...-
-Tranquilo, créeme, yo también lo quiero, pero...-
-Lo sé, aún estás atado al imbécil ese- como que te cae mal, no? Jimin sonrió, sin duda Yoongi celoso, era muy sensual a sus ojos, y me saliste masoquista! O sea, por si no estaba claro; respiraban agitados, las ganas los estaban consumiendo y antes de cometer cualquier estupidez, Yoongi prefirió irse, obvio le comió hasta el alma al pobre rubio antes de eso.
Solo en la paz de aquella casa, Jimin se permitió pensar en lo que estuvo a punto de pasar, se vio a sí mismo con una prominente erección que tendría que bajar a pulso, se sorprendió porque como todo en ese matrimonio, hace mucho no se sentía así de excitado, Yoongi estaba reavivando todo en él.
Misma historia para Yoongi que apenas llegó a la casa que compartía con Hobi se fue directo a la ducha, el agua estaba helada, pero era eso o dormir con una erección enorme que palpitaba, Jimin lo tenía mal, muy mal.
Tenían unas enormes ganas y es seguro que en un punto tendrán la oportunidad de darse todo el amor que tenían para el otro.
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~Un Amor, No Tan Dulce~
FanfictionSe casó con el sueño de un felices por siempre, pero a poco andar se dio cuenta que su amado esposo era todo menos un príncipe azul. El Solo fue a buscar un pedido, sin imaginar que cupido lo flecharia, de aquella forma tan letal. Podrá Jimin darce...