12 .: Jimin-Landia :.

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No había dormido nada, tenía aún los labios del rubio sobre los suyos, el beso se repetía una y otra y otra vez, y las mariposas ni con mil litros de agua las había podido ahogar, no supo que le dio la valentía de hacerlo, pero sin duda así el rubio se hubiera enojado después, no se arrepentía.

Aquel beso le supo dulce, suave, él era único, sin duda, odio al imbécil que se había atrevido conocerlo primero y no solo eso, atraparlo en ese matrimonio sin futuro, lo poco que había podido sacarle al rubio era que las cosas con el estreñido aquel estaban mal, y si tenía que reconocer, que si por él fuera ojalá no tuvieran vuelta atrás, porque en cuanto Jimin tan siquiera dijera que el idiota ese ya no era nada en su vida, se jugaría hasta la última carta para conquistarlo.

-Otra vez en Jimin-landia?- Yoongi miro a Hobi y este supo que su vida corría peligro- por qué me miras así?-

-¿Un ángel? -paso saliva.

-Espérate ese fue Kook!- dijo rápido viendo como el peli negro se levantaba - te lo juro Nam tuvo la idea de ir a ver que tanto tenía...–

-Mira tú-

-Si y déjame decirte que tienes toda la razón para estar idiota, el tipo es hermoso- asintió lento y mojo sus labios, de forma sutil tronó sus nudillos- espérate Yoongi te lo digo en buena, no pienses que yo...-

-Pensar no, tienes tres segundos para correr- salió disparado mientras Yoongi solo sonreía, hermoso era poco, su rubio era perfecto y si ya era suyo, aunque jimin no lo supiera.

Miraba ansioso la puerta, faltaba poco para las 10, sin duda su hora favorita del día por estas últimas semanas, respiro profundo y trato de concentrarme en los documentos frente a él.

Cuando las campanillas tintinearon levantó la vista ansioso.

-Hola ángel - la sonrisa afloro sola,

-Hola Yoongi- lo vio caminar algo extraño, algo traía tras su espalda, paró frente a él y lo miró con cariño- qué... Qué pasa?- Moonbyul y los demás miraban por la abertura de puerta, se les hacía tierno ver a su jefe así de tímido y feliz, sonrió pícaro.

Jimin quería llorar, hace mucho que alguien no tenía ese gesto con él, le había dado una rosa roja, hermosa en verdad.

-La vi y pensé en ti, supuse te gustaría - fue automático, camino hasta salir de detrás del mesón y en cuanto estuvo cerca de él, dejo un beso en su mejilla, casi rozando sus labios, Yoongi se puso rojo y el corazón casi se le sale.

-Gracias, me encantan- el mayor paso saliva y tímido lo tomo por la cintura, acercando, para los demás pasó en cámara lenta. Las miradas cargadas de eso que llaman amor y aquel beso que Yoongi se atrevió a darle, mismo que Jimin respondió sin dudar.

-Que bueno que te gusto -

Caminaban tranquilos por aquel parque, se miraban de vez en cuando con los nervios a flor de piel. Sus manos se rozaban y aunque Yoongi moria por tomarla, se contuvo, el rubio aún estaba casado, y tampoco le había dado indicios de sentir algo por él.

-Jimin por qué venderás la pastelería?- el menor se detuvo, suspiró.

-Mi- paso saliva- mi esposo quiere que me dedique a la casa y a mí -

-Solo eso? - lo vio incómodo- perdón si pregunto mucho es que no entiendo, se te nota lo mucho que amas tu trabajo, ¿por qué dejarlo?-

-Porque está acabando con mi matrimonio por eso- mordió sus labios- me descuide por estar todo el tiempo trabajando, me volví feo a los ojos de mi esposo-

-Tú? Feo- Jimin lo miro- perdon, pero no estoy de acuerdo- le tomo la mano de forma sutil- desde la primera vez que te vi pensé, wow es hermoso- el rubio suspiro- no has pensado que el feo es él y solo quiere hacerte sentir inferior-

-Kai tiene a muchas tras de él...-

-Y eso que, puede tener mil y no significa que sea el más guapo del mundo- paseo su vista por aquel rostro frente a él, Yoongi era guapo, desde sus gatunos ojos hasta esos labios delgados y dulces.

-Es mi esposo, yo tengo que hacer todo para estar bien con él, es lo que los matrimonios hacen-

-Sacrificar todo por algo que no tiene arreglo, es un sacrificio en vano Jimin- le acaricio la mejilla- que ganas con remar tanto si lo haces tú solo - lo pensó- él debería apoyarte, estar ahí para ti, ayudarte a cumplir tus metas así como tú le ayudas a cumplir las suyas - cerró los ojos al sentir aquel cálido tacto.

-Yo...- sintió aquellos labios besarlo con tanto cariño que no lucho por detenerlo, estaba siendo infiel a la promesa de amor que dio frente al juez, pero como negarse, además Kai había roto esa promesa primero, pasó sus brazos por los hombros ajenos mientras sentía como su cintura era tomada con delicadeza.

Desde que lo vio por primera vez, había deseado probar esa boca, misma que ahora se habría dándole acceso, la recorrió sin dejar espacio alguno, mientras sentía como la suya también lo estaba siendo, mordió un poco aquel grueso labio sacando un suspiro que le sonó a coro de ángeles.

-Jimin que significo para ti? -

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~Un Amor, No Tan Dulce~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora