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Había llorado toda la noche, luego de la discusión, Kai se había ido a dios sabe donde, él tuvo que pedir un taxi para llegar a su casa, aguantando la pena, se miró por horas al espejo viendo que su esposo tenía razón, ya no era lindo, su cabello estaba opaco, tenía ojeras, panza, su cuerpo estaba flácido, había dejado de ser atractivo.
-Eres un desastre Jimin, acabaste con esto por no preocuparte de ti - se pellizcó el cuerpo y jalo su cabello, ese en el reflejo no era él.
Al dia siguiente no fue a la pastelería, no tenía ánimo de nada, llamo a Kai muchas veces, pero este no respondía, estuvo todo el día acostado, sintiéndose la persona más horrible del mundo, se probó toda esa ropa linda que a su esposo le gustaba, pero a sus ojos nada le quedaba bien, cada vez que se miraba se sentía más feo.
Ya por la tarde sintió el auto de su esposo estacionarse fuera, lo vio bajar del auto y caminar hasta la entrada, él lo veía desde el segundo piso, esperó paciente que este llegara a la habitación, y en cuanto lo vio cruzar la puerta respiro profundo.
-Kai - silencio - Kai hablemos por favor - estaba de pie junto a la ventana- Ka...-
-Se acabó Jimin - su pecho se apretó, dio un paso para llegar más cerca de él, lo veía buscar cosas en el closet, estaba armando una maleta, él se iría.
-No kai, no hagas esto, te lo pido, no me dejes- hipaba y temblaba - por favor hablemos - lo tomo suave de la manga, pero este al sentir su tacto lo quito de forma brusca.
-Hablar qué? - Lo miro - de lo feo que estás, lo gordo? -el menor mordía su labio.
-Te juro que me pondré a dieta, haré ejercicio, me vestiré mejor, pero por favor no me dejes, yo te amo - no podía controlar su llanto - te amo - agacho la cabeza y se abrazó.
-Pues yo no, me aburrí de esperar que seas el de antes, del Jimin que me enamore no queda nada -
-Estoy aquí Kai, siempre he estado...-
-Lo que veo es un hombre sin forma, con cero amor propio, eres una basura, nadie va a quererte así, no me pidas que yo lo haga -le escupió- solo mírate y mírame, Jimin te hago un favor al estar contigo-
Lo vio tomar la maleta y se le fue encima abrazándolo.
-Te lo ruego, no te vayas, hago lo que quieras, pero no me dejes Kai, no vivo sin ti, eres todo lo que tengo - el mayor sonrió- sé que es mi culpa, que ya no quieras estar conmigo, pero yo, yo no quiero estar sin ti - sin duda acabar con la autoestima del rubio había sido fácil, tanto que ahora esté haría lo que fuera para que se quedara.
-No digas cosas que no cumplirás-
-Si cumpliré tú, solo dime que es lo que quieres? -sé giro y lo miro a los ojos.
-Vende tu estúpida pastelería y dedícate solo a mí, a complacerme, se mi bebé otra vez- y aquí es donde el sentido común ya no funciona, donde la manipulación es tal que con solo mover un dedo, nos hacemos presos de nuestros miedos.
-Lo haré, mañana mismo pondré el local en venta -Kai sonrió victorioso- pero no te vayas, quédate conmigo-
-Cuando cumplas tu palabra volveré, hasta entonces es mejor que me vaya a un hotel, tu presencia me desagrada, así como estas no me provocas mas que asco-se soltó del abrazo y tomo su maleta - tienes un mes para vender y bajar de peso, solo así volveré a estar contigo -
Jimin lo vio irse y el llanto fue incontrolable, casi 7 años juntos y ahora estaba solo, solo y destruido, amaba esa pastelería, pero más amaba a su esposo.
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~Un Amor, No Tan Dulce~
FanfictionSe casó con el sueño de un felices por siempre, pero a poco andar se dio cuenta que su amado esposo era todo menos un príncipe azul. El Solo fue a buscar un pedido, sin imaginar que cupido lo flecharia, de aquella forma tan letal. Podrá Jimin darce...