My Teacher. Mon Obsession / KOOKV

PRÓLOGO

     La casa era un bullicio, la televisión estaba prendida con el canal de un noticiero, la radio se mantenía a todo volumen reproduciendo una canción que era escuchada en todos lados. Pasos de personas correteando por la casa eran escuchados y un sinfín de gritos se podían oír.

     —¡Jiha! —gritó un pelinegro que perseguía a alguien mucho más pequeño que él—. ¡No corras por la casa con las zapatillas llenas de barro!, ¡¿qué te he dicho sobre eso?! —siguió vociferando mientras corría detrás del niño.

     —¡Papi Tae, ayuda! —llamó el pequeño huyendo del pelinegro.

     En la casa solo se encontraban esas dos personas que estaban teniendo un montón de maratones de carreras. Pero todo paró cuando la puerta principal se abrió.

     —¡Papi Tae! —El niño se abalanzó a los brazos del castaño recién llegado.

     —¡Jiha!, no manches a papi con tus sucias botas, quítatelas de una vez —se acercó el pelinegro hacia la persona que tenía marcado en brazos a su pequeño.

     —Déjalo, Jungkook; déjalo ser feliz. —Una risa se le quería escapar al castaño por el teatro que les estaban mostrando sus dos chicos preferidos.

     —No debes consentirlo, Tae, estas mal acostumbrando a tu hijo —dio un suspiro dándose por vencido—. Yo también necesito que me consientan, Taehyungie. —Se pudo observar un leve puchereo por parte del pelinegro.

     El castaño sonrió levemente y se acercó a Jungkook para después apoyar su cabeza en el hombro de este, el pelinegro abrazó a ambas personas y luego dejó un beso en la nuca de su hijo que estaba siendo cargado por su esposo, después de eso movió un poco su cabeza hacia la derecha, así encontrándose con el castaño apoyado en su hombro. Le dio un beso a esos sedosos cabellos que picaban su mejilla.

     —¡Papás!, ¿acaso no me van a preguntar que hice hoy en la escuela? —sonrió el infante mientras se bajaba de los brazos del castaño.

     —Claro que sí, Jiha —contestó Jungkook intentando separar la cabeza de su esposo de su hombro—. Taehyung, pareces sanguijuela —hizo un leve movimiento en su hombro derecho.

     —Jungkookie, hueles rico —dijo al oler el cuello de Jungkook.

     —¡Papi!, hazme caso —se quejó el más pequeño dándole un golpe en la pierna con su mano a Taehyung.

     —Dime, bebé —contestó Taehyung mientras por fin se separaba del pelinegro.

     Jungkook soltó una pequeña risa para después ponerse en cuclillas y así estar a la altura de su hijo.

     —Hoy la profesora de arte nos enseñó muchas cosas, fue muy divertido pintar. Ella nos habló que las pinturas tienen sentimientos.

     Jiha salió corriendo hacia su mochila para después volver de nuevo hacia donde estaban sus papás y empezó a leer unas cuantas cosas.

     —La profesora nos habló sobre la pintura "Los amantes" de René Magritte —leyó lo último—. Ella nos explicó que este cuadro, es una pintura que representa el amor entre dos amantes —volvió a leer lo que no recordaba—. Y nos dejó un trabajo, debemos dibujar una pintura que represente la historia de amor de nuestros padres —sonrió con los ojos brillosos.

     Taehyung miró un poco sonrojado a su hijo por lo que acababa de decir... ¿Hablarle sobre su historia de amor?

     En cambio, Jungkook solo optó por mirar al castaño con una sonrisa.

     —¿En serió quieres saber nuestra historia, bebé? —preguntó el pelinegro.

     —¡Sí! —gritó el infante y luego se fue a sentar en unos de los muebles de la sala.

     Taehyung lo siguió y se sentó al lado de su hijo, el pelinegro por otro lado, se sentó enfrente de aquellos dos.

     —Pues... —Jungkook miró aquellos ojos avellana de su esposo, lo amaba tanto como hace 6 años atrás.