Querido Sr. Min

Capítulo 33. Lo amo, mi querido Sr. Min

— ¿Una sorpresa? — preguntaste sorprendida — ¿Qué clase de sorpresa?

— Si te lo digo, ya no sería una sorpresa.

— Dame una pista — hiciste puchero.

— Aunque me hagas esas caritas, no te diré nada — comenzó a reír.

Comenzaste a darle muchos besitos en la cara para tratar de convencerlo.

— Solo una pequeña pista — decías mientras seguías besándolo.

— No quiero arruinar tu sorpresa, así que se paciente — se dejaba besar.

— Pero Yoongi.

Tu teléfono comenzó a sonar, revisaste la pantalla y era Jimin.

— Tomaré la llamada, es Jimin, no tardo bonito.

Tomaste la llamada, mientras caminabas al jardín.

— Hola Mimi.

— Hola linda, necesito que me hagas un enorme favor.

— Claro que si Mimi, ¿Qué necesitas?

— Tengo una cita muy importante y realmente estoy muy nervioso, no sé qué debo usar para este tipo de ocasiones.

— ¿Cuándo es tu cita?

— Hoy, por favor necesito que me ayudes, tú conoces a mis amigos, son todos hombres, quiero que una mujer me ayude en esto.

— Me halaga mucho que pidas mi ayuda, pero Yoongi no . . . — te interrumpió.

— Yo hablaré con Yoongi para que te deje faltar hoy al trabajo, por eso no te preocupes.

— No es eso Mimi, es que Yoongi . . . — te volvió a interrumpir.

— Por favor linda — dijo desesperado.

Tomaste aire y exhalaste profundamente.

— Está bien Mimi.

— En verdad eres la mejor, te enviaré la dirección por mensaje, no tardes.

— Ok, te veo en un rato.

Colgaste la llamada.

Yoongi se molestará en cuanto le cancele lo que tenía planeado para mí, pero no podía dejar a su suerte a Jimin.

Regresaste adentro, la mucama te dijo que Min estaba en su habitación; cuando entraste, él se estaba arreglando.

— ¿Todo bien bonita?

— S-si — le evadiste la mirada.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué estás cabizbaja? — se acercó a ti.

— Jimin me pidió verlo para ayudarlo con algo importante para él, no pude negarme, siempre me apoyo contigo, pero, eso implica que pospongas lo que tenías planeado para mí.

Yoongi solo te miro serio.

— Perdóname, estás en todo tu derecho de molestarte.

— Bonita no estoy molesto, la sorpresa puede esperar, ve con Jimin, avísame cuando termines para ir por ti.

— ¿Enserio no estás molesto?

— No bonita — beso tiernamente tu mejilla — alístate, antes de ir a la empresa, te llevaré con Jimin.

— Gracias Yoongi — lo abrazaste.

Te metiste rápidamente a bañar, no tenías ropa en casa de Min, así que tuviste que repetir la ropa con la que habías llegado a su casa, que amablemente la mucama había alistado para ti.