— Espera Yoongi, alguien puede vernos— te aferraste a su cuello.
Él ignoró lo que decías, subió las escaleras y camino por el pasillo que conectaba a su recámara, entraron y te recostó en la cama quedando él encima.
— Hoy estoy de muy buen humor, así que te daré dos opciones, escoge la que más te convenga.
— Se que ninguna me gustara — dijiste con miedo.
— Puedo ignorar el castigo que te tengo, pero a cambio, quiero que sigas con tu rol de gatita.
— ¿Y cuál es el castigo? — preguntaste nerviosa.
— Eso no te lo diré, debes decidir ahora.
Conozco los castigos de Yoongi, sé que no será nada bueno, pero tampoco quiero actuar como gato, ¡Mierda! ¿En qué momento perdí el control del juego?
Estaba tratando de decidir, cuando sentí como el miembro de Yoongi se hacía más grande dentro de mí, lo miré sorprendida y él solo me sonrió de manera traviesa.
— Se me está acabando la paciencia — comenzó a moverse lentamente.
— E-espere — jadeaste — solo quiero saber algo.
— Te escuchó — aumentó la velocidad.
— ¿D-Dolerá? — hablabas con dificultad — ¿Él castigo d-dolerá?
Los jadeos se hicieron presentes, Yoongi te sonrió y se acercó a tu oído.
— Doler es poco — metió su miembro hasta el fondo — te aseguro que no duraras ni un maldito minuto.
Se alejó de mi oído y se acercó a mi rostro, podía ver su sonrisa perversa, sabía que no estaba bromeando, y no me quedaría a averiguar si podía soportar ese minuto.
— ¿Qué decides gatita? — mordió tu labio inferior, jalándolo ligeramente hacia él.
Lo mire avergonzada.
— M-Miauuu — cubriste tu rostro inmediatamente.
Sentí como mi rostro se calentaba, probablemente estaba roja hasta las orejas, Yoongi no pudo evitarlo y empezó a reír.
— ¡No te burles! — diste un pequeño manotazo en su hombro.
— ¡Shhh! Las gatitas no hablan — frunció el ceño.
Junto tus muñecas y las paso por encima de ti, sujetándolas con una de sus manos. Sus caderas se movían de atrás hacia delante, mientras la velocidad aumentaba, tus gemidos eran cada vez más constantes y agudos.
Apretabas fuertemente tus manos, él sonido del cascabel que colgaba de tu collar cada vez sonaba más frecuentemente. Min se acercó a ti para besarte, mientras seguía moviéndose y sujetando tus muñecas fuertemente.
No podía seguirle el beso a Yoongi, solo podía jadear en su boca, mientras él intentaba besarme jugueteando con su lengua en mi boca. Sus movimientos comenzaban siendo muy rápidos, pero los combinaba con movimientos lentos y metiéndolo hasta el fondo, esa combinación me estaba volviendo loca.
Me soltó de las muñecas y se quitó la parte de arriba; miro por completo mi cuerpo, pasando sus dedos por sus labios, mientras sonreía.
— Me encanta lo que escogiste, pero debo deshacerme de la parte de abajo.
Bajo tus bragas, dejándote únicamente con el ligero y el bralette. Metió dos dedos a su boca y los remojo bastante bien con su saliva, al sacarlos, conforme los iba alejando de su boca, iba dejando un hilo de saliva.
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Querido Sr. Min
FanficLa personalidad de aquel hombre de tez blanca, mirada profunda y no titubeante, que esta acostumbrado al perfeccionismo, y si algo no sale como el quiere, sus métodos de corrección son todo menos lo que imaginas. ¿Qué es lo que te hace soportar tan...