Querido Sr. Min

Capítulo 18. Otros besos.

- Tranquila linda, jamás haría algo, que tu no me permitieras.

- ¡Cúbrete! —gritaste apenada.

Tae no cuestionó tu orden, inmediatamente llevó sus manos a sus ojos.

- Me levantaré, por favor no te descubras hasta que yo te lo indique.

- Linda, esto no funcionará, el piso está demasiado mojado, tú estás descalza y muy mojada, te resbalarás de nuevo.

- Tranquilo, tendré cuidado.

No había de donde sujetarme, no tenía algún mueble cerca, ni la pared, absolutamente nada de donde sostenerme. Intente impulsarme y poner toda mi fuerza en las piernas, pero mi cuerpo estaba muy adolorido por aquella noche con el Sr. Min, que mis piernas flaquearon inmediatamente dándole un sentón a Taehyung.

- Lo siento Tae - dijiste apenada.

- Esto es ridículo linda — quitó las manos de sus ojos, los cuales mantuvo cerrados.

Taehyung tomó uno de mis brazos y me jalo hacia él, haciendo que mi pecho quedara junto al suyo.

- Espera Taehyung — pusiste tus manos en sus hombros y los apretaste.

- Te ayudaré a levantar, confía en mí.

Alcanzó la toalla con su mano, te cubrió con ella tu parte trasera y se sentó.

- Abrázame — dijo mientras te cubría con la toalla.

Abrace a Taehyung, él se impulsó desde el suelo y se levantó, no le costó trabajo alguno incluso teniendo mi peso encima de él.

- Lo ves, fue más fácil de esta forma.

Camino llevándome en brazos, podía sentir lo cálido que era estar en los brazos de Taehyung, recargue mi cabeza en su hombro, y disfrute ese corto trayecto.
Hizo una pequeña parada en mi closet, me sujeto con un brazo y con el otro tomó mi ropa para dormir.

- ¿Te gusta lo que escogí o quieres que lo cambie?

- Me gusta lo que escogiste — mis brazos se aferraron más a él.

Camino hacia la cama y me bajo sutilmente, sentándome en ella.

- Gracias por esto Tae - sonreíste levemente.

- ¿Te ocurre algo linda? Desde que llegue tienes una expresión triste— acarició tu mejilla.

- No es nada, tuve demasiado estrés en el trabajo, desde que te fuiste no han sido buenos días, así que no vuelvas a irte — dijiste bromeando.

- No volveré a irme, te lo prometo.

- Tú camisa está mojada, será mejor que te preste algo, no me gustaría que te enfermaras.

Te levantaste de la cama, con la toalla enredada en tu cuerpo y caminaste a tu closet, en el camino te diste cuenta de que la flores estaban en el suelo.

- Que lindas flores Tae, la pondré en agua — pasaste tu nariz por encima de ellas para olerlas.

Sacaste una bata de tu closet y se la diste.

- Linda — te tomó de la mano.

- Dime Tae — lo miraste atenta.

- ¿Me echaste de menos?

- Claro que sí, ¿por qué lo preguntas?

- Quizá suene egoísta de mi parte, no quiero hacer menos tus problemas, pero durante estos días, solo pensaba en regresar para poder verte, ni siquiera llegue a mi departamento, cuando el avión aterrizó lo primero que hice fue venir aquí, estaba muy emocionado por verte, pero cuando abriste, puedo jurar que esperabas a alguien más.