Capítulo 19. Junta directiva.

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Me sorprendí tanto al escuchar eso, mi cara lo reflejo todo, incluso la Psiquiatra lo noto.

- La gente tiene en mal concepto a los terapeutas, ahora imagínate a los psiquiatras, pero, somos inofensivos.

Había hecho una pequeña broma con su profesión, que no pude dejar salir una risa nerviosa.

- Lo siento, no sabía que el Sr. Min iba a terapia.

- Lo conozco desde hace unos años, cuando lo vi por primera vez era completamente diferente a lo que es hoy, de hecho, volver a verlo me sorprendió mucho — abrió la puerta del carro y metió su bolso.

- ¿Cambio para mal?

- Digamos que ahora es una persona más reservada, calculadora e imponente, incluso a mí me logra poner algo nerviosa - comenzó a reír.

- La entiendo perfectamente.

- Bueno, tengo que irme, no estaremos viendo más seguido — se metió al coche.

- Gracias por su arduo trabajo Dra. — hiciste reverencia.

Bajo la ventanilla del carro — Llámame Suni, nos vemos.

La Dra. Suni se fue. Regresaste a tu área de trabajo.

Me sentía intranquila, los psiquiatras normalmente recetan medicamento, es decir que el Sr. Min de verdad necesitaba ayuda.

Tocaste la puerta de la oficina del Sr. Min y te dio acceso.

- La sala de juntas está lista Sr. Min, cuando usted guste puede ingresar.

- En cuanto lleguen los accionistas, hazlos pasar a la sala, en un momento voy para allá.

Min abrió el cajón de su escritorio y sacó una caja con pastillas, tomó dos cápsulas y se las metió a la boca, empujándolas con un sorbo de whisky.

- Sr. Min, no debería tomar medicamento con alcohol — dijiste preocupada.

- Ocúpate de lo que te pedí — bebió su vaso completo.

Min giro la silla, solo podías ver el respaldo.

- Está bien Sr. Min, pero antes de salir, ¿puedo preguntar algo?

- Te escuchó.

- ¿Se encuentra bien? - hablaste en un tono triste.

- ¿Tú estas bien?

- Si, pero esa no fue mi pregunta.

- Si tú estás bien, yo también lo estoy, sigue sonriendo, déjame seguir escuchando tu risa antes de irme, eso llena de vida esta empresa.

Sentí la necesidad de correr a sus brazos, entre nosotros solo había un escritorio que nos separaba, pero se sentía como si ambos estuviéramos en extremos diferentes.

Se escuchó que llamaban a la puerta, caminaste para abrir.

- Hola Jimin, por favor pasa a la sala de juntas.

- ¿Yoongi no está aquí?

- Si — abriste la puerta para que entrara.

Jimin camino hacia Min.

- Ma retiro, iré a recibir a los demás accionistas — hiciste reverencia y saliste de la oficina.

Alistaste las carpetas para cada accionista, solo conocías a dos de ellos, era la primera vez que verías a todos. Después de un rato, comenzaron a llegar.

- Hola Buen día, por favor síganme a la sala de juntas, en un momento el Sr. Min se encontrará con ustedes.

Los 4 caballeros hicieron reverencia y te siguieron a la sala de juntas.

Querido Sr. MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora