Capítulo 24

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El alfa baja junto al alto omega que lo obliga a abrirle la puerta para "enseñarle educación y etiqueta".

Quiere gruñirle al ver como el omega parece disfrutar la mala cara que hace cuando rodea el auto para abrirle la puerta, tenderle la mano y ayudarlo a bajar, pero se contiene.

Los gruñidos quedan atascados en su garganta al recordar que es la única persona que le habla, el único que lo está ayudando en búsqueda de lo que sea que pueda salvar su omega y sus cachorros.

Puede saber que donde estan es un barrio antiguo, recordando una de las últimas conversaciones que tuvo con su omega, recuerda lo que le dijo acerca de una anciana del antiguo barrio que era capaz de borrar la marca.

Esa marca que ahora quiere rehacer para intentar salvar a su destinado, ese hermoso regalo que la madre luna le envió y él se encargó de dañarlo.

Ese destinado que se debate entre la vida y la muerte por su culpa, ese que lentamente se está dejando morir tanto él como sus cachorros por su jodida culpa, por ser un desgraciado cabeza dura, se culpa cada segundo que pasa al no sentir nada atraves del lazo, no siente los latidos que antes sentía proveniente de Taehyung.

Solo siente vacío y culpa.

El vacío lo siente no solo por no poder sentir algo a través del lazo, lo siente por su lobo, ese lobo que luego de la mala noticia del médico se quedó guardado en lo más profundo de su ser sin querer salir, no le da ni señales de vida pero sabe que está ahí escondido y lo extraña.

Extraña demasiado a su lobo que era como una pareja tóxica en su vida, era el encargado de hacerle saber si algo iba mal, de hacerle comprender cuando las cosas se salían de control e intentaba ayudarlo a contenerse a pesar que le gruñia de vuelta, al parecer su lobo está resentido.

Y se lo merece, entiende que merece todo el odio que las demás personas le hacen saber, incluso él mismo se odia por no haberse detenido de lastimar al bonito omega de sonrisa cuadrada, esa peculiar sonrisa que se encargó de borrar a punta de maltrato.

— Bienvenido nuevamente, bonito omega.

La voz suave y baja de una anciana le hace levantar la cabeza hacia la mujer vestida con un largo y ancho vestido blanco que la cubre desde el cuello hasta los pies, la larga cabellera blanca que contrasta con el color de piel moreno y un poco arrugado seguramente por la cantidad de años que tiene.

Ambos quedan viendo a la mujer con sorpresa al verla cargar una canasta con varias sandías encima como si no le pesara nada, el alfa intenta acercarse a ayudar pero la mujer lo detiene levantándole la mano.

— Déjeme ayudarla — pide volviendo a intentar sostener las cosas.

— Si puedo ¿Acaso crees que no puedo, alfa estúpido? — gruñe la mujer alejándose del alfa, tiene ganas de golpearlo — Además, en mi época, yo llevaba sacos de arroz en la espalda y no pesaban, ahora ¿creen que no puedo con unas sandías?.

Yoongi la mira sorprendido ante la reprimienda que acaba de recibir por intentar ser una persona generosa ante los mayores.

— Entonces, espero que si se cae, no pi...

Seokjin le tapa la boca asustado ante la manera grosera de expresarse del alfa.

— Lo lamento — sonríe el omega dando una reverencia sin dejar de taparle la boca al alfa — Es que él, lo que tiene de blanco, lo tiene de bruto.

La anciana asiente sonriendoles y abre la puerta con tranquilidad sin dejar de sostener la canasta.

— Pasa Min Yoongi, va a ser divertido atenderte — ofrece dejando a ambos anonadados.

Mi Error (Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora