Mi Error (Yoontae)

Epílogo

El silencio puede ser catalogado como muchas cosas.

La mayoría de veces suelen ser catalogadas como un silencio muy perturbador que llega luego de un incómodo momento, pero otras veces, el silencio significa la pérdida de la vida de una persona.

Durante el tiempo que pasó el arma pegada a su pecho se preguntó por todo y a la vez por nada.

Se preguntaba si tal vez la luna había puesto ese momento en sus vidas para probarlo que tanto podría arriesgarse por su pareja, que tanto estaría dispuesto a hacer por Tae, también pudo ser puesto para saber si ese era su destino por todo lo que hizo, si esa era su forma de pagar por comportarse como un verdugo, muchas cosas le pasaron por la cabeza pero la única que se estancó en su memoria y su boca fue "dar la vida por su familia"

No lo pensó mucho, al instante respondió, estaba dispuesto a hacerlo, si suran deseaba acabar con la vida de su omega, estaba dispuesto a interponerse entre ellos para que sea él quien la pierda mientras dejaba ser feliz a ese pequeño ser que se merece lo mejor del mundo.

Su dulce omega merece ser la persona más feliz del mundo.

Pero otra cosa que se ve durante el silencio, es el milagro de la vida.

Esos que provienen de unos pequeños seres que son llamados cachorros.

Sus bebés duermen tranquilos cada uno al lado del otro luego de haber pasado siete días enteros en la encubadora, ahora ya no lo están, justo permanecen en el gran nido dormidos dejando salir varios sonidos que son dulce para sus oídos y su corazón.

Verlos ahí siendo unas bolitas rosadas que mueven los pies y las manos hace que su corazón se llene de un calor protector que jamás había sentido, ni siquiera en su pasado.

Nunca tuvo ese instinto protector que le nació cuando vió a su omega subido en la escalera con riesgo a caer, en su celo pero se triplicó cuando vió a sus hijos nacer uno a uno en medio de la autopista mientras en su pecho tenía puesto un calibre.

Ahora solo desea darles lo mejor, enseñarles a vivir, enseñarles a no lastimar y enseñarles a amar porque algo que aprendió de Taehyung es que habiendo sufrido tanto, siempre guardó una llama de amor en su interior que se prolongaba hasta hacer sonreír a las demás personas solo con mirarlo.

Y eso no puede dejar de hacerlo.

Su omega es muy valiente, demasiado, que lo llena de orgullo, se siente muy orgulloso de todo lo que aprende del menor cada día, sabe aún le falta mucho por aprender pero está muy feliz si Taehyung es su maestro.

— ¿Qué piensas yoongi?

El pequeño susurro acompañado de esa melodiosa voz de su omega hace que deje de mirar a sus cachorros para verlo, ama escuchar su nombre salir de esos finos pero hermosos labios que le dan una sonrisa cuadrada con ojos muy cansados.

Le da una amplia sonrisa al ver esas muy bonitas y rellenas mejillas que están muy rosadas, pero más le gusta ver a su omega vestido con un traje de dinosaurio que debería darle risa pero al contrario, le da ternura.

— En todo y a la vez en nada — responde levantándose de la mecedora.

Se dirige hacia su omega que conforme sus pies se mueven, él se sienta en la cama en su espera.

— ¿Cómo es eso? — su risa hace que sus oídos se llenen de felicidad, ama la risa de su omega — ¿No será que te volviste loco?

— Loquito por ti — termina la distancia.

Cobija con su mano la mejilla de su omega haciendo que este ronronee bajo su toque, siente la felicidad de su pareja por medio del lazo, es muy intensa, igual a la suya.