𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏

𝑪𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒕𝒓𝒆𝒔

Mi cuerpo es incapaz de reaccionar a pesar de su tono de voz, simplemente me quedo mirándole sintiendo como mis ojos comienzan a cristalizarse.

—Yo...y...—no soy capaz de terminar la frase ya que un nudo se forma en mi garganta—Lo siento—es lo único que soy capaz de decir.

—¿¡Que sientes el que?! Explicame qué cojones haces con una prueba de embarazo positiva en tu habitación—grita levantando sus manos soltando un bufido.

Me encogo un poco ante su actitud desafiante sintiéndome totalmente inferior en este momento, no sé qué cojones decir.

—Es...es mía...te juro que pensaba contártelo pero no sabía cuando—murmuro levantando mi vista atreviéndome a mirarle

—¿¡Cuando coño pensabas contármelo?!—niega sin poder creerlo tirando la prueba sobre la cama—No puedo creer que me ocultases una cosa así, te he estado preguntando y preocupándome por ti pensando que estabas teniendo una de tus recaídas, resulta que no era nada de eso. ¿Como he podido ser tan gilipollas?

Bajo la cabeza totalmente avergonzada, él tiene razón, durante esta semana solo se ha preocupado de si me pasaba algo, algo dentro de mí me decía que tenía que ocultarle lo que estaba pasando pero ha sido mucho peor; he metido la pata hasta el fondo.

—Iba a contártelo pero no encontraba el momento...siento que te hayas tenido que enterar así pero tenía mucho miedo de que lo tomases a mal...ni si quiera sé que hacer—trato de mantener la tranquilidad en mi voz.

—El momento es el mismo en el que sabes que estás embarazada, Alice, soy el padre y tengo que saberlo. ¿Porque soy el padre no?—pregunta ironicamente—Como me has mentido a saber si me estás mintiendo también respecto a eso

—¡Claro que eres el padre, Eddie!—alzo la voz tratando de controlar las lágrimas—¿Como puedes dudar de mi? Jamás te engañaria—murmuro mordiendo mi labio dejando que algunas lágrimas caigan por mis mejillas.

—Error, has sido capaz de engañarme con una cosa muy importante, dime, ¿Lo sabe alguien antes que yo?—ante su pregunta me quedo callada—¡Que me digas si lo sabe alguien más, joder!—alza la voz zarandeando mi brazo ligeramente.

Las palabras se quedan atascadas en mi garganta incapaz de hablar, entiendo la reacción de Eddie y su enfado, me siento tan avergonzada y decepcionada conmigo misma que no soy capaz de dar la cara.

—Nancy y Max lo sabían desde el principio....después hablé con Steve y este se lo contó a Robin—murmuro bajando la vista incapaz de mirarle a los ojos.

—¡Genial, soy el último en enterarme!—grita soltando mi brazo bruscamente—Seguro que si no llego a encontrar la prueba no me dices nada. ¿Y que coño piensas hacer con el niño? Por qué al parecer la única que decide eres tú—dice apretando sus dientes con rabia.

Sus palabras se clavan en mi pecho como estacas, me duele que me trate de este modo, me he equivocado pero creo que debería de ser un poco más comprensivo; reconozco que he sido egoísta por pensar que esto es solo cosa mía, claro que debería de haberselo contado desde el principio pero creo que él debería entenderme a mí también, aunque en este momento entiendo que no mida sus palabras.

Entiendo que este dolido y por eso me dice todo esto, pero yo sé que en el fondo hay algo de verdad en ellas, si yo estuviera en su situación me habría puesto igual o peor.

—No...no sé qué voy a hacer...quería hablarlo contigo—carraspeo mi garganta atreviéndome a mirarle, pero su mirada es de asco hacia mi, lo entiendo.

—¡Ah, ahora sí soy importante!—rie irónicamente levantando sus manos y suspira para tratar de calmarse—¿Sabes? No seré tan rastrero de dejarte sola porque eso también es mio—señala mi tripa con su dedo indice—Pero tú y yo hemos terminado, no quiero saber nada de una cría caprichosa y egoísta; has sido lo suficientemente madura como para ocultarmelo por casi dos semanas pues también lo eres para decidir que cojones hacer, hagas lo que hagas estaré aquí y te apoyaré como padre de la criatura

Una vez termina de hablar sale de mi habitación dejándome sola, mi cuerpo se ha quedado paralizado al escuchar sus palabras que aún se repiten en mi cabeza.

Él no quiere saber nada de mí, es comprensible, pero eso no quita el hecho de que eso me haya dolido como si estuvieran arrancándome el corazón; mis ojos comienzan a humedecerse y ni si quiera me esfuerzo en retener las lágrimas, simplemente dejo que rueden por mis mejillas a su antojo.

Las piernas me flaquean ligeramente por lo que tengo que sentarme con cuidado en la cama, simplemente estoy mirando a un punto fijo mientras no paro de llorar; por una mala decisión he perdido al que creo que es el amor de mi vida y el chico del que más enamorada he estado, no hay forma humana de arreglar esto, Eddie no quiere saber nada de mí, aunque tengo la esperanza de que pueda recapacitar.

(...)

                                             Eddie Munson

La rabia recorre mi cuerpo en cuanto salgo de casa de Alice, mi vista está nublada en este instante porque no puedo creer que ella me haya ocultado una cosa así durante casi dos semanas, si se supone que soy el padre debería de haberlo sabido desde el principio.

Justo cuando estoy por subirme a la camioneta para ir a conducir para relajarme me topo con Steve que al verme pone cara de preocupación.

—Eh, eh, eh, ¿Que pasa, Munson?—pregunta Steve agarrando mis hombros para que me detenga—Oh mierda, ya creo que se lo que es...¿Has hablado con mi hermana, verdad?

Yo simplemente me limito a asentir, en este momento no puedo hablar de ella porque no tengo palabras precisamente buenas.

—Si te intenta convencer para que hables conmigo ni lo intentes, no voy a ser un cabron y dejarla sola, haga lo que haga la voy a apoyar pero yo no quiero volver a saber nada de ella. ¿Sabes cómo me he enterado? Rebuscando en los cajones y por accidente me encontré la prueba—rio irónicamente pasándome las manos por la cara algo frustrado.

—Te entiendo, tío, yo le dije que tenías que ser el primero en saberlo pero no me hizo caso, Alice a veces se comporta como una cría, pero también debes de entender que después de todo lo que ha pasado tenga miedo en decirte las cosas..
—dice Steve tratando de calmarme.

—Intento ser lo mas comprensivo posible, me he preocupado de ella durante estas semanas sabiendo que le pasaba algo y aún así no ha tenido los huevos de decirmelo—niego encogiendo mis hombros.

Sin esperar su respuesta comienzo a caminar hacia mi camioneta y una vez dentro le doy un golpe al volante acompañado de un grito de rabia; necesito beber para pensar.

Pongo rumbo hacia una tienda para comprar una caja de cervezas y conduzco hacia un pequeño mirador al que suelo ir para relajarme; bajo del coche y agarro la caja dirigiéndome hacia un pequeño banco.

Echo la cabeza hacia detrás soltando un gran suspiro, aún siento como la rabia está en mi pero en menor medida, más que enfado siento decepción, pensaba que ella era completamente sincera conmigo pero sí ha sido capaz de ocultarme una cosa tan importante no sé qué más no me habrá dicho; como un imbécil confíe en ella y como siempre me han acabado apuñalando.

Decido dejar esos pensamientos a un lado y abro una lata de cerveza tomandomela prácticamente de un trago así que abro una segunda lata, beber me hace relajarme y dejar a un lado los pensamientos.

Sólo me hace falta evadirme de la realidad y olvidarme de Alice por un tiempo.

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Holaaaaa.

Espero que no hayáis llorado mucho con este capítulo....jajajaja.

Si os está gustando hacérmelo saber ✨

Gracias por leer. 💘