𝑪𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐

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Mis cuerpo se queda bloqueado sin poder reaccionar al haber presenciado tal escena, los estudiantes corren rápidamente para ver qué ha pasado pero yo no puedo moverme; siento como mis ojos comienzan a humedecerse y las lágrimas caen por mis mejillas, a los pocos minutos la ambulancia no tarda en venir.

—¡Alice!—escucho el grito de Max que viene acompañada de Steve y los demás—¿Qué ha pasado? ¿Estas bien?—pregunta rápidamente poniéndose frente a mi tomando mis hombros.

Las palabras se quedan atascadas en mi garganta y yo solo soy capaz de llorar abrazándola rápidamente, inmediatamente ella corresponde mi abrazo en un intento de calmarme, Steve nos avisa que nos llevará al hospital y aunque me cuesta reaccionar la pelirroja me guía hacia el coche de mi hermano.

Durante el camino los chicos consiguen tranquilizarme, en mi estado no es bueno alterarme pero el hecho de pensar que puedo perder a Eddie hace que una presión aparezca en mi pecho, nada más llegar bajamos del coche e inmediatamente Robin y Steve se acercan hasta el mostrador para pedir información acerca de Eddie pero al no ser familiares directos no pueden decirnos nada; Wayne a estas horas estará descansando ya que siempre suele trabajar por las noches pero debe de saber esto, yo estoy demasiado nerviosa así que Steve se ofrece a llamarle.

Le doy el pedazo de papel con el número del tío de Eddie y camina hacia el teléfono situado en el pasillo del hospital, mientras tanto Max se encarga de mantenerme calmada hasta que Wayne pueda venir y consigamos saber como está Eddie; si le pasa algo no podría perdonarme que se vaya estando enfadado conmigo, todo se está volviendo mucho más complicado de lo que yo esperaba.

—Wayne no tardará en venir, le he intentado calmar todo lo que he podido....—dice Steve soltando un suspiro sentándose a mi derecha—¿Que ha pasado exactamente?

—Estabamos hablando...terminamos discutiendo y él se fue en la camioneta, yo iba a entrar a clase pero escuché el frenazo...—murmuro tratando de que el nudo que tengo en la garganta se alivie un poco y me permita hablar

—Ay Alice, siento que hayas tenido que ver eso—suspira negando con su cabeza rodeándome con sus brazos—Veras que no es nada, un simple accidente que se quedará en un susto, podréis hablar y solucionar las cosas, ya verás...

Estar en los brazos de mi hermano es encontrar la calma absoluta, con tan solo unos minutos ahí basta para que me consiga calmar e incluso puedo cerrar mis ojos un rato; no dormir estos días a causa de todo el estrés que me ha generado la situación con Eddie me han pasado factura y ahora que mi cuerpo se ha relajado un poco creo que no me vendría mal dormir un poco.

(...)

Un rato después siento unas manos zarandearme poco a poco haciendo que abra mis ojos despacio y así acostumbrarme a la claridad, no sé cuánto tiempo he dormido pero no me ha sentado nada bien, me duele el cuello, la espalda y el brazo izquierdo se me ha quedado completamente dormido.

Froto mis ojos suavemente soltando un bostezo y suspiro al darme cuenta de que sigo en esta fría sala de espera de hospital, pensaba que todo había sido un sueño y que iba a estar felizmente en mi cama junto con Eddie al lado pero no, sigo en esta pesadilla.

—¿Dónde están los demás?—pregunto con voz adormilada al ver solo a Max en la sala con nosotros.

—Se han ido a descansar, Steve fue a por algo de comer. ¿Cómo estás?—cuestiona la pelirroja con preocupación en su voz—Wayne llegó hace un rato, se fue junto con Steve a la cafetería, si quieres podemos ir a pasear un rato para que te dé el aire

—Estoy...bien, supongo, necesito saber ya que tal esta Eddie, te juro que no saber nada me está matando por dentro—suspiro levantandome de la dura silla estirando mi espalda—¿No os dijeron nada, cierto?

—No, Wayne trato de hablar con los médicos pero aún no saben nada...creo que estaban haciéndole algunas pruebas o que se yo—encoge sus hombros para después tomar mi mano y guiarme hacia la puerta.

Ambas salimos del hospital, la brisa choca con mi rostro haciéndome respirar profundo y comenzamos a caminar por los jardines del hospital en silencio; no es un silencio de esos incómodos, todo lo contrario, creo que este silencio es bueno para que pueda ordenar mis ideas. Tengo claro que quiero estar con Eddie pero no tengo claro que quiero hacer con el bebé, eso tendría que hablarlo con él pero tengo la sensación de que me odia.

Decidimos hacer una parada en una pequeña cafetería cercana al hospital para comer algo, la comida de hospital me da un poco de repelús y prefiero no llevarme eso a la boca; simplemente me pido un zumo con una galleta de chocolate y Max un trozo de tarta de queso junto con un batido; ambas comemos hablando de cualquier tema y gracias al cielo puedo despejarme un rato.

En cuanto terminamos volvemos al hospital con la esperanza de poder saber algo, nada más entrar visualizo a Wayne hablando con mi hermano.

—Alice, cielo—exclama el hombre con preocupación acercándose a mí para abrazarme—Tu hermano me ha contado lo que ha ocurrido...en cuanto pueda pasar a verle dejaré que entres primero—hace una pequeña mueca separándose de mi para mirarle—Ven, tengo que hablar contigo

Algo extrañada dejo que me guíe hacia un lugar de la sala apartado de Max y Steve, no se que podrá tener tanto misterio.

—¿Qué ocurre, señor Munson?—pregunto con curiosidad cruzando mis brazos.

—No sé que os paso a Eddie y a ti...pero desde hace unos días el estaba más raro de lo normal, a penas salía de casa y cuando le preguntaba por ti evadía el tema...él no me dijo nada hasta que lo vi llorando en su habitación y se decidió a contarmelo—comienza a decir con un tono completamente tranquilo.

—¿Que fue exactamente lo que le dijo?—frunzo el ceño levemente.

—Se que estás embarazada, Alice—responde con simpleza haciendo que mi cuerpo se tense—Me parece una irresponsabilidad por parte de ambos pero es una cosa que ha pasado así...solo quiero decirte lo mismo que le dije a él en su momento, estoy para apoyaros y ayudaros en lo que necesitéis. Ser padres a esta edad no es nada fácil pero si decidís seguir adelante contáis con mi apoyo—termina de hablar con una pequeña sonrisa en su rostro.

Siento como mis ojos se humedecen y rodeo a Wayne con mis brazos dejando que se escapen algunas lágrimas, él inmediatamente corresponde mi gesto dejando unas caricias en mi pelo.

—Se lo oculte por semanas, hice muy mal...y estaba muy enfadado conmigo—murmuro sorbiendo mi nariz mientras me separo del abrazo.

La voz del médico interrumpe nuestra conversación e inmediatamente Max, Steve, Wayne y yo nos acercamos hacia él, por su expresión puedo deducir que no es nada bueno pero mantengo la esperanza en que solo sea un susto y Eddie en este momento esté bien.

—¿Cómo está? ¿Está grave?—pregunta Wayne inmediatamente con un notable tono de preocupación en su voz

—Edward tuvo un accidente bastante aparatoso...podría haberle costado la vida de no ser porque los servicios sanitarios llegaron a tiempo—comienza a decir el doctor—Hemos conseguido estabilizarlo pero ha perdido mucha sangre...

—Quiero verlo—digo con un tono algo arisco y Steve sujeta mi brazo para que me calme—Por favor—susurro mirando al médico.

—¿¡Pero como está!? Eso es lo que queremos saber—reprocha Steve notablemente nervioso—Hemos estado esperando por horas

—Edward se encuentra en la UCI. Esta en coma y no sabemos cuándo va a despertar.

Al escuchar esas palabras siento como mis piernas tiemblan y mi vista se nubla, rápidamente Max me agarra acompañándome hacia una silla y abanicarme con la mano.

No puede ser, ahora no.

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Holaaaaaaaaaa.

¡Después de tantos días sin capítulos hemos vuelto! Espero que os haya gustado este capítulo aunque haya un poco de drama...jajajaja.

¡Aprovecho para deciros que ya somos 24k! MIL GRACIAS A TODAS, DE VERDAD. ❤️

Esta tarde subiré otro capítulo para compensar. 🙏

Gracias por leer. 💘

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora