𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐

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                                           3 años después

La vida en California es mucho más divertida que en Hawkins a pesar de tener a nuestros amigos y familiares lejos, estos tres años parece que no han pasado pero en realidad han pasado más cosas de las que parecen; por mi parte estoy a punto de acabar mi grado en psicología en la universidad, tan solo me queda un año para ser graduada y tengo mucha presión encima, desde luego que cuando comencé no pensaba que fuera a ser tan duro.

Pero a pesar de que la universidad sea complicada y a veces haya tenido crisis existenciales por querer dejar la carrera después me paro a pensar en que es lo que realmente me apasiona en la vida, siempre quise estudiar psicologia ya que eso me va a permitir en un futuro ayudar a gente con problemas y brindar las herramientas necesarias, especialmente me encantaría ayudar a chicas que hayan pasado por la situación que me tocó vivir hace unos años.

Por otro lado Eddie consiguió trabajo en un bar casi a tiempo completo y a penas teníamos tiempo para vernos, yo obtuve un trabajo en un supermercado los fines de semana pero tuve que dejarlo ya que no podía compaginar los estudios con el trabajo pero por suerte podemos vivir bastante bien con lo que Eddie gana; aunque él tiene mucha más fuerza de voluntad que yo ya que se inscribió en una escuela de música, es obvio que no iba a dejar su pasión de lado.

Steve y los chicos han venido a visitarnos bastante en este tiempo, además hemos podido ver a Will y Jane con mucha más frecuencia, él y Eddie se pasaban las horas jugando a D&D siempre que estaban juntos; es complicado tenerlos lejos pero con mucha frecuencia hablamos por teléfono y mínimo en verano dos semanas vienen a visitarnos.

La relación con Eddie se había fortalecido aún más, ambos hemos madurado en este tiempo y aunque la convivencia a veces se nos haga complicada y nos peleemos hemos aprendido a tener comunicación para solucionarlo todo; además lo bueno de vivir solos es que podemos tener sexo todas las veces que queramos y en cualquier parte de la casa, creo que esa es la mejor parte de estar independizados.

A pesar de no tener demasiado dinero para poder darnos los caprichos que queríamos de vez en cuando ahorrabamos bastante dinero para hacer un viaje mínimo una vez al mes, la rutina a veces nos cansaba demasiado y necesitábamos un descanso, por eso hoy asistiremos al concierto de Metallica que hay en la ciudad, nos ha costado meses poder ahorrar para las entradas pero por fin lo hemos conseguido.

—¡Alice, llegaremos tarde, date prisa!—grita Eddie desde el salón haciendo que me sobresalte y la línea del ojo se vaya a la mierda.

—¡Pero si quedan más de tres horas, calmate!—grito de vuelta algo frustrada soltando el lápiz con brusquedad.

—¡Me da igual, no es un concierto cualquiera, vamos o me voy sin ti!—vuelve a gritar.

Decido ignorarlo y limpio el maquillaje corrido por mi cara para volver a rehacerlo de nuevo, retoco un poco mi pelo y ya estoy lista, el conjunto tampoco es que sea muy elaborado, simplemente llevo unas converse negras, unos vaqueros con algunos rotos en las rodillas y una camiseta de Metallica.

Tomo las cosas necesarias y camino hacia el salón donde Eddie está esperando, él también lleva puesta una camiseta de Metallica, unos vaqueros negros y sus clásicas zapatillas blancas, en estos años tampoco es que haya cambiado mucho su forma de vestir.

—Mi amor sé que estás nervioso pero calmate, el recinto es muy grande y no vamos a tener problema en entrar—le digo a mi novio en cuanto subimos al coche, por suerte pudimos ahorrar para comprar uno medio decente.

—Lo se cariño, lo siento pero es que es mi primer concierto y estoy muerto de ganas por ver a Metallica en directo—suspira echando su cabeza hacia detrás para después mirarme.

—Te lo perdono porque me pasa lo mismo—rio levemente acercándome a el
para dejar un beso en su mejilla—Venga vamos.

Eddie arranca el coche y por el camino me encargo de poner una cinta de Metallica a todo volumen mientras ambos vamos cantando a todo pulmón, pueden haber cambiado muchas cosas pero ir en el coche cantando no ha cambiado para nada, las buenas costumbres no han de perderse y la verdad es que estos momentos son mis favoritos.

Unos quince minutos después llegamos al recinto pero tenemos que aparcar bastante más lejos ya que es imposible hacerlo aquí, ambos bajamos del coche y agarro su mano mientras caminamos hacia la cola de gente, calculo que tardaremos unas dos horas o más en entrar pero lo peor será aguantar a Eddie nervioso, a veces es como un niño pequeño.

La gente avanza poco a poco y después de dos horas y media aquí la verdad es que se me está haciendo un poco pesado pero por suerte podemos entrar, nosotros tenemos las entradas en pista así que tendremos una vista muy buena del concierto; aunque yo no quiera exteriorizar lo que siento en este momento mi niña interior esta cumpliendo el sueño de ver a su banda de metal favorita en directo, y lo que es mejor aún, lo hace acompañada del amor de su vida.

Se hace la oscuridad y la gente comienza a gritar entrando en éxtasis, el sonido de la guitarra se hace presente sintiendo como se me eriza la piel, dios, es el momento más feliz de mi vida.

Durante la primera media hora Eddie y yo no paramos de cantar, gritar y saltar, no sé quién de los dos está más emocionado pero estoy segura de que está feliz de estar compartiendo esto conmigo al igual que yo lo estoy por compartirlo con él; seguro que mañana estaré sin poder hablar pero va a merecer la pena, de eso estoy segura.

Todas las canciones que están cantando son muy cañeras hasta que el ritmo del concierto va bajando y los acordes de Nothing Else Matters se hacen presentes provocando que mis ojos se humedezcan, si ya es bonito escuchar nuestra canción estando juntos escucharla en directo lo hace aún mejor.

Mi vista va hacia Eddie que ya está mirándome con una sonrisa boba en su rostro, al parecer hemos pensado lo mismo; él toma mi mano atrayendome hacia el para abrazarme por la espalda, ambos comenzamos a cantar a todo pulmón mientras que las lágrimas caen por mi rostro ligeramente, jamás en mi vida pensé que iba a escuchar una de mis canciones favoritas en directo.

Por unos segundos me siento vacía al no notar a Eddie detrás de mí por lo que me giro para ver qué ha pasado pero me quedo completamente congelada al ver lo que está ocurriendo, está arrodillado delante de mí con un anillo precioso en su mano.

—Te dije que algún día me iba a casar contigo y creo que va siendo hora de que ese día este cada vez más cerca...¿Te casarias conmigo, Alice?—suerte de que la canción sea lenta y puedo escucharle medianamente bien.

Mi cuerpo es incapaz de reaccionar, me he quedado completamente en shock, ni si quiera estoy escuchando la música, solo estoy intentando procesar que mi novio está pidiéndome matrimonio en un concierto de nuestra banda favorita.

Siento como me tiemblan las manos y mis ojos humedecerse aún más, Eddie me mira bastante nervioso pero después de unos minutos consigo reaccionar; las palabras no salen de mi garganta, solo asiento entre lágrimas tapando mi boca con una de mis manos y Eddie suelta un suspiro de alivio.

Pone el anillo en mi dedo y se levanta del suelo para acercarse a mi, rodea mi cintura con sus brazos y con una amplia sonrisa en su rostro posa sus labios en los míos.

—Prometo hacerte feliz todos los días de tu vida, Edward Munson—hablo sobre sus labios cuando ya estoy más tranquila mientras la música continua de fondo.

—Prometo quererte como siempre lo he hecho, Alice Harrington—responde de igual manera para después chocar sus labios con los míos nuevamente.

Sin duda este sí que ha sido el mejor día de mi vida.

Fin.

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Ahora sí que sí...Hell ha llegado a su fin, espero que os haya gustado de principio a final, ha sido una de las cosas que más he disfrutado escribiendo.

Gracias por leer. 💘

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora