𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆

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Permanezco estática en mi lugar con mi mirada puesta en Eddie, ahora su mirada no desprende ese brillo que normalmente tiene cuando nos miramos,  sus ojos están cansados y sus pupilas muy dilatadas, no sé qué ha podido pasar para que haya acabado así y no me haya pedido ayuda.

—Creia que nos lo contábamos todo, Eddie, creía que esto era una relación sana en la que íbamos a estar el uno para el otro pero ya veo que no, prefieres dejarme plantada para meterte esta puta mierda—mi tono de voz es firme, Eddie está a unos pasos de mi respirando de manera agitada.

Sujeta el puente de su nariz cerrando sus ojos por unos segundos para después mirarme con una expresión completamente seria.

—Tu no mereces estar conmigo, Alice, estoy destinado a acabar en la cárcel igual que mi padre, soy el bicho raro del pueblo y en cambio tú eres todo lo contrario—escupe con algo de asco haciendo que mi corazón se estruje ante sus palabras—Esto ha ido demasiado lejos, vete—señala la puerta de mala gana para después sentarse en la cama.—No te quiero y no te he querido nunca, entiéndelo de una puta vez.

Esta vez no digo nada, no puedo responder a eso ya que el nudo que se había formado en mi garganta ha vuelto con más fuerza, las lágrimas amenazan por salir y no quiero que me vea llorar; salgo de la habitación a paso rápido y en cuanto estoy fuera del tráiler dejo que todas las lágrimas que estaba aguantandome comiencen a caer por mi rostro.

Realmente no sé qué puede haber ocurrido para que Eddie haya tomado esa decisión pero lo que si sé es que yo no voy a dejarlo solo, sé que lo que dice no es verdad, simplemente está bajo el efecto de las drogas pero eso no quita el hecho de que sus palabras se me hayan clavado como cuchillos en lo más profundo de mí; no voy a soportar de nuevo lo mismo, sé que Eddie no es así.

Consigo tranquilizarme lo suficiente como para volver a conducir, ahora no me apetece ir a casa, necesito estar sola y pensar en un lugar tranquilo; subo al coche y comienzo a conducir hacia una colina en la que a estas horas no habrá nadie, desde este lugar se puede ver una vista perfecta del pueblo iluminado por las farolas.

Al llegar aparco el coche y respir profundamente bajandome cerrando la puerta de un pequeño portazo, camino hasta sentarme en uno de los bancos y cierro los ojos sintiendo como la pequeña brisa de primavera choca con mi rostro.

En este momento no puedo evitar pensar en las cosas buenas que hemos vivido Eddie y yo en a penas dos meses, es poco tiempo pero yo lo viví de manera intensa, para mí él es algo así como mi primer amor de verdad; soy de esas personas que piensan que el tiempo no lo es todo, es la conexión que tengas con esa persona y al parecer Eddie y yo tuvimos una demasiado fuerte.

Inevitablemente las lágrimas comienzan a caer nuevamente por mi rostro, yo solo quiero ayudarle pero él no me deja, no voy a permitir que se convierta en otro Billy porque él no es así, yo estoy segura de que podré sacarlo de ese agujero en el que se ha metido.

El ruido de un coche hace que me alerte mirando hacia los lados, los faros del mismo me ciegan un poco haciendo que tape mis ojos; el motor deja de hacer ruido y puedo visualizar una silueta bajarse del mismo, no es muy recomendable andar sola a estas horas por el pueblo pero nunca me ha pasado nada, todos nos conocemos aquí.

Siento como los pasos se van acercando hasta mi, me levanto rápidamente del banco ante mi inseguridad.

—Hola nena, cuánto tiempo sin vernos, te he echado mucho de menos. ¿Sabes?— escuchar la voz de Billy me quedo estática en mi sitio sintiendo como mi cuerpo comienza a temblar.

—¿Que coño haces aquí y como has sabido que estoy aquí? Vete Billy, llamaré a la policía si no te vas de aquí—trato de que no me tiemble la voz en el proceso, no quiero mostrarle que estoy asustada.

—Bueno, no es difícil saberlo, siempre te gustaba venir aquí—puedo ver su cinica sonrisa a pesar de la poca luz que hay en el lugar—Me he enterado que andas con el friki de Munson, ¿Eso es verdad?

Trago saliva apretando mis puños levemente, sabía que a pesar de que Billy no estuviera presente iba a acabar enterándose de lo mío con Eddie, en este pueblo se sabe todo, tanto lo bueno como lo malo.

—Creo que eso no es de tu incumbencia, Billy, tengo que irme—le esquivo rápidamente para ir hacia mi coche pero su mano agarra mi brazo con fuerza haciéndome retroceder.

—Claro que si es de mi incumbencia, cariño, tú eres mía te guste o no...no sirves para otra cosa que no sea abrirte de piernas—su mano hace más presión sobre mi brazo haciendo que algunas lágrimas que estaban atascadas comiencen a salir—No entiendo cómo puedes estar con el, pero tranquila, ese es el menor de los problemas, ya sabe lo que tiene que hacer.

Mis ojos se abren como platos al escucharle y levanto mi cabeza rápidamente dejando que las lágrimas sigan corriendo libremente.

—¡¿Que le has dicho a Eddie?!—chillo desesperada tratando de soltarme de su agarre pero su otra mano sube hasta mi cuello empujándome bruscamente al capó del coche.

—Solo le he dicho unas cuantas cosas para que me deje el camino libre, ahora tú vas a volver conmigo, cariño—murmura entre dientes mientras una sonrisa arrogante se dibuja en sus labios.

Ahora entiendo la razón por la que Eddie ha vuelto a consumir, no sé qué mierda le habrá dicho este cabron pero le ha afectado más de la cuenta; Eddie es una persona sensible que aunque de la imagen de que es un chico duro no es así, es inseguro, sensible y muy cariñoso.

Mi corazón se estruja en mi pecho haciéndome cerrar los ojos mientras que las lágrimas no paran de salir, no soy capaz de pensar en cómo Eddie estará en este momento; solo quiero ir con él y abrazarlo hasta cansarme, decirle que todo está bien, pero no creo que sea buena idea.

—Escuchame bien, vas a dejar a ese friki, vas a volver conmigo si no quieres que a tu querido hermano o a Max les pase algo. ¿Estamos?—aprieta su agarre contra mi cuello y yo solo puedo asentir lentamente—Si alguien sabe de esto te juro que acabo con lo que más quieres, como vuelva a verte con ese friki de Munson no respondo—suelta mi cuello con brusquedad.

Comienzo a toser llevando mis manos hacia mi cuello por la falta de aire, yo simplemente asiento acatando todo lo que me dice; se de lo que es capaz por tal de hacerme daño y tenerme sometida, por eso no voy a dejar que le pase nada ni a Steve ni a Max ni a nadie de los que yo quiero.

Por eso tengo que aguantarme, si tengo que alejarme de Eddie para que no le pase nada lo haré por mucho que me duela, solo tengo que tratar de buscar la solución a esto yo sola.

—Esta bien, volveré contigo pero por favor no le hagas nada a Steve—sorbo mi nariz mirándole suplicante.

—Buena chica...¿Ves como es más fácil cuando me obedeces?—sonríe acariciando mi cabeza pero bajo la mirada—Mañana paso por ti para la escuela, todos tienen que enterarse que has vuelto conmigo—levanta mi cabeza con brusquedad y sonríe de una forma arrogante—Hasta mañana nena—deja un beso en mis labios para después soltar mi rostro.

Observo atentamente como se sube al coche y en cuando sale de ahí me largo a llorar cayendo de rodillas al suelo; no puedo creer que me esté pasando esto después de haber conseguido salir del agujero.

Quiero que esta pesadilla se acabe de una vez.

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Hoooooliii.

Empezamos la semana con otro capituloooo, espero que os guste, esta tarde subiré otro.

Por cierto...¡SOMOS 6.02K CHICAS MUCHISIMAS GRACIAS!

Pensaba que esta fic no iba a llegar a nada, gracias y mil gracias.

💘💘💘

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora