La noche había caído, la luna se encontraba oculta sutilmente debido a las enormes nubes gruesas y grises que se encontraban dispersadas por el cielo pero afortunadamente aquella oscuridad se veía limitada gracias a la iluminación proporcionada por los focos de las tiendas ubicadas a lo largo del camino, la tenue brisa fresca les hacía compañía soplando dejando caricias en los cuerpos de los tres chicos que se encontraban en su camino haciendo que se encogieran un poco debido al frío; a decir verdad era un buen clima y una linda noche decorada con alguna estrella que se lograba ver de vez en cuando si enfocabas la mirada.
El sonido de las risas y las voces de Yeonjun y Kai resonaban a lo largo del callejón llamando la atención de algunas personas curiosas con las que cruzaban miradas al andar, Soobin por su cuenta se había mantenido caminando un metro de distancia por detrás de ellos guardando silencio atento a la conversación ajena, aunque, luego de unos minutos prestando atención a lo que decían decidió cambiar su enfoque para observar mejor al extraño pelinegro ya que lo que hablaban eran temas en los que no le interesaba indagar a diferencia de la personalidad del menor.
Aquella conversación que había tenido con Huening hace un par de horas en la librería aún le seguía haciendo ruido resonando en las paredes de su cavidad cerebral, por más que tratara de entender y comprender el porqué Kai le había dado aquella orden simplemente no lo entendía del todo, además que le molestaba la idea de imaginarse a aquel chico de tez blanquecina andando con su hyung... simplemente no le apetecía la idea.
Para suerte del alto pelinegro su tortura terminó cuando llegaron a la vivienda del menor acercándose a dicho lugar mientras Yeonjun se dedicaba a despedirse del pequeño; Soobin se había quedado algo lejos de ellos pero lo suficientemente cerca como para seguir observando al par y, justo en ese instante, notó la puerta de la vivienda abrirse dejando al descubierto a una chica pelinegro de cabellera larga y lacia con un rostro bastante particular, ella saludó con una sonrisa al par de chicos que se encontraba aún en la entrada y cuando su mirada se alzó notó al chico alto pelinegro que la miró con la misma sorpresa que ella a él.
Soobin se mantuvo en silencio, solo sonrió ampliamente para la pelinegro que le correspondió el gesto, la chica bajó los pequeños escalones ubicados en la entrada de su casa y quedó junto a su hermano menor comenzando una conversación de introducción personal con Yeonjun para presentarse ya que no se habían conocido en persona anteriormente; Soobin por su lado no había entendido porqué no se había dado cuenta desde antes sobre aquel detalle, recién le caía el veinte de que aquella chica era Lea una amiga cercana de él que también estudia en la misma prepa que ellos solo que en otra aula, ahora entendía porqué le había sonado tan familiar el apellido Huening a pesar de ser bastante único en la zona.
Luego de un par de minutos más Yeonjun se despidió del par de hermanos con una sonrisa y un gesto de manos mientras se alejaba yendo hasta donde estaba Soobin para volver a retomar el camino de vuelta rumbo a sus apartamentos; mientras tanto Kai notó a su hermana distraída viendo aún en dirección por donde se fueron los chicos.
—¿Pasa algo, noona? ¿Porqué sigues viendo hacia el callejón? No me digas que te llamó la atención Yeonjun hyung —sus ojos se achicaron analizando y juzgando a la contraria.
—¡Nada de eso! Solo me preguntaba porqué Bin se veía algo distante... ¿Acaso te peleaste con él? —cruzando sus brazos y frunciendo el ceño juzgó al contrario, ahora era Kai el que se hacía chiquito en su lugar nuevamente.
—¡Cla-claro que no! ¿Porqué razón habría de pelearme con él?
—Pues esa razón tiene nombre y apellido: Choi Yeon-Jun —recalcó sílaba en sílaba burlona poniendo avergonzado al menor.
—Ya deja de burlarte de mí, noona; mejor dime, ¿Porqué le llamaste así?
—¿Así cómo? —inquirió ladeando su cabeza algo confusa.
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El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||
FanfictionUna historia en donde Yeonjun se muda a un apartamento para comenzar a vivir su vida independiente pero lo que no se esperaba era la gran dependencia que en un futuro comenzaría a sentir hacia su atractivo, tierno y sexy vecino pelinegro.