El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||

Episodio 34.

La alarma de la mañana del día miércoles sonó despertando primero a Yeonjun el cual como pudo se estiró por sobre Soobin tratando de no despertarlo en el trayecto para poder silenciar aquellos dispositivos que se encontraban sobre el buró; el mayor despertó por completo cuando todo lo que había ocurrido el día anterior volvió de golpe a su mente al ver en dónde y con quién se encontraba, sin muchos ánimos de comenzar su día aún se volvió a acomodar en su sitio quedando en cierta posición para apreciar mejor al chico que dormía junto a él y delicadamente retiró los mechones de cabello que cubrían el rostro ajeno para observar mejor las facciones de éste.

Sonriendo enternecido como el bobo enamorado que es suspiró profundo pensando cómo habían llegado tan lejos cuando había pasado tan poco tiempo desde que se conocían, era algo de locos, ningún tercero al que le contaran sobre su historia de amor creería que realmente era cierta, después de todo, ¿Quién diablos se enamora en un instante y se vuelve novio de alguien en solo una semana? Nadie en su sano juicio haría eso; viendo aún hacia atrás, hacia los primeros días de cuando ellos dos se conocieron, recordó cómo incluso él trataba de alejarse de Soobin al pensar que era una mala idea volver a enamorarse, recordó que incluso trataba de tomar rutas distintas para ir a clases con tal de pasar menos tiempo juntos y no pudo evitar soltar una risa divertido al recordar cómo el universo se había burlado en su cara al hacer que Soobin y él fueran vecinos y compartieran hasta asientos en clases, simplemente todo era muy irónico pero le encantaba el desenlace que todo estaba teniendo.

En ese momento Soobin despertó girando a ver a Yeonjun el cual se sorprendió un poco por haberlo despertado.

—Buenos días, Yeonjun hyung —su voz sonó un poco ronca por irse despertando recién.

—Buenos días, Soobinnie, ¿Dormiste bien? —estiró uno de sus brazos acariciando la mejilla izquierda del menor el cual sonrió al sentir el tacto ajeno.

—Eso debería preguntarlo yo, recuerda que tú eres mi invitado hyung —señaló, riendo un poco con aquella interrogante— pero sí, ¿Cómo podría dormir mal si dormí abrazando a este novio tan lindo que tengo? —sujetó la mano de Yeonjun que seguía tocando su mejilla para luego acercarla a sus labios y dejar un pequeño beso en ella.

Con aquel pequeño beso el rostro de Yeonjun no tardó en ponerse un poco ruborizado y su temperatura subió notablemente al recordar aquella lluvia de besos que el pelinegro le había dado la noche anterior, ver los labios rosados y carnosos de su novio tan temprano en la mañana no le hacía bien para su presión arterial.

Tenía que salir de ahí antes de que el pelinegro notara su nerviosismo.

—Creo que ya es hora de que vaya a mi apartamento, tengo que arreglarme para la escuela —comentó bajándose como pudo de la cómoda cama y se dirigió hasta el ropero donde había colocado la ropa que traía puesta cuando llegó la noche anterior.

Soobin también se sentó frotando un poco sus ojos para terminar de despertar viendo cómo el mayor se apuraba y entraba en apuros al no encontrar su otra sandalia; sonrió burlón y se bajó yendo hasta donde se encontraba Yeonjun abrazándolo por la espalda rodeando su cintura con sus brazos mientras apoyó su rostro en uno de los hombros del más bajito.

—¿Soobin...? —giró un poco el rostro tratando de buscar el rostro ajeno pero este se encontraba aún apoyando su frente en su espalda— ¿Ocurre algo?

—No quiero dejarte ir... ¿Y si faltamos a clases hoy?... —sonó desanimado, algo triste.

—No podemos hacer eso Binnie, estamos en época de exámenes y tenemos que ir; mejor ayúdame a encontrar mi sandalia que no veo nada —con sus manitas trató de soltar el agarre de Soobin pero no lo logró porque el contrario ajustó más el agarre— ¡Soobin~! ¡Hablo enserio!