Capitulo 5 "El tirano de los mares parte 2"

434 54 7
                                    


(Allen, narrando en sus pensamientos):

Después de barrer un par de naves, la emoción se había desvanecido. Francamente, esperaba mucho más de los piratas, pero resultaron ser solo números inflados y mala reputación. No creo haber destruido más de 200 barcos, y aun así, nuestra flota se encargó del resto con precisión y eficiencia, casi sin sufrir bajas. Parece que Edward es un excelente capitán. Hice bien en confiarle el mando. Ahora, si consigo la cabeza del Capitán Pirata, ¿no sería suficiente para ganar reconocimiento como un héroe? Mi leyenda crecería, mi pueblo me respetaría, y quizá esa cara fúnebre que todos temen se transformaría en una imagen reconfortante. Incluso aprendería magia de luz, y las hermosas protagonistas de esta historia se sentirían atraídas por mí...

Mientras Allen divagaba, no se dio cuenta de que ya estaba frente al imponente navío enemigo.

A bordo del barco pirata:

—¡Señor! ¡El pequeño bote enemigo está justo frente a nosotros, pero no parece hacer ningún movimiento!

—Tómenlo como una oportunidad.

El capitán pirata levantó su espada, y una enorme llamarada salió disparada de una boquilla en la proa del barco, envolviendo al bote de Allen en un mar de fuego.

—¡Bien hecho, capitán! Con esto, la victoria ya es...

Pero antes de terminar, el capitán escuchó unos aplausos provenientes detrás de él. Giró bruscamente, solo para sentir cómo su cuerpo comenzaba a derretirse por un miasma oscuro.

—Deberías cuidar mejor tu espalda —dijo Allen, con una sonrisa burlona.

—¡C-capitán! ¡Es... es el Lord enemigo!

—¡Jajaja! ¡Qué buen chiste! ¿El Lord enemigo liderando en primera línea? Eres un tipo extraño. Mucho... —El capitán apenas logró levantar su espada para protegerse del siguiente ataque de Allen.

—Oh, impresionante, pirata. Pero para ti, soy Lord Allen.

—Ese ataque fue traicionero, incluso para alguien como yo. Muy bien, muchacho, déjame mostrarte mi verdadera fuerza. Este barco no es como los demás.

El capitán extendió su espada, y unas sogas se lanzaron hacia Allen, atrapándolo en una jaula de acero que se materializó a su alrededor.

—Lo increíble de este barco y mi espada —dijo mientras clavaba la hoja en el pecho de uno de sus tripulantes, que inexplicablemente seguía vivo— es que todo lo que está aquí me pertenece. Incluso la vida de mis hombres.

Allen observó la escena con aparente desinterés.

—¿Impresionante? Tal vez. Pero me pregunto... ¿eso es todo? ¿No puedes controlar más flotas o el área circundante del barco?

—¡INSOLENTE! Eso sería imposible. Para lograrlo, se necesitaría una mente demasiado rápida, capaz de procesar cada detalle al milímetro. Cualquier error llevaría al colapso total. Por eso es mejor concentrar el control en un solo barco.

Allen esbozó una sonrisa arrogante.

—Ya veo. Entonces no es que sea imposible, solo que tú eres demasiado estúpido para lograrlo. Pero yo conozco a alguien que quizá podría manejarlo. Ahora, entrega todos tus tesoros, tu espada y tus barcos. Te prometo una muerte rápida.

El capitán pirata rió con desprecio.

—¿Acaso no entiendes tu situación? Estás atrapado y vas a morir. No tienes adónde escapar.

Reencarnado en un villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora