Reencarnado en un villano

Capitulo 16 Fin del volumen 1 epilogo

-(Tras todo lo ocurrido, ahora nos encontramos en la sala del director junto a Anastasia, Kunai y Julius. Frente a nosotros están Marie, Wallace y Kai. Tal parece que Stefani no desea participar y no protestará el castigo que le toque).

—Bueno, el acuerdo era que los perdedores tenían que obedecer. Las condiciones son simples...

—Director, me opongo. ¿No ve que Allen es un demonio enviado para asesinar a su majestad, el héroe?

—¿Cómo osas decir eso, señorita Marie? Pensaba que su majestad la controlaba, pero ahora veo que es voluntad propia.

—Calma, por favor, déjenme terminar. Aunque las condiciones del duelo ya hayan sido explicadas, me temo que no se podrán aplicar, ya que el joven Allen tiene relación con los demonios. Por el contrario, me veré en la necesidad de suspenderlo. (Como si fuera a permitir que su alteza perdiera el duelo después de todo el esfuerzo que hice para que me nombraran director. Y peor aún, con alguien que manipula esa magia tabú. Ese chico debería sentirse agradecido de no ser ejecutado inmediatamente).

—Director, por favor, reconsidere. El caso de Allen ya fue explicado. Todo se debe a un mal uso de la magia negra. Él no es un demonio ni tampoco es peli... no es malo, y eso es lo más importante.

(Maldición, no ayudas en nada, Julius. Solo me haces ver peor).

—Bueno, ya es suficiente. No hay objeciones. Entonces, hoy, a más tardar al anochecer, Allen tendrá que abandonar la academia. Y con respecto al resultado del duelo, lo consideraremos un empate. Ahora, por favor, retírense a sus aulas.

(Mierda, si me expulsa ahora, no podré seguir en el eje central de esta seudo historia...)

—Director, sé que está mal utilizar mi autoridad, pero como heredera del Imperio Rus, le exijo reconsiderar su postura.

—¡JAJAJAJA! ¿Qué pasa, Anastasia? ¿No puedes afrontar que tu amorcito sea un ser maligno? Bueno, quizás te haya puesto un embrujo y por eso estás tan obsesionada. Pero bueno, si eso es todo, yo me largo. Nos vemos.

—Puedo permitir muchas ofensas, pero esto ya es el colmo. No permitiré que insultes a Alle—

—Basta. No hay necesidad de hacer tantos problemas por esto.

—Eso me parece excelente. Es bueno que asumas tu derrota.

Wallace se retira sonriendo junto a su séquito.

—Allen, no deberías permitir que se burle de ti de esa manera y mucho menos que te expulsen. Sé que hay una explicación.

—Dime, Julius, ¿por qué no dudas de mí ni siquiera un poco? (¿Por qué eres tan buen amigo?)

—Porque yo vi lo que eres capaz de hacer y cómo eres tú realmente. Es por eso.

—Buena respuesta... Julius, Anastasia, les pido que se retiren y me dejen a solas con el director un momento.

—No, nos quedaremos contigo.

—Comparto la opinión de Anastasia. Nos quedamos.

—Esto es algo muy personal. Se los pido, por favor, retírense.

—¿Estás seguro?

—Completamente. Háganlo por mí, ¿sí?

—E-Esta bien... te vemos afuera.

Cuando abandonan la sala, el director se recuesta en su silla, empezando a fumar una pipa.

—Ese comentario tuyo fue muy osado. Dime, ¿qué piensas ganar quedándote a solas conmigo?