Veinte

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Unos días después de darle el alta, Louis volvió al instituto y aunque seguro tendría que repetir el curso pues había faltado mucho, prefería estar allí a sentir el agobio de su madre, atormentandolo con los preparativos del viaje.

Unos días después de darle el alta, Louis volvió al instituto y aunque seguro tendría que repetir el curso pues había faltado mucho, prefería estar allí a sentir el agobio de su madre, atormentandolo con los preparativos del viaje

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A la mujer nuevamente le habían ofrecido un puesto en Europa, en la sucursal de Inglaterra de la empresa de cosméticos para la que trabajaba y no veía el día de poder irse y dejar todo atrás.

Las estudiantes y fans de Harry y Louis, lo saludaron con pesar pues realmente creían que había tenido muy mala suerte, tras perder la oportunidad de actuar junto al músico, durante la promoción y sabían que este estaba muy triste por ello.

Aún así, el joven ojiazul debía mantener su farsa pues tenía por seguro que si no lo hacía, rápidamente llegaría a oídos del cantante que no estaba anésico y ya no tendría escusa alguna para enfrentarlo.

Sin embargo, eso no sirvió de nada pues al día siguiente de su vuelta, el ojiverde se enteró de que había regresado a las clases, entonces se subió a un taxi y le ordenó que se detuviera a las puertas del instituto, con la intención de poder hablar.

Cuando las clases finalizaron y el joven estudiante caminaba hacia su casa como solía hacer, reparó en que un coche lo seguía muy despacio, desde la distancia y bastante asustado se apuró.

...-Cortele el paso- ordenó entonces el músico al taxista desde el asiento de atrás-no lo deje escapar

-Oiga, usted sabe que tan solo es un niño, ¿Verdad?, esto es acoso y puede i...

-Tranquilo, es mi sobrino- habló el músico con rapidez mental- hace tiempo que no nos vemos y quiero sorprenderlo

-No sé, usted me parece más un depravado que su tío.

Harry entonces sacó su cartera y de ella un bien fajo de billetes, lo que hizo que la cara del taxista cambiase.

-Oiga, en verdad eso no es mi asunto, por mi puede ser usted incluso su padre

El taxista entonces pegó un acelerón, deteniendo el coche cuando Louis iba a cruzar la calle y haciendo que este se parase en seco.

-¿Acaso está loco?, ¿No ve que ha podido matarme?- gritó el joven ojiazul muy enfadado.

Tras pagar al taxista, el músico se bajó, dejando al chico totalmente estático.

-Hola Lou- le saludó con una amplia sonrisa.

El joven castaño entonces titubeó e intentó irse pero uno de sus brazos fue sujetó al instante.

-Suelteme o gritaré, mi casa no está lejos y mis padres lo llevarán ante la policía.

-Suelteme o gritaré, mi casa no está lejos y mis padres lo llevarán ante la policía

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69. Olvidé respirar - Larry Stylinson TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora