Me envuelve con sus fuertes brazos.
-Eh... Esto es demasiado incómodo- le digo intentando apartarme de el pero me tiene cogida fuerte.
-Perdone... Eh... No era mi intención. - contesta el mirando al suelo.
-Tranquilo es sólo que era un poco incómodo... ¿Entiende?- intentó que no se sienta mal. Ojalá no me hubiera soltado...
-Tratame de tú, Victoria. - pronuncia mi nombre con sus perfectos labios gruesos y mirándome con perversión. Lo veo en sus verdes ojos. Sería capaz de perderme en ellos...
-De acuerdo Eric. - Sonrio como una chica de 14 años que tiene su primera relacion. Parezco una tonta. Al momento me acuerdo que e dejado puesto en el horno la pizza...-¡Mierda! - me mira con una expresión bastante divertida. Suelta una carcajada y me sorprende ya que no parece un tipo que se suela reír demasiado.
-¿Te ayudó?- pregunta tan amable.
-No, tranquilo. Sólo que me apetecía, tenía antojo y ahora tendré que cenar cualquier cosa- hago un pequeño puchero y el sonrie. Madre mía. Es precioso.
-Bien, la excusa perfecta para que te vengas a cenar conmigo.
-¿Que coño?... - digo sin poder controlar mis palabras. ¡Joder!- eh... No hace falta. Me preparó algo rápido y ya.
-Cuando digo que vamos a cenar es que vamos a cenar- ¿Por que, por que tú lo digas? Pongo los ojos en blanco.
-Ajá...
-No hagas eso... - bueno, espera que esto se pone interesante.
-¿El que?- pregunto.
-"Ajá.." No vuelvas a decirlo. - venga ya... Lo digo constantemente.
-Aj... Eh... Vale. - lo que me faltaba.
-Muy bien. Cambiate y nos vamos. - me miro y me doy cuenta de que llevó mis pantalones cortos con una camiseta de tirantes azul. Genial.
-¡Voy! - Sonrio y voy a mi cuarto corriendo. Dios... No me lo puedo creer. El apuesto multimilloranio más guapo,bellísimo y perfecto está en mi casa invitandome a cenar... ¡Mi adonis! No me lo creo.Me decido por una falda rosa palo y una camisa blanca. La meto por dentro dando ese toque femenino que tanto me gusta y me pongo unos tacones que la verdad al lado de Eric no sirven de nada. Es muy, pero muy alto. Mi bolso blanco y ya estoy lista.
-¡Bien vamos!- digo saliendo de mi cuarto. Eric se queda mirándome de arriba a bajo. - pasa algo... Llevó algo mal... - pregunto preocupada.
-Eh... No... Al contario. Estas...¡ Estas perfecta!
Me sonrojo al momento y miro mis manos conteniendo la risa.
-Vamos.
Salimos de mi casa y miro el móvil. Aver a donde vamos a estas horas. Sorprenderme Eric. Muy difícil no es.Llegamos a un restaurante italiano. Parece bastante caro y me siento incómoda ya que se a empeñado el en pagar todo.
-Eric... La gente nos mira... - aviso y el se ríe.
- Es normal. Es la primera vez que ceno con una mujer. - Sonrio al saber que es mentira. - te miran a ti que es distinto.
-¿A mi por que?
-Suelo cenar con personas de mi empresa. No con una mujer como tú.
-¿Como soy yo?
- Diferente... - dios...
-Ah... ¿Eso es bueno?
- Para ti sí. Para mi no.
-¿Por que? -¡ por que soy tan cotilla!
- Tengo prohibido amarte. - ¿Perdón...? ¿Es una broma no?
- ¿Y por que estoy aquí? - no puedo contener mi curiosidad.
-Por que me gustan los riesgos. Victoria, cuando te prohíben algo más ganas tienes de hacerlo. Eres la manzana en el edén.Ahí dios mio... Este hombre es único... Me mirá y yo mantengo la mirada.