Capitulo 18

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En el trayecto me mantengo callada. Le doy vueltas a todo y cada vez me enfado más.
-¿Como has sabido que mi madre nos abandono...? - ¿Que? Sí el me dijo que murió. Yo me refería a eso.
No pienso responderle. El sigue concentrado en la carretera y suspira.
-Victoria, respondeme. - no pienso.
Que hubiera pensado antes lo que a dicho.
-Bien, vamos a mi casa.  Que lo sepas.- me mira y cierro mis ojos para mantener la calma.
-No quiero. Quiero irme a mi casa. - respondo sería.
-Tú lo has querido. ¡Dime quién cojones te a contado eso! - contarme el que...
-No se de que me hablas.
-¡De mi madre joder! - sigo sin saber de que me habla...
-Eric... - me interrumpe y hace una llamada.
-Frank, estoy llegando.
-Bien señor. - responde una voz de hombre y lo miro.
-Eric.
-Callate. - responde de inmediato y eso me molesta. Lleva toda la maldita noche mandandome a callar. -¡No quiero!
Para el coche y se baja. Abre y mi puerta y salgo.
Me quedó petrificada cuando veo semejante casa.¿Como puede vivir el sólo aquí?
-Vamos. No te quedes hay.
Entro y la casa es las grande por dentro. Todo el diseño es bastante serio. Por dios Victoria es Eric.
-Ven. - me dice despistadome de mis pensamientos.
Subo las escaleras, el me cede la mano pero yo se la rechazo.

Está casa es demasiado grande.
-Pasa. - supongo que es su cuarto.
Bastante serio. Que te vas a esperar de el...
-Es mi cuarto.
-Lo suponía.-respondo seria. No puedo evitar fijarme en todo.
-¿Podemos hablar...?- pregunta casi en un susurro, adiós al Eric alterado, de momento.
-Vale.
-Siéntate aquí. - dice señalando su cama. - quiero que me digas como sabes lo de mi madre...- dice cerrando los ojos como sí le doliera decir "madre".
-Me refería a que yo no tenía la culpa de que falleciera y bueno estaba alterada, no se más de lo que tú me has contado. - tengo sus ojos verdes fijados en mi. Por un momento me resulta intimidante.
-¿Segura? - a que viene tanta curiosidad.
-Claro... Por que tanta curiosidad. ¿Tienes algo que ocultarme?- pregunto y sus ojos siguen fijados en mi.
-Demasiadas cosas Victoria.- por lo menos es sincero. Sí pero en decirme sí oculta o no. Quiero saber el que y por que.
-¿Por que no me las quieres contar?- pregunto y el mira hacia un lado.
-Me odiarias... - nunca podría odiar a Eric. Mucho menos a el.
-Es imposible. - respondo de inmediato.
-Es posible. Te e dejado ropa en el baño. Un pijama y bueno, esas cosas de chicas. - Sonrio ante el detalle y decido no continuar con preguntas, no quiero que la noche acabe peor de lo que está.

Me meto en el baño y hay un camisón rosa claro de seda, unas zapatillas de casa y cremas etc. Es tan atento. Esto me hace pensar que ya tenía planeado traerme a su casa.

Me pongo el pijama y las zapatillas, me peino el pelo y salgo del cuartitos de baño.
Me encuentro a Eric en la cama dormido. Sonrio, parece un ángel... Mi ángel negro.
Lo quiero demasiado como para odiarlo. El efecto que tuvo sobre mi desde el primer día en el que lo vi no me había pasado nunca.
Le doy un beso en sus labios y despierta.
-Vic... - le callo y le beso más.
-Métete en la cama. - me ordena y yo me rio.
-Ven.- me abraza de la cintura y empieza a besarme más, mi piel arde y mi cuerpo reacciona ante Eric.
-Te deseo, llevó deseandote desde el día en que me atendiste. - me mira a los ojos y yo mantengo la mirada en los suyos.
Toca todo mi cuerpo, me besa y siento sus fuertes manos en la pierna. Tengo sed de el. Lo se, es el.

Prohibido amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora