El está delante mio y mi cuerpo se queda quieto. No reacciona nada en mi.
-Necesitaba verte... - me mira fijamente y yo a el.
-Vete. - digo sin pensar. ¿Es lo que realmente quiero?
-Victoria. Déjame explicarte.
-Vete. No quiero explicaciones. Ya me las has dado. - su mirada está fija en mi y me es imposible saber lo que piensa.
-Victoria, sabes que no quires que me vaya.
-¿Perdón? - odio que sepa lo que en verdad quiero.
-No quieres que me vaya.
-¿Tú que sabes?
-Tú mirada no dice lo mismo.- tiene razón pero no pienso ceder.
-No pienso discutir esto contigo.
-Claro sabes que tengo razón.
-Eric vete, no te lo pienso decir más veces. - me tocó la tripa nerviosa y cierro los ojos, respiro y lo abro de nuevo. -Vete.
-Déjame amarte... Por favor.
-¡Me engañaste!- grito y mis ojos se llenan de lágrimas. Me mira bastante serio. -Ahora vete por donde has venido.
-Estaba jodido... Y... - le interrumpo de inmediato.
-Me da igual ya como te sintieras, no quiero verte más. Por muy jodido que estés no te da derecho a engañarme.
-Lo se... Amor... Mírame. - me coge la cara con sus manos y hace que lo mire. Sus ojos están rojos... No... Eric no llora.
-No quiero perderte. Ahora no. Tú me has enseñado más cosas de las que crees, una a ir despacio. Siempre quiero todo rápido, sin embargo tú... Tú haces que pierda la paciencia pero aún siga ahí... Entiendes. Ahora no. Por favor. - sus ojos verdosos estan húmedos y no podría soportar ver a Eric llorar. Pero después de esto ya no se que pensar.
-Quiero pensar todo... Necesito pensar. Estoy agobiada. - me rodea con sus fuertes brazos y su perfume me invade. Cierro los ojos intentando olvidarme de todo pero me es imposible.
-Eric... Necesito tomarme un tiempo. A sí que... Me voy a Italia. - la idea le descoloco la cara. No le gusto nada.
-¿No me lo dices enserio verdad?
-Sí... - miro al suelo evitando el encuentro de nuestras miradas. No podré aguantar más.-Bueno sí eso va a servir para que vuelvas a mi... Estoy de acuerdo pero déjame que te lleve yo. Por favor.
-Eric... - pongo un mojin pero acepto.
-¿Cuando piensas irte? - dios le tengo que informar a Nadia.
-Primero lo hablaré con mi amiga. Te mandare un mensaje sí estas más tranquilo.
-Te lo agradecería.
-Bien- Sonrio y se me hace un tanto extraño.-Me tengo que ir... Tengo sueño. Y... Bueno mañana será otro día.
-Si...- se acerca a mi para despedirse. Tiene intención de besarme pero me apartó a tiempo.
-Tiempo... -advierto.
-Ya perdón. Me muero por besarte. -ese comentario hace que me ponga colorada.
Me da un beso en la mejilla cuando se da la vuelta, se introduce en su coche y lo veo marcharse.«Sí... Ese es tú querido padre» sursurro y me meto en la cama. Escucho música asta quedarme dormida.