El secreto de Idris y Tristán

capítulo 9: Manuel

Capítulo 9: Manuel

Alguien una vez dijo:

Cuando quieres mucho a una persona empiezas a sentir la necesidad de protegerla y no quieres que nada le haga daño.

Eso mismo era lo que me impedía decirle a Tristán lo que sentía por Manuel.

No podía hacerle daño, no podía contarle lo que sentía respecto a Manuel, y menos si no tenía claro lo que sentía.

Después de buscar a Manuel aquella noche, muchas cosas habían cambiando a pesar de solo haber pasado una semana de eso.

Para empezar Tristán me estaba demostrado que de verdad me quería, incluso que me amaba.

Al estar conmigo en el hospital, en la recuperación, al preocuparse por mi pero el sabía que había algo mal.

A pesar del poco tiempo que teníamos de pareja, me había conocido mucho más.

Y las cosas con Manuel estaban un tango extrañas, teníamos una relación como la de antes pero ahora con un toque incómodo.

Y no de una forma muy mala, solo había una especie de tensión no sabría decir de qué tipo, pero la miradas que intercambiabamos eran más intensas, el roce con su cuerpo despertaba algo que nunca pensé sentir con el.

El timbre me saco de mis pensamientos y me avisó que ya comenzaba mi siguiente clase.

Esa no la compartía con Manuel, ni con Tristán, así que me senté atrás sola.

-Chicos hoy se unirá una chica nueva- a su lado estaba una chica, de cara dulce pequeña, pero seguro mas alta que yo, su cabello Lucía un color rosado pastel y lo tenía por encima de sus hombros, y su mirada transmitía felicidad pura y ánimo en pocas palabras era todo lo contrario a mi - Ella es Zoe, espero que la hagan sentir como en casa-

La chica avanzo buscando un lugar para sentarse, pero tomo una mala desición al sentase a mi lado.

-Mucho gusto, soy Zoe Cairo - extendió su mano para que yo la tomara la cual mire con desconfianza e ignore mirando al frente de nuevo, ella bajo la mirada con vergüenza- Disculpa - dijo y me sentí un poco culpable.

-Idris Duvessa - Dije en tono seco, pero sus ojos se iluminaron con ilusión.

Nunca debí haberle dicho eso, porqué me siguió todo el día, contándome de su familia y de su vida como si fuéramos íntimas amigas y apesar de que intente alejarla en varias ocasiones la chica era persistente.

-.. y bueno mi hermano vendrá el fin de semana- me estaba contando que su familia se había mudado de Oregón pero su hermano tardaría una semana más en llegar por cuestiones de trabajo- Pero cuéntame de ti, solo he hablando yo-

-Mi vida no te interesa-

-claro que si, si seremos mejores amigas-¿Mejores amigas?.

-La única mejor amiga que tuve me traicionó- y a su tiempo lo pagaría.

-A mi también una "Amiga" me hizo daño, pero aprendí que todas las personas son diferentes y si una te daño no quiere decir que otra lo haga también- me animaron sus palabras y no estaba del todo equivocada pero no confiaría tan fácilmente en alguien de nuevo.

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Después de clases decidí leer un poco ya que eso siempre me tranquiliza y necesitaba estar en calma al menos por un momento.

Pero no pude.

Es extraño estaba en calma, mi cuerpo estaba en clama, pero mi mente no paraba de trabajar, y mi corazón acelerado sin ninguna explicación.