La suerte del destino

Sospecha

La castaña estaba furiosa, le reclamó a su padre sobre el despido de Claudine, pero este alegó que no tuvo nada que ver con eso y que ni siquiera le fue informado sobre nuevos despidos.

Llegó a casa molesta, no podía simplemente estallar contra algún objeto porque Kai estaba ahí y podría asustarse, así que se mantuvo tranquila como siempre.

Había cena, era lo bueno.

Al estar a solas en su habitación, la rubia tocó la puerta y le pidió pasar por un momento.

— Dime —.

— ...Maya, mi abuela se quedó en el hospital para un chequeo, me lo pidió cuando me despidieron —.

    — Ya veo —.

    — Tengo una duda,...¿Qué es el grupo Pacífico ? —fue directa y mostró la revista donde se la mencionaba.

    — ¿Grupo Pacífico? —cuestionó Maya— mi padre me pidió acompañarlo, tuve que mostrar cortesía ante todo —respondió— no estaría con nadie más que no sea contigo y lo sabes —se sintió mal de mentirle.

— ¿Lo prometes? ¿No sucede nada con el grupo Pacífico? —le creyó.

Maya iba a responder, pero recibió una llamada.
El gesto de la castaña fue cada vez más desalentador, no parecía ser una buena noticia.

— ¿Quién era? —.

— ...debo ir al hospital ahora —.

— Maya ¿Es sobre mi abuela? —.

La castaña la miró nerviosa pero no afirmó ni negó nada— no me esperes despierta —salió de inmediato de la casa.

***

Maya se encontraba esperando en el consultorio de Raiden.

— Habla —dijo ni bien escuchó que alguien entró.

— ...te avisaron —caminó y jaló una silla para estar frente a frente de su hermana— la señora Saijo no soportará más tiempo, tuvo un ataque cardiaco e hicimos lo que pudimos, por suerte aún está bien, pero debes ir preparando a un familiar —.

— ¿Preparar? ¿Quieres decir que...? —.

— En cualquier momento la anciana se va, creo que te llevas muy bien con la chica que la visita, así que deberías ponerle al tanto de la situación —.

— Por lo menos dime algo más específico y general —.

— Sabes que sufre del corazón, las fallas son más concurrentes por su edad y no soportará tanto, su mente colapsó, no sabe ni porqué sigue aquí o si tiene familia, no podemos hacer más que cuidar de ella mientras aún se pueda; pronóstico reservado —.

— ¿Cómo que reservado? Prácticamente me estás diciendo que es desfavorable —.

— Oye, la anciana llegó sin saber su nombre, pero oh milagro aparece un familiar y su estado mejora, ahora de la nada su estado empeora, no puedo predecir que mejorará o empeorará, solo te aviso que prepares a su familiar ante un posible deceso de la anciana —.