APRENDIENDO A VIVIR

Capitulo 37

Capitulo dedicado a las chicas que me hacen reir de una manera que me hace ver desquiciada.
Lin, shaine, cristi, andrea, vale, vane, frifita...

extraño hablar con ustedes... ♡♡

Te odio puto internet!! U.U

* les dejo esta cita *

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-Oka, te avisaremos cuando estamos listos- dijo Peiro sonriéndome.
-Necesito que sea antes del veintiuno, lo otro puede esperar...
-Sara como quieres que haga eso en solo unos días? Estas loca?! Tengo que llamar a mis contactos y negociar.
-Peiro, si no hago algo ahora la meterán a la carcel...- necesitaba resolver cuanto antes lo de Jessica, cumpliría mi promesa apesar de lo que me había dicho ella.
-Papá puedo hablar con Roger... tendríamos todo listo mucho antes- dijo Felix, no había hablado en todo el rato que explicaba mi situación- Sara no te preocupes...
-Gracias Felix... has maduro ehh...- revolvi su cabeza como cuando era pequeño- ahora me recuerdas bien?
-Sep no podría olvidarte... siempre me cuidabas, fuiste la perfecta niñera, te voy a devolver la mano.
-Entonces Peiro?- dije mirandolo sería, llevábamos rato hablando de los planes que tenía en mente, necesitaba su confirmación, si aceptaba sería todo mucho mas fácil...
-Ok, me ocuparé entonces del otro asunto... esto te lo dejo a ti Felix- se miraron a los ojos por un buen rato, mientras yo estaba ahí parada, felix asintió con la cabeza- es delicado... asegúrate que tus contactos sean fiables...
-No te preocupes papá- luego se dio la vuelta y me tomó del brazo encaminandome a la puerta- no te fallare Sari...
-Ooww! Asi me llamabas de peque- retorci sus mejillas con mis dedos causando dolor, pero sonrío de igual forma- Adiós Peiro!!
-Cuando era niño estaba enamorado de ti...- dijo cuando su padre desapareció de la sala, abrió la puerta hacía el patio- sigues igual que antes... solo tu pelo ha cambiado.
-Han cambiado muchas cosas Felix- recordé tantas cosas que han pasado estos últimos años, buenos pero mas malos- estaremos en contacto...

Salí de su casa rápidamente, estaba exhausta, física y mentalmente, me acerqué al auto en el que estaba un Edwar asustado, miré con rabia a los pendejos que estaban apoyados en el auto, como mostraban sus armas al pálido de Edwar, me dio mucha pena verlo, en verdad parecía que se iba a orinar de miedo, los chicos sonreían a lo que hacían... como si fuera tan normal jugar con una pistola, bueno mirando bien el sector en donde estoy, el cual se parece mucho en donde nací, muchos son delincuentes, narcotraficantes, de todo un poco, aquí es donde tienes que saber cuidarte sino eres hombre muerto. Me armé de paciencia y empujé a los tipos que obstruian mi camino y abrí la puerta, pero uno de los tantos idiotas que tenía Peiro como perros guardianes me tomó del brazo fuerte jalandome lejos del auto, me tenían arta, vi en camara lenta como felix se acercaba, Edwar salía del auto, y como al mismo tipo se le salían los ojos al verme poner mi hermosa pistola en medio de su rostro.

-Mira imbécil, no me gusta que me toquen- dije de forma casual, este no decia nada, solo respiraba de forma extraña- y no me gusta que molesten a los mios... no te quiero ver cerca de mi nuevamente... porque no respondo de mis actos.
-Estas loca!- miró a los lados levemente buscando algo, luego se detuvo a mi derecha- Felix dile que baje esa pistola...
-Eres un idiota Byron... tu sólo te lo has buscado- Felix sonreía de brazos cruzados, luego tocó mi brazo- vamos Sari ya entendió.
-No me gusta que me toquen... odio cuando lo hacen- se vienen imagenes a mi mente, ese bastardo, tocandome, golpeandome, veo rojo- vuelves a tocarme un solo pelo y te mato... me escuchaste.

El chico asiente con la cabeza muchas veces, Felix me toma el brazo presionando hacia abajo, lo dejo y el me quita mi arma, me abraza de lado, yo respirando con dificultad, aún no puedo controlar mis ataques de panico e ira, el pendejo que anteriormente le apuntaba ahora se reía con los otros, no pude controlarme, caminé hacia él y le dí de puñetazos, nadie se acercaba, este me respondía los golpes, pero no sentia nada, dolor, solo sentía la impotencia, en él veía a Erick, me levantaron en el aire alejándome del chico que escupía sangre.