Mala suerte

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Las cosas no habían salido exactamente como Olivia había previsto. Solo había conseguido que Neal se enfadara con ella. Aunque en realidad no había visto exactamente que su amigo no la creyera cuando lo miró a los ojos. La había dolido cuando Neal le había gritado como lo había hecho, pero ella no había respondido de la manera. Pensaba que Neal solo necesitaba tiempo para procesar y asimilar sus palabras, y ella simplemente había decidido dárselo. Entendía que podía ser algo duro, y que no quisiera creerlo en un principio. Pero lo cierto también era que no lo había visto tan dolido como se hubiera esperado.

Olivia entró a su habitación y se apoyó de espaldas a la puerta dejando escapar un suspiro de sus labios. Sabía que iba a ser duro también para ella el contárselo. No se podía creer lo que estaba haciendo Tamara, lo que estuviera haciendo con ese Greg, pero al mismo tiempo, puede que fuera lo mejor. Quizá así al fin Neal se diera cuenta de que no quería realmente a Tamara, si no que seguía queriendo a Emma. Olivia pensaba que tenía que ser por eso que no había visto tanto dolor en Neal como era de esperar cuando se lo había dicho, pese a como se había enfadado. Un enfado casi exagerado, igual que cuando Emma había exclamado no estar celosa.

Olivia no sabía lo que había pasado entre esos dos once años atrás. La verdad es que Neal nunca había hablado demasiado de su pasado, y aunque once años podía parecer mucho tiempo, ninguno parecía haberlo superado. Aunque ambos eran lo suficientemente cabezotas como para negarlo, especialmente Emma. Por la expresión de culpa que había visto en Neal cuando se lo había mencionado, Olivia solo tenía la certeza de que la cosa había acabado mal y que había sido, al menos en mayor parte, por culpa de su amigo.

Sin poder evitarlo entonces, la mente de Olivia la llevó a pensar en Mark. No había hablado con él desde el momento en que habían roto y ella se había marchado de la casa para ir a ver a Neal. Y con todo lo que había pasado después, su ruptura con Mark era lo último que habría pasado por su mente. Pensó en los dos años que habían estado juntos, solían ser felices, o al menos, eso creía ella. No había vuelto a hablar con él desde la ruptura. Incluso, en los primeros días en Storybrooke, había llamado a una amiga para que fuera ella quien fuera a recoger sus cosas a casa, y había sido esa misma amiga quien le había informado que Mark ya estaba con una nueva chica, aunque Olivia ni siquiera había pensado mucho en ello. Había tenido mucho que pensar allí: August, la magia, Tamara...

Lo cierto es que ni siquiera estaba segura de que debía hacer ahora. Ya no estaba tan dolida como creía que estaría, pero estaba confundida. Tampoco tenía mucha experiencia en rupturas. Bueno, ni en relaciones. Apenas había tenido dos parejas estables en su vida. Un novio en el instituto y luego nada hasta Mark. Y con Jason, su novio del instituto, no había habido una ruptura como tal, solo habían decidido darse un tiempo cuando ambos se fueron a distintas universidades, en distintos estados. Simplemente al final no lo había vuelto a ver. Al principio se habían mantenido en contacto vía teléfono e internet, pero al final sus ocupadas vidas los habían absorbido a los dos.

Olivia se dejó caer en su cama y tomó de su mesilla uno de los dos libros sobre magia que le habían prestado. No podía negar que era bastante interesante. Parte del libro hablaba un poco sobre la historia de la magia y los distintos seres que podían conjurarla. Hablaba de las hadas, de los genios o el ser oscuro, además de otras criaturas más míticas. También mencionaba algunos objetos mágicos. Pero la parte que más llamó la atención de Olivia, fue cuando llegó a la parte en que hablaba de los hechiceros, aquellas personas con el don de la magia, destacando uno en concreto, Merlin.

A Olivia le parecía increíble. Hasta Merlin existía. Uno de los hechiceros más poderosos del reino (al menos, del reino al que pertenecían aquellos que vivían en Storybrooke) que había obtenido su magia gracias a un objeto mágico y muy poderoso, el grial. Olivia conocía bien esas leyendas de Arturo, Merlin y Camelot, aunque era la primera vez que veía una versión así. Sabía que el grial siempre era importante, pero no que podía otorgar poderes mágicos.

Ninfa | 𝙤𝙣𝙘𝙚 𝙪𝙥𝙤𝙣 𝙖 𝙩𝙞𝙢𝙚.​Donde viven las historias. Descúbrelo ahora