Sheriff suplente

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Olivia tecleaba velozmente en el ordenador de la comisaría. Había decidido mandar algunos correos para arreglar algunas cosas en Nueva York. Ni siquiera sabía aun cuando iba a volver. Ya llevaba un tiempo allí, y finalmente decidió que lo mejor era dejar su trabajo en el colegio. No podía seguir prolongando su ausencia así como así sin poder explicar mucho. Ya buscaría otro trabajo cuando volviera. 

A decir verdad, ni siquiera estaba segura de porque no se había ido del pueblo tras marcharse todos en el barco. Pero había algo, ni ella misma sabría explicar el que, pero algo le decía que tenía que quedarse.

No había hecho mucho más desde que había llegado a la comisaría aquella mañana. Seguramente Emma o David tendrían algo de papeleo por hacer. Ni siquiera le hubiera importado ayudar con ello solo por hacer algo, pero no sabía que era lo que debía hacer. Tampoco había habido llamadas en toda la mañana, así que parecía que el pueblo estaba tranquilo, seguramente descansando con alivio después de saber que el detonador no los iba a destruir a todos.

Su vaso ya vacío de café se encontraba desde hace rato a un lado de la mesa. Olivia dejó escapar un suspiro de su boca. Estaba aburrida. Empezaba a echar de menos los anteriores problemas. Incluso con lo de sus extrañas... ¿visiones? ¿sueños? Ni siquiera sabía como llamarlo, pero no podía hacer mucho con ello más que informar a Belle y unos pocos más. Ni siquiera sabía como controlarlo, o como contactar realmente con Neal. Tampoco podía contactar de ninguna manera con Emma para contarle las noticias.

Suspiró mirando alrededor. Las celdas vacías, el pequeño cubículo de Emma como sheriff, los viejos ordenadores, un viejo almacén... Era la comisaría de un pequeño pueblo, no le sorprendía lo poco que había. Comenzó a golpear en la mesa con sus manos un ritmo improvisado. Resopló, no podía pasarse todos los días así en el pueblo, tenía que encontrar algo que pudiera hacer. 

Unos golpes la sobresaltaron. Alzó la cabeza y vio que Frederick acababa de entrar. Se encontraba aun en la entrada a la habitación, con la mano apoyada en la pared.

—Hey, hola, ¿qué haces aquí? —preguntó Olivia

—He oído que teníamos una nueva sheriff en la ciudad —dijo Frederick con tono divertido

Olivia rio levemente

—Uff, no, no me llames así, por favor, solo... le hago un favor a Emma —dijo Olivia—. No tengo ni idea de ser sheriff, solo soy una profesora

—Igual que yo.., bueno, aquí —dijo Frederick—. Aunque en el bosque encantado era caballero, quizá podría ayudarte si lo necesitarás, por eso venía.

—Ah... claro, pero lo cierto es que estoy más bien aburrida, aquí no pasa nada —dijo Olivia

—Eso es algo bueno —apuntó Frederick sentándose en la silla de la otra mesa—, considerando como han ido las cosas desde que la maldición de rompió.

—No... no se si quiero preguntar —dijo Olivia

—Mejor —dijo Frederick con una leve sonrisa

—¿Cómo está Abigail? —preguntó Olivia

—Entre el embarazo y sus estudios, está un poco estresada, la verdad —dijo Frederick

—¿Está estudiando? 

—Si, derecho —dijo Frederick—.  Aquí, en la universidad. Ella, o sea, Kathryn quiso hacerlo durante la maldición y cuando recuperamos nuestros recuerdos, decidió seguir con ello.

Olivia necesitó unos segundos para procesar aquella respuesta. Aun le costaba asimilar todo eso de la maldición.

—¿Y tu que? —dijo—. ¿No tendrías que estar dando clase?

Ninfa | 𝙤𝙣𝙘𝙚 𝙪𝙥𝙤𝙣 𝙖 𝙩𝙞𝙢𝙚.​Donde viven las historias. Descúbrelo ahora